Teapa ayer. 13va parte
Emilio Antonio Contreras Martínez de Escobar PANGA SOBRE EL RIO TEAPA (2) Salvador Pérez Barajas, originario de Jacona, Michoacán, nacido el ocho de abril de 1926, hijo de los señores Ignacio Pérez y Luisa Barajas, casado con la señora Rosa Nelly Mazariego López. Durante su niñez combina sus estudios, realizando labores agrícolas con su familia, […]
16 de noviembre de 2019

Emilio Antonio Contreras Martínez de Escobar

PANGA SOBRE EL RIO TEAPA (2)

Salvador Pérez Barajas, originario de Jacona, Michoacán, nacido el ocho de abril de 1926, hijo de los señores Ignacio Pérez y Luisa Barajas, casado con la señora Rosa Nelly Mazariego López.

Durante su niñez combina sus estudios, realizando labores agrícolas con su familia, huérfano de padre ayuda a sus hermanos mayores en los cultivos de frutas y hortalizas, en una parcela familiar y en su adolescencia se desempeña como ayudante en un restaurante; llega a Teapa en compañía de su hermano doce años mayor, Jesús Pérez Barajas, en el año de 1948 y logra unirse al equipo que construye el ferrocarril donde labora durante varios años.

A su salida de ferrocarriles, él trabaja en la elaboración y venta de helados, pues era muy común ver a don Salvador ir y venir de la Estación del Ferrocarril al centro de la ciudad con su carrito de helados, los cuales vendió hasta su fallecimiento el 12 de noviembre del año 2002.

Miguel Ramón Hernández Torres, originario de Villahermosa, Tabasco, nacido el día veintinueve de Septiembre de Mil Novecientos veintiocho, casado con la señora Bertha García Iparrea, hijo de los señores Ezequiel Hernández Torres y Salome Torres Manuel comerciante, Procreó tres hijos Matilde, Salome y Ezequiel todos de apellidos Hernández García.

Gustavo Calzada Pérez, nacido el 28 de abril de 1928, en la ciudad de Teapa, Tabasco, hijo de los señores Gustavo Calzada del Águila y Dora Pérez Palavicini, soltero. Inicia su actividad laboral, como aprendiz en las oficinas de Ferrocarriles Nacionales del Sureste, posteriormente ingresa al taller mecánico donde permanece laborando por varios meses, tiene la oportunidad de aprender a manejar motores y se convierte en motorista; al salir de ferrocarriles se va a la Ciudad de México en donde radica otra temporada, y posteriormente tiene una corta estancia en California donde regresa a su tierra natal y se dedica a la venta de algunos productos.

Francisco Calzada, nacido el 23 de octubre de 1926, en la ciudad de Teapa, Tabasco, hijo de los señores Gustavo Calzada del Águila y Dora Pérez Palavicini, casado con la señora Consuelo María Melo Calcáneo. Desde chico inicia su actividad laboral en las ventas de empanadas, bolero y logra aprender mecanografía, lo que le da la oportunidad de entrar de ayudante de checador y pagador desde los 16 años en los ferrocarriles nacionales del sureste, donde labora por espacio de varios años para luego salir de esa empresa e instalar una carnicería que era de los negocios más prácticos en esta región, haciéndolo asociado con el señor Manuel Llergo Heredia, Pedro Cano Resendez, su primo Víctor Calzada Hernández, Agustín Calzada, dedicándose también con ellos aparte del negocio de carnicería a la compra y venta de ganado. En el trienio donde preside Oscar Llergo Heredia de enero de 1992 a diciembre de 1994, la presidencia municipal, es designado suplente del primer regidor, durante ese mismo trienio. Fue aficionado al béisbol y a las peleas de gallos.

Mientras el tiempo transcurre, las líneas del ferrocarril avanzan, muchos vienen buscando la oportunidad de trabajo o fortuna, a este bello rincón de la sierra tabasqueña, los comercios florecen, Teapa crece y con ello se va dando paso a la conformación de asociaciones, uniones de taxistas, comerciantes, agricultores o ganaderos, la brecha entre la estación del ferrocarril y el centro de la ciudad, que antes era o se veía tan lejos, se acerca y como antaño, que solo existía el centro de la ciudad y sus antiguos barrios de Tecomajiaca y Esquipulas, ahora va naciendo otro asentamiento urbano del cual saldrán enormes colonias, de esta ciudad.

Vale la pena compartir, el prólogo del libro “Lira de Amor”41 en el que, se retrata de manera sencilla y profunda, a nuestro Teapa, en las décadas de 1940, 1950 y 1960, que sin lugar a dudas despertaron verdadera inspiración de propios y extraños y personas como Don Torcuato Brindis de la Flor, quien describe de manera hermosa el pasado inspirador de este terruño, el cual siempre valdrá la pena mantener fresco en la memoria de todo Teapaneco, como fue y como transcurría la vida en este nuestro municipio, por ello me permito compartir tan hermoso relato del autor de “Lira de Amor”.

“… El hombre tiene la hermosa facultad de detener el tiempo y con el recuerdo, volver a vivir con sugerente emotividad, hechos y cosas que pertenecen al pasado.

TEAPA. Te llevo en mi alma y te grito mía, porque allí nació mi madre y mi padre en Jalapa, quién muy joven llegó a mi querido pueblo. Para mí el Puyacatengo, Tecomajiaca, Esquipula, el Mure, sus cerros y su Gruta, son a modo de crisol tabasqueño el que me fue dando el temple escalonado a mis pasos titubeantes de niños y el conformamiento a mi cuerpo de joven y a mis inquietudes Revolucionarias por las que tantas veces sufrieron mis viejos.

En Teapa. La Sultana de la Sierra, nacieron para honra y gloria de Tabasco, hombres nobles, leales, sinceros y abiertos que todo lo dieron sin esperar nada, ni siquiera la sonrisa o el recuerdo. Como poder olvidar al Dr. José María Rosas, que a fuerza de tantos desvelos, estudios, ensayos, pruebas y perseverancia de Santo encuentra el remedio “ELIXIR ANTIVIPERINO” para evitar la muerte por mordedura de la temible NAHUYACA.

Capitulo por separado merece el doble galeno Don Ramón Medina. Fiel en toda la extensión de la palabra, al juramento de Hipócrates, se dedicó a curar sin esperar el pago correspondiente, de día y de noche siempre estuvo presente con toda persona que lo necesitara. Fue un protector incansable para todos los humildes.

Persona importante en el Teapa de aquellos inolvidables tiempos lo fue Don Tiburcio Palavicini, que como encargado del telégrafo, era el portador de las noticias buenas o malas que la gente tranquila de mi Teapa, esperaba y recibía con alegría o desengaño. Los Palavicini fue una de las familias más numerosas de aquella época.

Los hermanos, Adán y Evaristo Palavicini, el comerciante, paso como uno de tantos, no así el TINTERILLO que con aire de gran señor se daba gusto vistiendo elegantemente y de acuerdo a la moda, bastón en ristre y cigarrillo a flor de labio, recorría con tranquilas calles de Teapa.

Los casanova fueron una de las familias pudientes de Teapa y, parientes, Ernesto, Santiago, Ramón, Higinio y Gustavo, el más popular por aquellos días lo fue el padre de Guillermina y Gladys, las dos más hermosas muchachas de Teapa que hacían suspirar, soñar y despertar amargamente a los que soñaban con sus besos. Don Gustavo era el suegro a conquistar.

El matrimonio de las bellas muchachas fue uno de los acontecimientos de más relieve de Teapa. –Guillermina se casó con Eduardo Pedrero, todo un caballero y amigo y, Gladys con Jorge Calzada. Dos hogares felices que fundaron la dinastía con el abolengo de sus nombres y los principios morales de familias intachables.

De familia de Calzada tengo que narrar un hecho doloroso y triste, que dejo honda huella de pesar en el corazón de Teapa.

La Revolución mexicana que encarnó ideales nobles y bellos, no pudo separar la bestialidad de los hombres que no supieron interpretarla. Es así, como Don Pedrito Calzada fue asesinado por las fuerzas federales en 1924, a pocos kilómetros de la salida del pueblo. Igual suerte, horrenda y lastimera, corrieron sus hijos Julián y Efraín de solo trece años de edad. Triste muy triste, como queja, como llanto, fue el tañir de las campanas, que se unían al dolor inmenso de aquella sangre mártir. Año con año se revivió su memoria y en mis días ausentes de Tabasco los recordé siempre, como lo hago en mis palabras escritas con el corazón duro y templado de mis ochenta años.

Como la vida sigue su curso, Teapa, poco a poco fue curando la herida y entre jugarretas mil y la charla amena y juguetona de mis años mozos, seguí atento a la vida de mi pueblo.

Recuerdo a Don Chano Padrón, no por agricultor y mucho menos por rico, ya que la riqueza que más le codiciaban propios y extraños, era la belleza de sus hijas, por lo que Don Darvelio Asmitia Hernández, no dudó en lo más mínimo hacerlo su suegro casándose con una de las hermosas muchachas. De la familia Padrón también recuerdo a don Julio el FARMACEUTICO, el coco de la muchachada de aquellos días que tenían que tomarse las medicinas en papeles o cucharadas preparadas, a petición de las solicitas madrecitas que deseaban el pronto alivio de sus retoños.

Por aquellos días, la Semana Santa era llevada a cabo con un ritual muy apegado a las primeras enseñanzas de la religión católica y si el jueves y viernes santos significaban respeto y tristeza. El sábado de gloria era todo lo contrario: los abrazos, los saludos y la alegría plena volvían a entrar en calor.

Se daba por sabia enseñanza, que los matrimonios que se llevaban a cabo el sábado de gloria, tenían dicha y felicidad imperecedera. En mi tierna edad de niño, estando presente en el matrimonio de Chole Pérez y Salomón quintero, me hice el juramento de que llegada para mí la hora del casorio, lo haría un sábado de gloria.

Corrieron para mí los años, como lo hicieron las aguas ondulantes y traviesas del río de mi pueblo y en 1944, después de un largo peregrinar, el sábado de gloria de ese año, me uní en matrimonio con mi dulce, hermosa, fiel y abnegada esposa, María de los Ángeles Priego Romero, una de las mujeres más guapas que en jalapa hayan nacido.

Retomando el camino de los recuerdos vuelvo a mis años mozos y recuerdo con deleite especial, a dos comerciantes que solícitos se disputaban la clientela, Don Pantaleón Inchaustegui, que más convencía por su lengua suelta de platicador incansable, que por la calidad de los productos que vendía. Figura opuesta, lo era don Cayetano Valencia, que deshacía en buenas maneras y trato para toda la clientela.

De los hermanos Lorenzo y Manuel Beltrán, el primer rico comerciante y recuerdo con respeto a Don Manuel, ya que su hijo Ramiro Beltrán Bastar, joven revolucionario con empuje y carisma, fue asesinado en Ixtapa, Chiapas, por la cobardía de un mequetrefe que se decía general, de apellido Alonso, rindiéndose sin haber disparado un solo cartucho en defensa de su causa o de honor de hombre, que de soldado nunca tuvo nada.

Muy comentada fue la muerte de Don Ramón Alfaro, que en una travesía de Veracruz a Frontera, hecha de aquellas endebles embarcaciones, a la que solo el poder de Dios salvaba de la furia de los mares, fue tragada por el mar muriendo él entre la mayoría de los tripulantes.

Populares y conocidos a cortas y largas distancias, fueron los hermanos Rubio, los estilistas de la época, famosos como peluqueros y también lo fueron como músicos.

Como político de altura destacó el Lic. Demófilo Pedrero, que fue senador de Tabasco en la Cámara Alta, sin faltar los puestos de responsabilidad que a la Jurisprudencia corresponden.

No menos loable y bella fue la obra del Ing. Joaquín Pedrero, cuyo trabajo incansable estuvo ligado al establecimiento del ferrocarril del Sureste. –Don Prisciliano Sala, dueño de la quinta más hermosa situada a la salida del pueblo. – De Don ramón Zurita, guardo grata memoria, ya que fue quien le rento una casa a mi padre, en la que mis padres, hermanas, hermanos y yo pasamos horas, días, meses y años felices.

Cuando se nace hombre en toda la extensión de la palabra y los ideales justos y nobles por causa mejor, están en el corazón y coraje de los hombres, se deja todo para ocurrir a la cita con el destino.

Eso fue lo que hizo el Lic. Eduardo Cárdenas Pérez. Todo lo tenía y todo lo dejó, incluyendo la familia y la vida, para incorporarse a las fuerzas que comandaba el General Fernando Villar, quien atacó la guarnición de Teapa, al mando del teniente Bocanegra, quien sabiendo aprovechar el terreno y distribuir a sus hombre con amplio campo de tiro y a la vez abrigados al fuego enemigo, impidió que la guarnición cayera. Reagrupando a sus elementos espero a las fuerzas que llegaron a reforzarlo al mando del Mayor Salazar. Como Villar se retirara tomando el camino que va a la finca del Amor de Dios, el mayor Salazar salió en su persecución, dándole alcance en la citada finca, donde hubo un fuerte combate, resultando herido de gravedad el citado Mayor Salazar, lo que impidió la persecución del general Villar, quien salió huyendo con rumbo al estado de Chiapas.

He dejado pasar a la familia Brindis, porque a ellos me une la proximidad sentimental del apellido y de la sangre. Para todos ellos mi cariño y respeto. Abelino y Eduvigis Brindis Herrera, hermanos, y Marcos primo de ambos, los tres casados con tres hermanas de la familia de la Flor. Trinidad, Carmen e Isaura, Madre querida, hermanas de Don Manuel de la >Flor, mi tío, por parte de la rama, vaya mi recuerdo.

–Admiración y respeto para todos los hombres que formaron el tronco de las familias de Teapa. Don Chon, Don Lorenzo y Don Gustavo Prats, ricos agricultores. Don Eugenio Quintero, pilar de la familia del mismo apellido tan estimado como los doctores Nicandro Melo y Pedro Canabal. –A Orbelin Medina lo recuerdo de manera especial por la forma de su muerte, en que fue cobardemente asesinado por pillos humanos convertidos en bestias sedientas de sangre. –Don Pantaleón y Don Bernardo del Águila, con bella finca entre Teapa y Tacotalpa. Como olvidar a Don Pedro Calzada, padre del Coronel Villista revolucionario de hueso colorado de Humberto Calzada. –Tengo presente a Don Oscar Balboa y su esposa Dianita Córdova, siempre acompañados de Estrella Córdova su hermanita, que más tarde casara con Don Jesús Tapia.

Me es inolvidable la figura y persona de Don Antonio Figueroa, uno de los hombres con más edad, en mis días de niño. –Don Perfecto Guzmán, lo recuerdo como persona muy estimada en Tecomajiaca. –La numerosa familia de los Mollinedo, todas ellas dedicadas al comercio. –Don Régulo Rosado y Don Manuel Tellaheche, ricos agricultores de la región. Don Manuel estuvo ligado a la familia de Merino, de las más conocidas en el municipio. –Don Fernando Cano, uno de los agricultores más viejos y con descendencia muy numerosa. –Don Julio Sánchez, comerciante muy querido por todos los habitantes del pueblo, por las finas atenciones que dispensaba a su numerosa clientela. –Don Trino Salazar, dueño de la finca el Sumidero a quien mi padre frecuentaba en vías de negocios. –Don Carlos Sala, comerciante y arrendador de caballos. –Recuerdo también, al Dr. Alejandro Luque, con distinguida familia, padre de Almicar mi compañero de la infancia; con mis sentidas condolencias a sus deudos, por habérseme adelantado en el viaje sin retorno. Q. E. P. D. –Lamentando que muchas personalidades escapan a mi memoria, termino mis recuerdos con Don Alcalá Jiménez y Doña Chepita su esposa, padres de una familia muy querida y muy hermosa…”

Para el inicio del periodo de la construcción del ferrocarril del sureste, 1935, Teapa tuvo los siguientes presidentes municipales: de enero de 1934 a diciembre del mismo año, Obelio Sala Casanova; de enero de 1935, a diciembre de 1936, Darvelio Azmitia Hernández; de enero de 1937 a diciembre de 1937, Carlos Gutiérrez G.; de enero de 1938 a diciembre de 1939, José Pérez Bastar; de enero de 1940 a diciembre de 1941, Orbelin Medina Pardo; de enero de 1942 a junio de 1943, Andrés González Calzada; de julio de 1943 a diciembre de 1943, Luis Montalvo C.; de enero de 1944 a diciembre de 1944, Ernesto Simón Casanova; de enero de 1945 a diciembre de 1946, Regulo Rosado Díaz; de enero de 1947 a diciembre de 1949, Manuel Rosado González; de enero de 1950 a diciembre de 1952, Maximiliano Méndez, Cesar Melo Calcáneo, de enero de 1959 a 1961.

En el año de 1949, y debido al impulso generado por la construcción del ferrocarril del sureste, se empieza a sentir los beneficios de tan magna obra, y un hombre visionario, comerciante, empresario e hijo distinguido de Teapa, el señor Salomón Quintero Carrillo, inaugura en la esquina hoy formada por la Avenida Gregorio Méndez Magaña y la calle Eduardo Rosario Bastar el Café “La Parroquia”, en la que estuvieron presentes compartiendo ese momento el Ingeniero Jesús de Oyos Rodríguez, el Ingeniero Veloz, el Licenciado Gonzalo Beltrán Calzada, Joaquín Calzada Ruiz, Doctor Carlos Bastar Sasso, Lorenzo Calzada, Don Ramón Medina, Cristóbal Beltrán Padrón, Juan Cano, Ramón Pedrero Contreras, Trinidad Cano, Nicandro Salazar Medina, Manuel Estrada Romero, Ernesto Torres Carrasco, Marco Antonio Figueroa, Cesar Melo Calcáneo, Aníbal Pedrero Balboa, Abel Palavicini, entre otros.

Elías Balcázar Antonio, en su libro, “Tabasco en Dos Tiempos 1940-1960”, nos ilustra la inauguración del ferrocarril del sureste “…Por fin el Ferrocarril del Sureste fue inaugurado el lunes 29 de mayo de 1950; la inauguración se llevó a cabo por el presidente Miguel Alemán en la ciudad de Campeche. Esa ceremonia consistió en la fijación de un simbólico clavo de oro que el presidente de la República colocó en el último durmiente que se puso en la vía. El 27 de julio de ese año el presidente Alemán, a través del secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, Agustín García López, le envió al gobernador Francisco J. Santamaría un Clavo de Plata como símbolo conmemorativo de la inauguración del ferrocarril. Este clavo es una reproducción exacta de aquel de oro que clavó el presidente Alemán en la vía frente a la estación de Campeche. El clavo fue enviado en un estuche de plata; Santamaría dio instrucciones para que fuera colocado en una vitrina especial en el Museo de Tabasco, así como la carta que le envió el secretario. ¿Dónde quedaría ese clavo? ¿Quién se clavó ese clavo?

En su viaje a Campeche por el Ferrocarril, el presidente Alemán cruzó de Coatzacoalcos a la estación de Allende en el Ferry Michoacán; viajó en el tren presidencial conocido como “Tren Olivo”. El miércoles 24 de mayo llegó a la estación del 133 en Huimanguillo; las palabras de bienvenida se las dio el profesor Augusto Hernández olivé, de Paraíso. En esa estación el presidente Alemán entregó certificados de derecho agrario a una comisión representativa de los Comités Regionales Agrarios de Cárdenas y de Huimanguillo. Luego visitó Mezcalapa y en el poblado de San Manuel le dio la bienvenida Ramón Galguera Montuy a nombre de los habitantes del lugar. Esa noche Miguel Alemán cenó y durmió a bordo del tren Olivo para trasladarse al día siguiente a Teapa.

El jueves 25 y a bordo de un calamazo Santamaría fue a alcanzar a Miguel Alemán en la estación del 133, en Huimanguillo. Para ello el día anterior don Francisco viajó de Villahermosa a Teapa en la carretera que venía a inaugurar el presidente; en Teapa a bordó el calamazo. Ese mismo jueves 25 de mayo, a las 10:20:32 horas llegó Alemán a Teapa, a la estación de ferrocarril Morelia, a bordo del “Tren Olivo”. Además de su esposa Beatriz Velasco de Alemán lo acompañaban el gobernador

Francisco J. Santamaría; gobernadores de otras entidades; el Secretario de comunicaciones y Obras públicas, Agustín García López, de salubridad, Rafael Pascasio Gamboa; de Recursos Hidráulicos, Adolfo orive Alba y de agricultura Nazario S. Ortiz Garza. Todos acompañados de sus esposas. Vestido con un traje gris perla, al bajar del tren, Alemán fue recibido en el andén de la estación Morelia por el presidente de Teapa, Maximiliano Méndez. Después de una espera de más de seis horas y en un terrible día caluroso propio del mes de mayo en Tabasco, una multitud recibió con júbilo al “Señor Presidente”.

Con toda su comitiva el presidente se trasladó al centro de la ciudad de Teapa, donde se le tenía organizada una noche tabasqueña. Las palabras de bienvenida se las dio el diputado Cándito Rivera quien a nombre del pueblo tabasqueño le agradeció las obras realizadas por el régimen alemanista. Al día siguiente viernes 26 de mayo de 1950, temprano, entre nueve y diez de la mañana, Miguel Alemán procedió a inaugurar la carretera de Villahermosa a Teapa. Primero develó una placa de bronce con la inscripción conmemorativa donde aparecía su nombre en primer lugar, luego el del Secretario de Comunicaciones, el del gobernador Francisco J. Santamaría y el del director general de caminos, Armando Salinas. En términos estrictos, esta sería la primera carretera de Tabasco; asfaltada en su totalidad, supuestamente prestaría un servicio permanente a camiones y automóviles todos los meses del año. Sin embargo, el asfalto, precario en varios tramos, se fracturó y deterioró en numerosas ocasiones con las interrupciones correspondientes en el tráfico. Las demás seguían siendo caminos-carreteros, sin asfaltar e intransitables en época de lluvias.

Concluida la ceremonia inaugural, Alemán y su comitiva hicieron el viaje de Teapa a Villahermosa; el “Señor Presidente” viajó a la capital del estado en un automóvil gris que puso a su disposición Francisco Soberón Tuero. En ese carro lo acompañaron Francisco J. Santamaría, el general de brigada José Domingo Ramírez Garrido quien era Comandante de la XXX Zona Militar y el secretario de Comunicaciones, licenciado Agustín García López. Esa noche y en la Quinta “Isabel” se llevó a cabo un concierto y recital poético. Esa Quinta que fuera propiedad de Santamaría se la compró luego el gobierno del Estado y pasó a convertirse en la Quinta Grijalva, hoy el recinto oficial de los gobernantes de Tabasco. Se le ha llamado “Quinta Grijalva” a partir de un decreto del 22 de Septiembre de 1953. En ese festejo participaron las señoritas Rebeca Carrera, Carlota Sosa, María del Pilar del Espíritu Santo (Alicia DelaValle), la Morena Pavón Jasso, Argelia Cárdenas y Amparo Vega; Ramón Galguera Noverola actuó como maestro de ceremonia y declamó dos de sus poemas.

Al día siguiente, sábado 27 de mayo, Miguel Alemán regresó a Teapa por la recién inaugurada carretera y en la estación Morelia tomó el tren presidencial Olivo hacia la ciudad de Campeche. Como ya apuntamos, en la estación del ferrocarril de esa ciudad y en una ceremonia, sencilla pero de gran trascendencia histórica, el presidente Alemán inauguró el Ferrocarril de Sureste el 29 de mayo de 1950. Con motivo del Ferrocarril del sureste, don Pedro Ocampo Ramírez nos dice: “El Ferrocarril del Sureste, obra digna de mejores elogios, es como una arteria a la que hemos amarrado nuestras venas para poder palpitar simultáneamente con el resto del país. El ferrocarril nos unió al centro de la patria y la tarea pendiente se concreta a que los caminos vecinales unan entre sí a los dispersos poblados tabasqueños”. Sin duda que el impacto que el Ferrocarril del Sureste ejerció en toda la región modificó de manera sustancial la actividad económica y la vida social cotidiana de las personas… “42

En esa ceremonia, a que hace referencia Elías Balcázar, estuvieron presentes todos los empleados del ferrocarril y en esa quincena de pago refiere Rubén Contreras Caseres, empleado del taller de ferrocarriles del sureste, les pagaron con puras monedas ferrocarrileras, de $5.00 pesos, también comenta que el presidente de la república no pudo hacer uso del micrófono, porque un autoarmón corto los cables eléctricos que pasaban sobre la vía férrea, e interrumpió el sonido.

Teapa se encuentra insertado en esa actividad económica, las principales familias ejercen el eje económico en la ciudad y también en la estación del ferrocarril, como se le llama hasta la fecha, toda vez que ambas han quedado estrechamente vinculadas por la mancha urbana extendida desde 1950 hasta la fecha.

Los apellidos tradicionales, Pedrero, Calzada, Cano, Sala, Córdova, Caballero, Gurria, González, González Feo, Wade, Rovirosa, Casanova, Medina, Calcáneo, Melo, Tellaheche, Salazar, Pulido, Rosado, Beltrán, Sánchez, Iduarte, Palavicini, de Salazar, Prats, Rodríguez, del Águila, Inchaustegui, Resendez, Conde, Quintero, Bastar, Sasso, Mollinedo, Valencia, Méndez, Mazariego, Aguilar, Brindis, de la Flor, Balboa, Luque, Padrón, Díaz, Romero; muchos de estos apellidos, don Abel Palavicini, los llamo en su amplia investigación sobre los apellidos de Tabasco, con el adjetivo todos ellos de Teapa, pues fueron familias de raigambre teapaneca y muchos de ellos ejercieron actividades agrícolas como cacaoteros, plataneros, copreros, comerciales, empresariales, ganaderas y de los cuales se describe los siguientes:

En 1950, ya se celebraban las asambleas de socios de la Unión de Trabajadores del Volante de Teapa, la cual se encontraba conformada entre otros por Maximiliano Méndez Méndez, Joaquín Calzada Ruiz, Tomas Ponte, Fernando Roca Zosaya, Jesús Pedrero Contreras, Carlos Lincon Pérez Martínez, Carlos Landero García, Manuel Gómez Contreras, Cesar Mollinedo Sereno, Salomón Sánchez de la Cruz, Eduardo Zurita de la Cruz, Rodolfo Sánchez Mollinedo, Pablo Balboa Prats, Luis Alberto Medina Caballero, Julio Cesar González Romero, Carlos Casanova Mollinedo, Felipe Pérez Toca, Gonzalo Beltrán Calzada, Wilfrido Trinidad Valencia Reséndiz, Lorenzo Calzada Luna, José Pérez Toca, Armando Castillo McDonald, Gonzalo Quiñonez, Santiago Padrón Pérez, Ernesto Torres Carrasco, José Carrera, Manuel Sala Gómez, Agustín Roca Zosaya, Ramón Pedrero Contreras, Raúl Alfaro Reséndiz, Tito Brindis Landero, Nicandro Salazar Medina.

Las familias teapanecas con fuerte presencia en el municipio, las cuales encabezaron personajes de amplia solvencia moral, trabajadores, gente de iniciativa, que participaron activamente en el progreso del municipio en sus fincas ganaderas, cacaoteras, plataneras, en sus tiendas de abarrotes, ropa, calzado, armas, materiales de construcción, carnicerías, personajes políticos y demás sociedad teapaneca, de las cuales mencionaremos las siguientes: Don Alfredo Rodríguez, propietario de “Casa Rodríguez”, Don Lorenzo Mollinedo Sala, propietario un comercio muy grande en Esquipulas denominado , Don Julio Sánchez Ledesma con sus hijos Heberto, Luis Fernando, Julio Sánchez Pérez y su negocio denominado “Casa Sánchez”, Don Santiago Mollinedo Valencia, con su negocio denominado “  ”, Don Rodolfo Sánchez, y su comercio denominado “  ”, Don Miguel A. Bouchot Casanova, y sus farmacias, Don Carlos Mollinedo y su negocio denominado “ ”, Don Pánfilo Bautista, Don Rodolfo Conde y su negocio denominado “ ”, Don   Abesalio   Landero   y   su   negocio “ ”, Don Pantaleón Inchaustegui, la carnicería de Don Jehová Gurria Pulido, el consultorio dental del doctor Carlos Bastar Sasso, el cabaret de la negra Emilia Reyes Carmona, originaria del Puerto de Alvarado Veracruz, nacida en el año de 1901 y radicada en esta ciudad por el año de 1946, “ ”, y muchos otros personajes de esa época como Don Luis Eduardo Gurria Pulido, nacido el 6 de noviembre de 1914, Don Jorge Álvarez Castellanos, transportista, nacido el 29 de abril de 1929, Don Milton Cano Rosado, quien tuvo una fábrica de palitos de paletas y de escobas, dedicándose al final a la fabricación de quesos, Don Gonzalo Beltrán Calzada, comerciante, quien de grande estudio la carrera de Licenciado en Derecho, nacido el 5 de mayo de 1921, Don Armando Beltrán Calzada, ganadero, hermano de Gonzalo, Francisco, Roger y José, todos de apellidos Beltrán Calzada, el Licenciado José Gabriel Hernández Llergo, nacido el 18 de marzo del 1900, periodista, funcionario público, gerente de la radiodifusora X.E.R.A. vocera de la Revista Hoy. Don Mario Trinidad Cano Cano, transportista de carga y ganadero, nacido el 2 de noviembre de 1928, José Efraín Sánchez Pérez, nacido el 30 de marzo de 1924, comerciante, Don Joaquín Lorenzo Iduarte, nacido el 11 de abril de 1913, en el barrio de Tecomajiaca, secretario, juez municipal y juez del registro civil, Gustavo Chanona Jiménez, contador de diferentes comercios, nacido el 28 de noviembre de 1911, Norberto Hernández, mejor conocido como Don Alberto, fue agricultor, obrero y el resto de su vida lo dedicó a cargar agua de la fuente del mure a las personas que le solicitaban le llevara agua a sus domicilios, su fotografía aparece alado de la fuente del mure.

Don Eugenio Manuel Sánchez Palavicini, nacido el 5 de abril de 1910, agricultor, subdirector de la confederación nacional de productores de plátano, presidente de la asociación local de productores de plátano, y presidente de la junta de mejoramiento moral, cívico y material, Don Loire Sala Casanova, nacido el 1 de diciembre de 1909, hermano de Adelor D. Sala y Ovelio Sala Casanova, fue receptor de rentas en varios municipios, Profesora María Teresa Hernández Sosa, nacida el 30 de mayo de 1923, originaria de Huimanguillo Tabasco del Poblado Ocuapan, fundadora de la escuela Marcos E. Becerra en la Estación del Ferrocarril del Sureste de Teapa en el ciclo escolar 1949-1950, José Encarnación Prats Salazar, agricultor y ganadero, nacido el 30 de septiembre de 1921, presidente municipal de Teapa, de enero de 1968 a diciembre de 1970, José Martin de Salazar Sala, cacaotero, comerciante, ganadero y platanero, nacido el 15 de marzo de 1931, Cesar Antonio Melo Calcáneo, nacido el 6 de julio de 1919, comerciante ambulante y establecido, presidente municipal, de enero de 1959 a 1961, Víctor Manuel Díaz Díaz, nacido el 11 de abril de 1915, comerciante, agricultor y ganadero, hermano de Alberto, Gregorio Alfonso, Lupe, Rosa, Elmira y Mario Díaz Díaz, Roberto Conde Quintero, nacido el 22 de diciembre de 1905, casado con María Gudelia del Águila Inchaustegui, comerciante, José Encarnación Rodríguez Vera, nacido el 20 de octubre de 1901, casado con Enriqueta Bastar Costa, padre de Enrique, Ramón, Carmen María, Candelaria, Oscar, José y Leonardo Rodríguez Bastar, Don Cesar Augusto del Águila Inchaustegui, nacido el 9 de julio de 1916, dedicado al comercio en abarrotes, carnicería y venta de pieles de ganado vacuno, Don Alfonso López Verdusco, nacido el 16 de septiembre de 1919 en Rosales Michoacán, avecindado en Teapa desde muy temprana edad, se consolida en la venta de medicamentos, Leonardo Ramón Gurria Pulido, nacido el 8 de febrero de 1932, dedicado a la medicina, Efraín Reséndiz Medina, nacido el 1 de diciembre de 1916, comerciante y ganadero, Don Tobia Álvarez Hernández, nacido en Villahermosa Tabasco en 1906, comerciante, con un negocio en la Avenida Gregorio Méndez, Don Fidel Reyes López, nacido el 25 de abril de 1915, originario de Ixtapangajoya Chiapas, agricultor, aserrador de madera, comerciante de granos, y ganadero, Salomón Quintero Carrillo, nacido en el año de 1892, comerciante, administrador de su hotel, cine y casino, y administrador de la línea de autobuses Teapa- Villahermosa, casado con la señora Soledad Pérez, y hermano de los señores Fernando, Nahún, Rubén, Diógenes, Orbelin, Dorilian, Neftalí, Rita, Odila, Nora, Gonzalo y Andrés, Fernando José Quintero Pérez, nacido el 9 de enero de 1920, casado con la señora Alicia Tapia Garnica, siguió los mismos pasos de su padre, don Salomón Quintero Carrillo, Rafael Quintero Pérez, presidente municipal de Teapa, de enero de 1956 a diciembre de 1958, director e impulsor de la escuela secundaria Lic. Adelor D. Sala Casanova, siendo rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, el Doctor Miguel Ángel Gómez Ventura, logro la creación de la escuela preparatoria hoy Plantel N. 9, José Pagés Llergo, su preocupación por la docencia la llevo también a crear la escuela secundaria estatal “Francisco J. Santa María”, en Tapijulapa, municipio de Tacotalpa, sirviendo con clara vocación, como director de la escuela secundaria de Juan Aldama, siendo también director de cultura y recreación de este municipio.

También figuran los apellidos Valencia Jiménez de los hermanos Esperanza, casada con Don Alfredo Rodríguez, Doña Ángela, casada con Don Rafael Mollinedo, Doña Cleotilde, casada con Don Luis Guzmán Juárez, Don Víctor, Don Andrés y Don Daniel Valencia Jiménez, Don Miguel Ocampo Medina, padre de Don Anastasio Ocampo Wade.

Don Emilio Dupeyron Salazar, nacido el 10 de diciembre de 1916 en esta ciudad de Teapa Tabasco, ferrocarrilero, alijador, mesero, actor, comerciante, y político, fundador del restaurant El Jacalito, presidente municipal de Teapa.

En la década de 1950 – 1960, a partir de la inauguración formal del ferrocarril del sureste siendo presidente el señor Maximiliano Méndez Méndez, sucedido por Don Alejandro Brindis de la Flor, el Licenciado Rafael Mario Quintero Pérez, Cesar Melo Calcáneo y Gustavo S. Prats Sala, ya en el gobierno del Licenciado Carlos A. Madrazo; refiere el autor Manuel Rosado González en su libro “Historia y Geografía de Teapa”, se construyeron los cuatro Stands para las Exposiciones Agrícolas, se reconstruyo el mercado público ampliándolo, se construyeron puentes y se hicieron algunas obras más. Durante la administracion del Doctor Rosado, se construyeron seis escuelas rurales de mampostería en las rancherías, las primeras en construirse interpretando la obra constructiva del teapaneco Lice

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41 Brindis Torcuato, (1985), “Lira de Amor”, Págs. 73-78, Litografía Cánovas S.A de C.V., México.

42 Balcázar Antonio Elías. (), Tabasco en Dos Tiempos 1940-1960, Editorial Ujat, México.

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