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“Todo error deja una enseñanza, toda enseñanza deja una experiencia, y toda experiencia deja una huella.” Jesús Martell Chagoya jesmarch-11@hotmail.com Ante la pandemia del Covid, el automóvil se ha convertido en un artículo básico para tratar de evitarlo. También por esta pandemia se ha incrementado la venta de vehículos usados en México, de acuerdo con […]
20 de octubre de 2020

“Todo error deja una enseñanza, toda enseñanza deja una experiencia, y toda experiencia deja una huella.”

Jesús Martell Chagoya
jesmarch-11@hotmail.com
Ante la pandemia del Covid, el automóvil se ha convertido en un artículo básico para tratar de evitarlo.

También por esta pandemia se ha incrementado la venta de vehículos usados en México, de acuerdo con organizaciones y empresas dedicados a este comercio junto con los del MercadoLibre los cuales aseguran que la causa principal es tener miedo a usar el transporte público y contagiarse del Coronavirus.

Al parecer, de esta manera, tener un automóvil en la pandemia está ganando cada vez más terreno como una necesidad más que como un lujo ya que un vehículo dejó de ser un medio de transporte para convertirse en un medio de seguridad, que permita mantener el distanciamiento social para trasladarse a donde sea necesario y hasta un requisito para disfrutar de conciertos en vivo.

En México, como el resto del mundo, la población entera se tuvo que reinventar, desde idear formas para evitar los congestionamientos en el transporte público y el contacto con desconocidos, que son potenciales amenazas de contagio, hasta la forma de romper con la rutina del encierro y poder salir a distraerse un poco del encierro en casa.

Así, actualmente se aprecia que la industria del entretenimiento lanzó eventos especiales a través de auto cinemas, auto conciertos, espectáculos de lucha libre para los que, además de la máscara ante lo cual es necesario contar con un automóvil. Los protocolos para entrar a estos espacios se concentran en evitar a toda costa el contacto físico entre quienes atienden y los clientes, así como mantener el distanciamiento social entre las personas que viajan en distintos autos. En este momento, la relación se ha invertido, más gente que quiere comprar un vehículo usado, que la que lo quiere vender

Sencillamente, esto ha sido el detonante para la compra de autos usados en México y Estados Unidos, de acuerdo con las redes sociales, adquirir un auto usado es una tendencia que está en la mente de todo el mundo, así se puede apreciar que, en Estados Unidos, los usuarios dejaron de usar el transporte público y se trasladan en auto propio para evitar el contacto con mucha gente y reducir una posible exposición al virus.

Hay quienes afirman que una vez que termine el coronavirus, el uso del auto se mantendrá como una regla. El estudio señala que, tres de cada 10 estado-unidenses que trabajan actualmente desde casa, señala que cuando vuelva a la oficina no usará el transporte público ya que, según expertos en la venta de autos usados, pero si, los viajes compartidos. Uber resintió también este cambio de paradigma. De acuerdo con sus datos del segundo trimestre, los viajes compartidos cayeron 75 por ciento a nivel mundial. Casi nadie quiere compartir un viaje con un desconocido, más allá del conductor.

En Internet, una encuesta de cars.com arrojó que 20 por ciento de los estadounidenses compraron un auto nuevo en los últimos meses, a pesar que ahí se domina la compra de vehículos usados. También de acuerdo con Ileana Vetrano, directora del Market Place de autos de Mercado Libre, desde mayo pasado, la búsqueda de autos usados alcanzó una proporción de tres a uno contra los nuevos, cuando antes de la pandemia se ubicó en dos a uno.

Además, de acuerdo con Guillermo Rosales, director general de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Autos, la venta de autos semi-nuevos con crédito en los primeros siete meses del año se contrajo 8.1 por ciento, mientras que la de autos nuevos se hundió casi una tercera parte por lo cual, el comercio de carros, semi nuevos en la plataforma ya alcanzó los niveles que tenía a principios de año.

En este momento hay más demanda que oferta, ya que es más fácil venderlo que comprarlo. Es decir, en este momento la relación se ha invertido, hay mucha gente que quiere comprar un vehículo usado, que la que lo quiere vender y es una tendencia que está pasando en muchos países.

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