Heberto Taracena Ruiz
Guardamos el amor adormecidos
en idéntica cámara de tiempo.
El tiempo uno y nosotros uno,
glorificando compartir dormidos.
Si yo explicara todo lo ocurrido
no bastaría, pero somos pares
en sentimientos perdurables, somos
veladores de amor correspondido.
Aquellos sueños reservados yendo
medrosos por jovial incompetencia
tuya, mía, los dos embelesados,
en gemelas recámaras durmiendo.
Hoy quedamos al día, detenidos,
abonando pendientes a la vida;
ensueños siguen pero aglutinados
en recuerdos de amor, adormecidos.