Estos flujos perderán valor por 14 meses consecutivos.
El poder adquisitivo de las remesas mostrará caídas anuales hasta diciembre del 2023, de acuerdo con las proyecciones mensuales de remesas en dólares, tipo de cambio e inflación, destacó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
«De cumplirse esto, el poder adquisitivo de las remesas sumará en diciembre 14 meses consecutivos de caídas anuales, por primera vez en registro”.
Dijo que considerando la expectativa de crecimiento de las remesas en dólares de 9.3% en 2023, una proyección de inflación de 4.6% al cierre del año, un tipo de cambio promedio de 17.69 pesos por dólar en diciembre, el poder adquisitivo de las remesas mostrará una contracción anual de 8.4% con respecto a 2022, siendo la primera caída desde 2013 y la mayor desde 2010.
De acuerdo con su más reciente análisis sobre remesas, en octubre, que es el último dato disponible, el flujo de remesas fue 5.93% menor al observado en octubre del 2022.
«Al convertir los 5 mil 812 millones de dólares de remesas recibidas en octubre a pesos mexicanos, con un tipo de cambio promedio de 18.0823 pesos por dólar y ajustar la serie por la inflación se obtiene que el flujo de remesas en el décimo mes del año fue 5.93% menor al observado en el mismo mes de 2022”.
Explicó que la caída del poder adquisitivo de las remesas en México es resultado de que, entre octubre del 2022 y octubre del 2023, el peso mexicano mostró una apreciación de 9.52% y la inflación anual se ubicó en 4.26 por ciento.
Refirió que este es el doceavo mes consecutivo que se observa una caída anual del poder adquisitivo de las remesas.
Recordó que la última vez que se observaron 12 caídas a tasa anual de forma consecutiva fue entre agosto del 2012 y agosto del 2013, cuando cayeron durante 13 meses de manera consecutiva.
Al cierre del tercer trimestre de 2023, el porcentaje de ingreso que enviaron los migrantes mexicanos en Estados Unidos a sus familiares en México como remesas resultó de 18.5%, cantidad por encima de la observada en 2021 y 2022, de 17.3% y 17.5%, respectivamente, de acuerdo con el más reciente análisis del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA).
Esto significa que el 81.5% restante del ingreso laboral anual obtenido en ese país, por el conjunto de migrantes mexicanos se destinó a erogaciones locales como manutención, salud, pago de impuestos, seguridad social y pasivos, incluyendo el pago de hipotecas, y posiblemente una parte también se utilizó para reconstruir ahorro.
El documento sostiene que los migrantes mexicanos, particularmente los que están en Estados Unidos, han realizado un mayor esfuerzo por apoyar a sus familiares en México, lo que ha implicado incrementos importantes en el ingreso del país por remesas, así como un aumento del porcentaje de su ingreso laboral que envían como remesas.
«Ese mayor esfuerzo de los migrantes refleja el aspecto fundamental de las remesas, que es compensar, si bien parcialmente, la situación de desventaja de los ingresos de sus familiares en México”.
Para el próximo año, Gabriela Siller indicó que asumiendo un crecimiento de las remesas en dólares de 8.0%, una inflación de 3.5% y un tipo de cambio de 18.33 pesos por dólar, se proyecta un crecimiento del poder adquisitivo de las remesas de 6.9%.