Teapa ayer. 5ta Parte
Emilio Antonio Contreras Martínez de Escobar 1911 ENTRADA DE LOS MADERISTAS A TEAPA La iniciación en la campaña antirreeleccionista en Teapa, tuvo muchos simpatizadores. Fueron directores de la campaña el Notario público don Joaquín Pedrero, su hijo el Ing. Joaquín y los Dres. José María Rosas y Pedro Canabal, quienes se encargaron de repartir la […]
8 de noviembre de 2019

Emilio Antonio Contreras Martínez de Escobar

1911

ENTRADA DE LOS MADERISTAS A TEAPA

La iniciación en la campaña antirreeleccionista en Teapa, tuvo muchos simpatizadores. Fueron directores de la campaña el Notario público don Joaquín Pedrero, su hijo el Ing. Joaquín y los Dres. José María Rosas y Pedro Canabal, quienes se encargaron de repartir la propaganda y pegarla de noche en las paredes, trabajo peligroso entonces.

El 9 de mayo de 1911 entraron a Teapa los maderistas mandados por los coroneles Pedro Sánchez Magallanes y Domingo Magaña, quienes el día anterior habían tomado Pichucalco.

Con estas fuerzas vinieron como capitanes de Estado Mayor de Magallanes, Pedro Padilla, Cesareo Collado y Saturnino Mollinedo y el que después había de llegar a divisionarlo, el Gral. José D. Ramírez Garrido, quien hizo uso de la palabra en el “Mirador del Palacio Municipal”.

Teapa recibió entusiasmado a los revolucionarios, como digno de recordar y que yo vi y escuché fueron las canciones que cantó con su guitarra la señora Esperanza Cárdenas de Canabal en la banqueta de su casa, residencia hoy de los Bancos de Teapa. Fueron Partidarios de Madero los hermanos: Casanova, don Pedrito Calzada del Águila y don Ramón L. Zurita. Los revolucionarios no cometieron ningún atropello, venganza, ni exigieron dineros a la fuerza. 14

1911

LEVANTAMIENTO DE LOS MOLLINEDO EN TEAPA

AL efectuarse las elecciones para elegir Gobernador del Estado el año 1911, en las que triunfara el Dr. Manuel Mestres Ghigliaza, sobre su contrincante el culto teapaneco Lic. Lorenzo Casanova, se manifestó en Teapa gran descontento entre el elemento maderista, algunos de ellos que figuraron el revolución encabezada por el General Ignacio Gutiérrez culminó con el levantamiento armado de los hermanos Saturnino, Evaristo, Amado y Pepe Mollinedo. Esto sucedió en la Plaza de Esquipulas el 14 de Octubre de 1911.

Una mañana tranquila de Teapa, cuando la gente acudía al mercado a comprar su carne, se vio la ciudad con gente armada montada a caballo que habían tomado el Palacio Municipal. Estaba como Jefe Político Don Pedro Calzada del Águila que había sido Jefe del maderismo en Teapa.

Los levantados en armas establecieron su cuartel en la Quinta San Pedro y desde allí salían a recorrer el comercio, para pedir armas, cartuchos, munición y mixtos para sus escopetas y algo de dinero que solicitaban sin amenaza.

El levantamiento tenía como bandera la protesta de los Flores Magón que se habían volteado contra Madero por el licenciamiento de los soldados maderistas y haber dejado en pie don Francisco I. Madero a todo el Ejército Federal. Su grito fue de ¡Viva Flores Magón! Con Saturnino Mollinedo se dieron de alta los hermanos, Fidel, Elpidio e Isauro Gómez, los hermanos Villalonga, Eduardo Salas (a) Cayuche, Carmen Mollinedo (a) Pozol, y dos hermanos Salas de la Montaña.

Se encontraba como Jefe Político con Pedro Calzada del Águila quien al tener conocimiento queriendo evitar derramamiento de sangre, porque los podía haber batido con la policía, optó mejor por salir para San Juan Bautista en busca de auxilio, viniendo de allá el Corl. Maderista don Pedro Sanchez Magallanes, jefe de la revolución triunfante, cuyas fuerzas aún no habían sido dadas de baja. Al llegar frente a la Parroquia, los sublevados en vez de hacer resistencia salieron rumbo al Cerrito a donde llegaron los mencionados capitanes y el arriero Fidelino Cabrera un cotijeño que trabajaba con los Quintero a quien encontraron amarrado con el “Hato”. Este ayudó a la captura de todos aquellos. Como mensajera de los sublevados estaba la popular “cayuche” que iba y venía de San Pedro al Palacio Municipal. Por estar complicados fueron reducidos a presión los señores Ramón L. Zurita, Ramón Casanova, por haber sido partidarios del Lic. Casanova. Se supone que los hermanos del Lic. Casanova estaban complicados, porque los Mollinedo gritaban ¡se rajaron los Casanova!.15

1912

“EL INSTITUTO TEAPA” DOS AÑOS CON EL PROF. JOSÉ OCHOA LOBATO

El 30 de Julio de 1912, después de haber terminado los años terceros y cuarto de primaria en el Instituto Hispano Tabasqueño, bajo la dirección de los profesores Gurdiel Fernández y Caparroso fui a pasar los dos meses de mis vacaciones a la finca de San Idelfonso.

El 17 de septiembre de 1912 me inscribí como alumno del quinto año en el Instituto de Teapa, Colegio de Primaria Superior, dirigido por el profesor Normalista José Ochoa Lobato con la cooperación económica de los padres de familia Manuel Beltrán Wade, Avelino Brindis, Regulo Rosado, Dr. Alejandro Luque, Julio y Feliciano Padrón, Dr. José María Rosas, Margarito Landero, Eugenio Quintero.

El colegio para barones fue instalado en la casa en donde hoy es la Plazuela Lic. Lorenzo Calzada; el de niñas en la calle Eduardo de Cárdenas. En el de barones había también internado, todo bajo la dirección de profesor Ochoa y como maestros a los profesores Nicolás Izquierdo, Gil Segundo Gil, María Dolores y Consuelo Pérez Oropeza, Terencia y Amelia Rodriguez y como maestro de Ciencias Naturales al profesor Williams Gugelman, sabio naturalista que tenía a cargo la catedra de francés; el sacerdote español Gregorio Alfaro que daba inglés y Alberto Tarasco pintor español la de dibujo.

Fueron alumnos de este colegio los siguientes: Adelor D. Sala, Gustavo, Gustavo Ezequiel, Ramiro Beltran B, Welio Dominguez, Jose Lopez Casanova, Hector L. Prats, Obelio P. Sala, Romeo Padron, Alfredo Rojas, Rafael Belchez, Ramon y Jose Perez Bastar, Arturo Contreras, Ruben y Dorilian Quintero, Pablo y Gustavo Prats, Carlos y Manuel Roca, Rogelio Sala, Jorfe Bastar, Alejandron Brindis, Andres Palavicini, Arabey Landero, Francisco Rique, Tomas Calcaneo, Luis Guzman, Cliserio Díaz, Felipe Pérez, Manuel Fuentes, Andres Herrera, Cesar Aguilera y otros mas que lamento no recordar: Como alumnas y compañeras recuerdo a Alicia y Berta Rosas, Norita Quintero, Conchita Herrera, Ines Padron. En primearia elemental a Angelica Prats, Maria Victoria y Guillermina Rosado, Marieta y Virginia Fuentes, Trini Herrera, Ana Dolores Palavicini, Conchita y Esther Padilla, Lupe Calcaneo, Maria Fidelia Luque, Estela Alvarado, Josefina Beltran, Lucerito y Carolina Calzada, Elmira y Etelvina Padron, Hermelinda Rubin, Gloria Medina y Andrea Brindis.

El colegio de niños que se establecio en las calles de Eduardo Cardenas duro un año dado que en 1913 se unio al de niñas y radico en lo que hoy es la casa del Sr. Francisco Inchaustegui.

El año de 1913 fue de grandes acontecimientos políticos para Teapa y para el Instituto de Teapa del Profesor José Ochoa Lovato, llegando hasta nosotros la noticia del cuartelazo de los Generales Félix Díaz, Bernardo Reyes y Manuel Mondragon; a continuación la traición del general Huerta y el horrendo asesinato hecho por este con don Francisco I. Madero y don José María Pino Suárez. Acto continuo se inició en Teapa el movimiento de tropas federales y al iniciarse la revolución carrancista de la Chontalpa, y en 1914 en abril el bombardeo y toma del puerto de Veracruz por los americanos, agresión que despertó gran patriotismo entre los alumnos más grandes. El teniente José Ornelas, Jefe del Destacamento Federal tomó un cuerpo de voluntarios con la cooperación de don Andrés Quintero Carrillo y la juventud de Teapa unidos a los alumnos del colegio recibieron instrucción militar. Todo quedó en suspenso a consecuencia de los tratados de paz en Niagara Falls, Estados Unidos, quedando Veracruz en poder de los gringos.

A fines del mes de junio de 1914, se llevaron a efecto los exámenes en el colegio; fueron nuestros sinodales los doctores José María Rosas y Ramón Medina, el profesor Marcos E. Becerra que llego de San Juan Bautista como invitado y el profesor Juan María Lievanos y don Manuel Beltrán Wade. Al terminar los exámenes, el profesor Ochoa Lobato traspaso el colegio al culto maestro Gil Segundo Gil quien logro sostenerlo durante el turbulento año de 1914-15.

El ocho de septiembre Salí a San Juan Bautista en compañía de Ramiro Beltrán embarcándonos en el motor el “Señorito”, perteneciente al Lic. Leandro Duque de Estrada; por haber entrado los Carrancistas a San Juan tuvimos que regresarnos iniciando octubre un nuevo viaje.

1913

Como manifestación de adelanto, no debida a gestión del gobierno si no a la iniciativa particular, consignare aquí la inauguración llevada a efecto en la ciudad de Teapa, el 16 de septiembre próximo pasado, de dos colegios para varones y señoritas, dirigidos por el entendido profesor don José Ochoa Lobato, en los cuales se imparte la instrucción elemental superior. Estos colegios obtuvieron su incorporación a la enseñanza oficial., e igualmente la obtuvo otra escuela que abrió en la misma ciudad la profesora Rita Martínez de Escobar de Sánchez Rubio.16

1915

EL GRAL. FRANSISCO J. MÚJICA. TEAPA CAPITAL DEL ESTADO.

El mes de octubre de 1915, arribó a Teapa el General Francisco J. Mújica, Gobernador y Comandante Militar de Tabasco, quien vino en busca de mejor clima para sus tropas y estableció en Teapa la capital del Estado. Sus soldados enfermos de viruelas fueron trasladados al Lazareto abierto en la Finca Santo Tomás, frente al Mercado.

Como Secretario de Gobierno vino el Subsecretario, Licenciado Francisco J. Santamaría. La casa que sirvió como Palacio de Gobierno fue en donde estuvo la “Súper Carnicería”, anteriormente y hoy los billares.

Estando en Teapa el General Mújica se llevó a efecto la primera incineración de santos de la Parroquia, y se inició la construcción del Ferrocarril de Teapa a San Antonio, paso o embarcadero de los motores de carga y pasaje, a Villahermosa, trabajo que estuvo bajo la dirección del Ingeniero Joaquín Pedrero Córdova, cuyo plano dibujó en el corredor de su Quinta “Eureka” y duró allí muchos años.

Estando en Teapa el General Mújica, se expidió el Decreto Núm. 111 de su gobierno, por el que se le cambó el nombre a la capital del Estado de San José Bautista por el actual de Villahermosa, nombre que llevó anteriormente hasta el 27 de Octubre de 1826.

Decreto 11 del Gobierno del General Mújica:

Primero: queda derogado el Decreto 27 de Octubre de 1826, expedido por el Congreso del Estado y por el cual se quitó a la antigua capital de este antiguo nombre de Villahermosa, sustituyéndose por el de San Juan Bautista.

Segundo: se restituye a la Capital del Estado de Tabasco, su legítimo nombre de Villahermosa.

TRANSITORIO:

Este Decreto principiará a regir desde la fecha de su publicación.

Por tanto, mando se imprima, publique y circule, para su debido cumplimiento y efectos.

Dado en la Ciudad de Teapa, Tabasco a los tres días del mes de Febrero del año de mil novecientos dieciséis. El Gobernador y Comandante Militar, General Francisco J. Mújica.- por el Secretario General, el Sub-Secretario Lic. Francisco J. Santamaría…….”

El General Francisco J. Mújica entró a Tabasco por la barra dos Bocas y ordenó que los 700 soldados de Infantería de Marina que trajo, iniciaran el avance por el Plan Chontalpa, los soldados vestían azul. Entre la oficialía venían un tal Cavazos, Luis Gómez Villaseñor, un tal Magaña el después General Manuel Fernández Escobar, Ernesto Aguirre Colorado y el Dr. Ciro Pomoca Morales.

Como Mayor Medico Militar en Villahermosa le hizo entrega del gobierno el Crel. Aquileo Juarez, su secretario fue el Lic. Aureliano Colorado y Subsecretario el Lic. Francisco J. Santamaría.

Por encontrarse muy enfermo, sus soldados, el Gral. Mújica se trasladó a Teapa, declarando a esta ciudad capital del Estado. Aquí se llevó a efecto la segunda quemazón de santos. Recuerdo esto yo lo ví que, un grupo de señoritas formado por SOLEDAD PEREZ BASTAR, Chonita González Maldonado, las hermanas Lucía, Conchita y Lupe Calcáneo fueron a entrevistarlo para evitar la incineración y Mújica las recibió estando en calzoncillo. En Teapa expidió el decreto declarando a Teapa Capital y el cambio de nombre de San Juan Bautista por el de Villahermosa. En esta incineración de santos fue quemado el señor de las Lluvias que existió desde la época colonial. El primer reparto de tierras en Tabasco lo hizo el Gral. Mújica en Jonuta con la finca el Chinal, es decir que el Gral. Mújica fue el iniciador del Agrarismo en Tabasco.17

1915

COMO MURIÓ UN VALIENTE TEAPANECO, NARRADO POR FRANCISCO DE LA CRUZ RAMOS

Federico Urbina Castro, hijo de don Federico, llamado Federiquillo, fue a presentarse a San Juan Bautista, confiando en que le respetarían la vida. Una tarde en que me encontraba con otros compañeros del Instituto Juárez, platicando, entró éste por la entonces calle de la Libertad montando a caballo, y como mi padre tenía muy buena amistad con su familia, le hice ver el peligro en que se encontraba si se entregaba a las fuerzas del gobierno, le supliqué que regresara, pero insistió en que su pariente, Rodrigo Castro Palavicini ya le había arreglado su amnistía y fue derecho a la Inspección de Policía a entregarse a Sosa Torres y a Aquileo Juárez que eran entonces los mandones.

Mi inolvidable amigo el escritor Pichucalqueño Francisco Cruz Ramos que fue testigo presencial y que describió el relato del fusilamiento de Federico, narra con veracidad como se llevó a efecto. También al que escribe, que entonces estudiaba en el Instituto Juárez siguió al reo con otros compañeros hasta la puerta del cementerio.

El 29 de Agosto de 1915, un pelotón de soldados de la Brigada Mújica a las órdenes del Capitán Calvo, que se casó en Teapa con Oralía Zozaya hija del profesor y director de la Banda de Música de Teapa, fue el que se encargó del pelotón de soldados y de conducir a Federico al panteón. Detrás de ellos nos fuimos los estudiantes y allí mismo iba Cruz Ramos, que formó parte de la brigada Teapa con el Dr. Navarro, médico práctico encargado del LAZARETO DE VIRULENTOS en Santo Tomás.

Vivíamos, dice Cruz Ramos los días azarosos del periodo Preconstitucional en que dos tendencias opuestas se debatían bajo el cielo gris de la patria; la revolución que trataba de afianzarse para imponer sus postulados; y los enemigos, que siguiendo la conocida máxima de Maquiavelo, querían dividir para triunfar.

Resignado con su suerte el reo caminaba por la calle, sereno e inmutable, saludaba de vez en cuando. Saludos que eran contestados con una ligera inclinación de cabeza en señal de conmiseración.

Los balcones y aceras estaban apretujadas de curiosos que deseaban conocer al sentenciado a su paso por la primera y segunda calle, Constitución, mientras otros formando un cordón humano y el que escribe con ellos, seguíamos al prisionero. Federico erguido, con su sombrero charro de fieltro tirado hacia arriba, parecía que no iba a morir sino que iba a un desfile triunfal.

A Súplicas de Don Isaías Brito, la escolta hizo alto en su tienda y éste obsequió una cerveza a Federico la que tomó tranquilamente y sonriente, dándole las gracias a Don Isaías como si fuera a volver.

El pelotón siguió su marcha y dejando a un lado la carretera de Atasta, dobló hacia la derecha parándose frente a la puerta que dice “Silencio”. Federico fue colocado pegado al muro derecho. El Capitán Calvo le preguntó si deseaba algo: “Deseo, dijo Federico, que no me venden los ojos porque quiero ver la muerte de frente”. Perfectamente, dijo el Capitán…¡Ah, qué ser posible mejor me fusilen adentro para evitar la curiosidad pública”. En esto no puedo complacerlo dijo Calvo, por haberse citado ya en la ORDEN DEL DIA el lugar en donde debe cumplirse la sentencia. Entonces dijo Urbina, quiero hacer una pregunta al público, levantando la frente como si buscara a algún conocido dijo ¿Hay entre los presentes alguien en Teapa que conozca a mi padre que vive allá? Yo, contestó un hombre de avanzada edad. Ruego a usted dijo Urbina le entregue mi sombrero y dígale que lo conserve como un recuerdo de su hijo Federico creyendo éste tal vez que aquella prenda personal podría ser motivo de un hijo tan valiente. Federico vuelve a hacer otra petición. Capitán como no tengo aquí familiar que recoja mi cadáver y ni quien se interese por él, quiero suplicar a usted la misión de encenderme estas cuatro velas, y sacándolas de la bolsa de atrás se le entregó al militar. Sumamente impresionado Calvo del valor Urbina. Tomó las velas y aceptó gustoso el fúnebre encargo. Inmediatamente se oyen las voces de mando, Federico se yergue altivo desafiando la muerte, sus pectorales se ensanchan al escuchar el preparen, apunten…¡Fuego!…cinco máuseres vomitan cinco balas en el pecho de Federico, al que gira a la derecha sobre sus talones cayendo con los estertores de la muerte. Para que no sufras más dijo Calvo dándole el tiro de gracia.

Pero el valor de Federico no solo fue a la hora del fusilamiento. Cuando el Coronel Ruiz llevó a la prisión el expediente para recoger del procesado su última firma contestó Urbina “Me salvo no me salvo Coronel”. Su caso está perdido dijo éste.

¡De manera que debo firmar por última vez SI señor. Entonces procuraré que ésta sea mi mejor firma, y como si se tratara de un calígrafo, Federico hizo su mejor firma.

Ya para finalizar el año de 1915 dice Cruz Ramos, una tarde me encontraba en la peluquería esperando mi turno, cuando llegó Don Federico el padre de Federiquillo, y yo para saber si el sombrero charro de fieltro había llegado a su poder le pregunté si lo había recibido y me contestó: “Caballero, yo no tengo hijos bandidos”. Este viejo que usted ve, ha sido honrado. Con este arco de violín he sostenido a mi familia y la sostengo hasta la fecha. Mi norma ha sido el respeto a la sociedad y a lo ajeno. Muy apenado le dí las excusas a aquel padre excepcional. Los padres casi siempre compadecen a sus hijos calaveras y descarriados y la verdad es que no se si admirar más la honradez de don Federico a el valor del hijo, cuya muerte es digna de admirar. Así murió un teapaneco que peleó con Superano uno de los más valientes revolucionarios carrancistas de la Chontalpa. 18

1916

EL GENERAL FRANSISCO J. MÚJICA ENTREGA EL GOBIERNO AL GENERAL LUIS FELIPE DOMINGUEZ

Estando de Gobernador el Gral. Mújica fue nombrado por don Venustiano, Gobernador el Gral. Domínguez, para que sustituyera a Mújica, fue a visitarlo al Palacio de Gobierno, y le presento el oficio de Don Venustiano y Mújica le pidió ocho días de plazo para arreglar sus papeles, se cumplió y le pidió otros ocho días más, se los concedió el General Domínguez, al cumplirse el plazo convenido, Domínguez ordenó a su estado mayor se alistaran para ir al palacio, salieron entre ellos iba el Lic. Rafael Martínez de Escobar, y este iba platicando al General Domínguez, “yo creo mi General que no le va a entregar el Gobierno, púes se dice en varios círculos que volvió a mandar cien mil pesos más para que por medio de Aguirre Berlanga y el niño bonito Juan Barragán, pero no aceptaron. El General no se inmutó contestándole al Lic. Escobar, es posible tal vez, llegan al palacio y después de los saludos de rigor dijo el General Domínguez, vengo para que se me haga entrega del Gobierno del Estado y de la Comandancia Militar, y Mújica contestó, no entrego ni una ni otra cosa, entonces el General lo tomó del brazo y le dijo, es usted mi prisionero por rebeldía al Supremo Gobierno de la Nación, Mújica se quedó mudo y al rato ordenó a uno de sus ayudantes que se reunieran todos los empleados para hacer la entrega, la cual se verificó sin novedad el 26 de Febrero de 1916. A la sazón el Teniente Coronel Maximiliano Zurita se encontró en la calle con el Coronel y Licenciado Mora, que era uno de los que desde la Tribuana injuriaba al pueblo tabasqueño, entre los insultos les decía “Tabasculos”. Al verlo Chimiano le pegó un grito diciéndole hijo de María Santísima, saque su pistola que nos vamos a matar por las injurias al pueblo de Tabasco, como éste se quedo asustado, Chimiano que estaba indignado le dio una paliza que lo recogieron en camilla, se lo llevaron al hospital, al poco tiempo supimos que estando en Puerto México, se pegó un balazo estando con el Gral. Mújica.

El Gral. Domínguez, al tomar las riendas del Gobierno lo primero que hizo fue por todos los medios invitar a los cabecillas a que se rindieran, que vinieran a colaborar con él, su contestación fue el silencio, entonces se valió de emisarios, contestando negativamente. Estos estorbaban a la agricultura, la ganadería y a todos los trabajadores, engreídos como estaban, pues no se les había hecho compañía formal.

Para combatir a los rebeldes fue nombrado el Coronel Leonides Domínguez, que se encargó de la Campaña del Trapiche, campaña que doy a conocer por separado. 19

1918

CAMPAÑA ELECTORAL DE LOS ROJOS Y AZULES, EL CORONEL LEONIDES DOMINGUEZ EN TEAPA.

En abril de 1918, estando aun en el gobierno el General Luis F. Domínguez se inició en Tabasco la primera contienda electoral para que los pueblos eligieran el primer gobernador constitucional. Dos generales de la Revolución, uno de la chontalpa Carlos Greene, y otro de los ríos el general Luis F. Domínguez, se lanzaron como candidatos, el primero con el distintivo rojo y el segundo con el azul, como jefe de campaña del general Domínguez figuró el culto abogado Joaquín Ruiz y como jefe de Greene el Lic. Rafael Martínez de Escobar.

Como oradores figuraron de parte de los rojos el Lic. Rafael Martínez de Escobar que fue asesinado en Huitzilat y de los azules Marcos Ruiz Collado, asesinado en Cunduacán, los que esgrimieron el insulto y el ataque venenoso para desprestigiar a uno y elogiar al otro candidato. Las pasiones se desbordaron como un torrente en mano y el odio entre familias culminó, no sólo en ofensas, sino en verdaderos combates con garrotes. Fue el despertar de un pueblo que no conoció en treinta años lo que era una elección libre y popular. Desgraciadamente la voluntad popular no fue respetada y una minoría apoyada por la fuerza militar impuso el General Greene, siendo los azules encarcelados, asesinados, y muchos emigraron a otros estados y la capital de la república. Dos partidos se formaron en Tabasco que postularon a ambos candidatos: el radical y el liberal con sus respectivos periódicos “el Radical” dirigido por Cesar Jiménez Calleja y “el Liberal” por el Lic. Lorenzo Calzada. En Teapa el partido Radical fue fundado por Rufino Rubio y se afiliaron a él los que en Teapa habían sido partidarios de Carranza, figuraron aquí los Pedrero, los Salas, los Beltrán, los Bastar y algunos artesanos. El Liberal lo encabezó el liberal Calcáneo y Fdo. Mendoza y se agruparon a su alrededor el ochenta por ciento de la población que simpatizó con el General Domínguez. Las paredes fueron tapizadas de propagando roja y azul, los partidarios de uno y otro portaban botones fotográficos de sus candidatos y usaban lazos azules las mujeres simpatizadoras de Domínguez, cada domingo había mítines en el Kiosco del Parque y los cohetes voladores y las marimbas alegraban el ambiente político.

Alrededor de esta situación política se cernía la amenaza de los rebeldes de Ramón Ramos que llegaban con frecuencia hasta el río Pichucalco y después hasta las fincas del bajo Teapa. Para resguardarse, en esta zona fue destacado el 10° regimiento de caballería al mando del Crl. Leonides Domínguez, quien muy pronto se captó las simpatías de los azules por ser el hijo del General Domínguez, vinieron a Teapa, el Mayor Mario Domínguez, el Coronel Toachi, el Capitán Marcos Bertruy, el Capitán Roy, el Capitán Orozco, el Teniente Félix Gómez, Oficiales algunos que sus familias cultivaron amistad en Teapa. La estancia del Coronel Domínguez fue para Teapa una época de fiesta pues muy a menudo se celebraban bailes y paseos campestres a caballo. El Coronel Leonides apuesto militar con sus bigotes estilo káiser, montando muy buenos caballos y luciendo plateada silla negra y vestido de charro era motivo de atención los domingos dentro de esta estampada militar existió el temor de un ataque rebelde, y con este motivo el coronel Domínguez construyó Fortines en Teapa, uno al sur, y el otro al norte y cercó la parroquia de alambrada por lo que el ¡alto ahí, quién vive! Se escuchaba todas las noches.

Muchas probabilidades habían de un triunfo definitivo para el General Domínguez, pero las influencias que ejercieron ante don Venustiano Carranza, el Lic. Santamaría, José D. Ramírez Garrido, Alcides Caparroso, Fernando Aguirre Colorado y Nicolás Aguilera, y otros más, comisión que fue a México e hizo que don Venustiano Carranza pusiera aquí jefes de operaciones, que como los generales Heriberto Jara y Carlos A. Vidal impusieran por medio de las armas el General Greene en el Gobierno el Gral. Greene, al Crl. Domínguez lo cambiaron con su 10° regimiento Pichucalco, Chiapas.

Como candidato a Presidente Municipal en Teapa figuró el Doctor Ramón Medina postulado por ambos partidos, por lo que su triunfo fue un hecho. El Doctor actuó algunos meses, pero ante amenazas de un posible atropello de los rojos, pidió su licencia y terminó su periodo el herrero Anastasio Martínez. En esta época apareció en Teapa la terrible epidemia llamada Influencia española o TRANCASO, la que transformo a Teapa en una ciudad muerta, en que sólo se veian por las calles una que otra persona en busca de medicina, comida, ropa o dinero, o en busca de cajas para muertos. 20


14 ROSADO G. MANUEL. (1976). Alto ahí, ¡Quién Vive!. Págs. 54. Imprenta “El Arte”. México D.F. 15 ROSADO G. MANUEL. (1976). Alto Ahí, ¡Quien Vive!. Págs. 55 y 56. Imprenta “El Arte”. México D.F . 16 Gobierno del Estado de Tabasco. “Tabasco a través de sus Gobernantes 1902-10” Volumen 1. Biblioteca Básica Tabasqueña. México. 17 ROSADO G. MANUEL. (1976). Alto ahí ¡Quien Vive!. Págs. 130 a 132. Imprenta “El Arte”. México. D.F.. 18 ROSADO G. MANUEL. (1976). Alto ahí ¡Quien Vive!. Págs. 133 a 136. Imprenta “El Arte”. México. D.F. 19 19 ROSADO G. MANUEL. (1976). Alto ahí ¡Quien vive!. Págs. 139 y 140. Imprenta “El Arte”. México. D.F 20 ROSADO G. MANUEL. (1976). Alto ahí, ¡Quién Vive!. Págs. 141 a 143. Imprenta “El Arte”. México D.F.

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