Summa
Límites de la Libertad de Expresión “Felicidades a quienes con verticalidad y objetividad desempeñan el ejercicio periodístico”. «La palabra debe de ser, lo más importante en el hombre, cada uno de nosotros está en la tierra para descubrir su propio camino, y jamás seremos felices si seguimos el de otro” Jesús Marttell Chagoya jesmarch.11@hotmail.com Según […]
7 de junio de 2016

Límites de la Libertad de Expresión

“Felicidades a quienes con verticalidad y objetividad desempeñan el ejercicio periodístico”. «La palabra debe de ser, lo más importante en el hombre, cada uno de nosotros está en la tierra para descubrir su propio camino, y jamás seremos felices si seguimos el de otro”

Jesús Marttell Chagoya
jesmarch.11@hotmail.com
Según la Organización Foro de la Libertad, los sistemas jurídicos, y la sociedad en general, reconocen límites a la libertad de expresión, en particular cuando esta entra en conflicto con otros valores o derechos. John Stuart Mill argumenta que «… debe existir la máxima libertad de profesar y discutir, como una cuestión de convicción ética, cualquier doctrina, por inmoral que pueda considerarse y sostiene que la mayor libertad de expresión es necesaria para empujar a los argumentos de sus límites lógicos, en lugar de los límites de la vergüenza social. Sin embargo, también introdujo lo que se conoce como el principio de daño, en la colocación de la siguiente limitación a la libre expresión para evitar daños a otros.

Joel Feinberg en 1985 introdujo lo que se conoce como el principio de ofensa, argumentando que el principio del daño no ofrece una protección suficiente contra los comportamientos ilícitos de los demás. Feinberg, escribió: «Siempre es una buena razón en apoyo de una prohibición penal propuesto que probablemente sería una forma eficaz de prevención de ofensas graves, en contraposición a la lesión o daño a otras personas que el actor, y que es probable que sea necesaria medios para tal fin.

Por lo tanto Feinbergs sostiene que el principio de daño pone el listón demasiado alto y que algunas formas de expresión pueden ser legítimamente prohibidas por la ley porque son muy ofensivas. Pero, como ofender a alguien es menos grave que dañar a alguien, las penas impuestas deben ser más altas por causar daño. Otros aseguran que al contrario, no apoya sanciones legales si no se basan en el principio de daño. Dado que el grado en que las personas pueden ofenderse varía, o puede ser el resultado de prejuicios injustificados, Feinberg sugiere que deben tenerse en cuenta ciertos factores al aplicar el principio de la ofensa, incluyendo: el alcance, la duración y el valor social del discurso, la facilidad con que se puede evitar, los motivos del orador, el número de personas ofendidas, la intensidad de la ofensa y el interés general de la comunidad.

Libertad de expresión en las redes sociales.
La libertad de expresión en internet se refiere a las condiciones que deben cumplirse en este medio de comunicación. En junio de 2011, la Organización de los Estados Americanos adoptó la Declaración Conjunta sobre Libertad de Expresión en Internet, que tiene como Principios generales; La libertad de expresión se aplica a Internet del mismo modo que a todos los medios de comunicación. Las restricciones a la libertad de expresión en Internet solo resultan aceptables cuando cumplen con los estándares internacionales que disponen, entre otras cosas, que deberán estar previstas por la ley y perseguir una finalidad legítima reconocida por el derecho internacional y ser necesarias para alcanzar dicha finalidad conocida como prueba tripartita.

Al evaluar la proporcionalidad de una restricción a la libertad de expresión en Internet, se debe ponderar el impacto que dicha restricción podría tener en la capacidad de Internet para garantizar y promover la libertad de expresión respecto de los beneficios que la restricción reportaría para la protección de otros intereses. Los enfoques de reglamentación desarrollados para otros medios de comunicación como telefonía o radio y televisión, no pueden transferirse sin más a Internet, sino que deben ser diseñados específicamente para este medio, atendiendo a sus particularidades.

Para responder a contenidos ilícitos, debe asignarse una mayor relevancia al desarrollo de enfoques alternativos y específicos que se adapten a las características singulares de Internet, y que a la vez reconozcan que no deben establecerse restricciones especiales al contenido de los materiales que se difunden a través de Internet. La autorregulación puede ser una herramienta efectiva para abordar las expresiones injuriosas y, por lo tanto, debe ser promovida. También deben fomentarse medidas educativas y de concienciación destinadas a promover la capacidad de todas las personas de efectuar un uso autónomo, independiente y responsable de Internet.

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