“Tomando en cuenta que es un Obispo con mucha energía que siempre anda de un lado para otro tratando de cumplir con todas las parroquias”

Daniel Lorca
Rumbo Nuevo
Aunque el obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López está dando signos de recuperación, no tan prontamente regresará a sus actividades acostumbradas, por lo que se tendrá que esperar un tiempo considerable para que regrese a sus actividades, así lo dio a conocer el vocero de la Diócesis de Tabasco, Denis Ochoa Vidal.
“Esta enfermedad le está sirviendo para descansar, tomando en cuenta que es un Obispo con mucha energía que siempre anda de un lado para otro tratando de cumplir con todas las parroquias”.
Y es que el también Párroco de la Santa Cruz descartó que la Diócesis se pueda quedar sin Obispo, ya que los trabajos propios de Monseñor Gerardo de Jesús Rojas López fueron delegadas a otros ministros en tanto él se recupera y regresa a la actividad.
“Él es un hombre muy recio, frágil físicamente pero aguantador, de hecho se empezó a sentir mal desde la última ordenación sacerdotal que encabezó el sábado anterior en el Seminario Mayor, sin embargo a pesar de sentirse mal por la tarde ese mismo día fue a varias comunidades, es un hombre de lucha y seguro que tenemos obispo para rato”.
Así mismo, Ochoa Vidal subrayó que el malestar que presenta el Obispo de Tabasco es neumonía atípica, por lo que no se puede predecir en qué tiempo estará de regreso a sus actividades, solamente se puede observar, aunque está dando signos de recuperación; no obstante hay considerar también que en un lapso considerable no podrá tener la actividad acostumbrada, tendrá que reposar porque necesita recuperarse al 100 por ciento.
“Ciertamente su estado de salud sigue siendo delicado, pero ya ha dado muestras de mejoría notable, incluso ya le fue retirado el respirador artificial y posiblemente este día se trasladaría a la sala de terapia intermedia”.
El Vocero diocesano señaló que por su mismo estado delicado, la feligresía no puede tener contacto con él, pero pueden demostrarle su solidaridad mediante la oración a Dios y escribirle cartas con mensajes que puedan alentarse a luchar por recuperarse para hacérselas llegar a través de las parroquias, entregárselas a las religiosas que lo cuidan en el hospital o a la misma Curia.