Por gasolinazos, esto y lo que le sigue

María Elena Villarreal Vásquez
Cuando se pierde la confianza y la credibilidad, las explicaciones muchas veces salen sobrando y no obstante el interés del presidente Enrique Peña Nieto por detallar el por qué del aumento a la gasolina, millones de mexicanos, no digieren los incrementos tras los que se han venido un alud de aumentos a productos y servicios necesarios y que por fuerza tienen que ser cubiertos con el precario salario de la clase trabajadora.

Independientemente que lo hoy se llama “ajuste” en el precio de la gasolina no se deba a la Reforma Energética ni tampoco a un aumento en los impuestos, tal y como lo aseguró el presidente de la República, hay un sentido y más que justificado reclamo popular, del que grupos delincuenciales se están valiendo para cometer toda clase de desmanes. Esto es preocupante en razón del giro, del sesgo, del rumbo o dirección que puedan tomar esta clase de manifestaciones ante las que valdría la pena preguntarse, sirve de algo la estabilidad económica cuando no hay estabilidad social, cuando se está a punto de que las aguas se salgan de madre.

Por otra parte de la misma forma en que no se puede negar los subsidios a la gasolina como a otros productos, tampoco se puede negar, el estilo de vida, las canonjías o privilegios de que goza la primer línea del gobierno federal, la super estructura que cómodamente descansa en la base que forman la clase trabajadora, las clases medias y nuestra misma gente del campo. De ahí que por más que se intenten justificar los aumentos, hay descontento generalizado, hay inconformidades y enojo ante la difícil situación, ante la crisis económica por la que el grueso de la población, las familias vamos, han tenido que transitar.

Ahora bien, si hablamos de datos duros en los que 60 millones de mexicanos con ingresos menores, sólo consumen 15 por ciento de la gasolina, mientras que 12 millones, de mayores ingresos consumen 40 por ciento. Hasta aquí vamos con el 55 por ciento de la gasolina subsidiada, ¿Que hay del 45 por ciento restante?, ¿para quién es el subsidio?

La cuestión es que aun tomando medidas como las que dijo el Primer Mandatario del país, como recortes de plazas laborales, reducción de sueldos y salarios; los gasolinazos no dejan de ser palo dado.

Aunado al incremento en los precios del combustible, el otro reto que se debe enfrentar en este año se ha dicho en el mensaje presidencial, es el de construir una relación positiva con el nuevo gobierno de los Estados Unidos, vertiente que preocupa y ni por más que nos esforcemos, al señor Donald Trump no parece interesarle una relación de concordia, de óptima diplomacia, cuando ya ha dejado de manifiesto las intenciones, las represalias que tomará contra las empresas como General Moto, Ford y Toyota de la industria automotriz, si insisten en invertir en nuestro país. Es esto y lo que le sigue cuando aún no ha tomada las riendas en el vecino país del norte, con el que quien sabe qué clase de vecindad nos espera cuando asuma el poder.

Mientras que el mensaje presidencial busca explicar y justificar el alza a los carburantes, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade ha asegurado que el gasolinazo no se revertirá por lo que las manifestaciones y protestas se siguen incrementando vertiginosamente con toda clase de vandalismos.

Colofón
Aquí en Tabasco en algunas dependencias y sectores parece que el panorama aún no se entiende y ya se habla de incrementos al transporte foráneo, a taxis y transbus así como a la ¡ca-nas-ta bá-si-ca!, mientras que en el centro del país, la Secretaría de Economía más prudente señala que el alza a los combustibles no justifica un aumento similar a estos productos básicos, de primera necesidad. ¿Qué le parece?…Ante el pillaje y saqueo que ha generado el alza a combustibles, el comercio de la entidad adopta medidas para evitar grandes pérdidas o mermas, en tanto la Fiscalía General de Tabasco ha señalado que se aplicará la Ley a los infractores…Buen fin de semana, les esperamos P.D. el próximo martes. Saludos.