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Los villanos de ayer y hoy Octavio Romero y Rocío Nahle pueden o no pueden Emery Hernández Marín jaguarsemanario@hotmail.com El País de las maravillas. Es una utopía. Queremos vivir en uno así. Desde cuándo?,. Desde siempre. Es el sueño, el ideal, de todos los pueblos, de su gente en todos los tiempos. Nos hemos acercado […]
23 de febrero de 2021

Los villanos de ayer y hoy

Octavio Romero y Rocío Nahle pueden o no pueden

Emery Hernández Marín
jaguarsemanario@hotmail.com
El País de las maravillas. Es una utopía. Queremos vivir en uno así. Desde cuándo?,. Desde siempre. Es el sueño, el ideal, de todos los pueblos, de su gente en todos los tiempos. Nos hemos acercado lo más posible, cuando se ha gobernado bien. Con honestidad y los recursos financieros se aplican en obras y programas sociales para las mayorías. Podemos verlo en los hechos. En el número de obras, que cambiaron para bien del presente y futuro. Hoy lo estamos viendo. Podemos comparar, el ayer del presente. El progreso y el atraso.

Nuestro País, con sus grandezas y maravillas naturales, ha sido sometido a todo tipo de despojos, barbarie, saqueos. Vivió la esclavitud, clamaba justicia y libertad, surgieron los insurgentes y lo liberaron, tras años de luchas y miles de muertos. Luego la dictadura, surgieron los revolucionarios, los demócratas y lo liberaron de la dictadura. Y tras golpes de estado, se fue asentando, pasó del maximato a la democracia imperfecta, al dedazo del País de un solo hombre, una dictablanda, enmascarada con elección en las urnas. Llegamos a la alternancia en el poder, cómplice y pactada. Hasta ahí no vimos aparecer al México de las maravillas. Sí, a un México tercermundista, de millones de pobres.

Ya vemos, el de Alicia, resultó un largo sueño. Del cual ya quería salir, cuando se convirtió en una pesadilla. En el de Peter Pan, es solo para infantes que creen y viven en un mundo feliz, a pesar del capitán Garfio, temen salir a enfrentar el mundo con sus realidades- Aun en esas historias y películas, no todo es maravilloso, a veces el final feliz. Walt Disney, sí que sabe inventar mundos felices, personajes bonitos, héroes y salvadores. Ahí tenemos uno, famosísimo. Rico Mac Pato, su auto retrato. Se ha hecho multimillonario vendiendo fantasías, dándole a niños y adultos lo que todos desean, vivir en un país de maravillas, un mundo feliz. No pasemos desapercibido que en todos esas historias, también existen los malosos, villanos, traidores, animales sacados del pasado, mágicos, hechizos y demonios, a los que hay que vencer, para lograr la paz, por cierto tiempo. Porque nada es para siempre. Por eso inventaron segundas y terceras partes, ante el retorno de los villanos, y hay que vencerlos de nuevo, no sin sufrir tragedias, destrucción y dolor.

El mundo feliz, el país de las maravillas, cuesta obtenerlo, y no siempre se logra. No es perfecto. Donde habitan seres humanos, nada es perfecto. Es perfectible, en la medida que sus habitantes, quieran, luchen, sobre todo aporten para lograrlo. Queremos ser primer mundistas, como los europeos, de donde han salido los grandes líderes mundiales, de Asia, de China. Ellos tienen una historia de grandezas. Han vivido y superado las guerras mundiales, las guerras entre ellos mismos, la competencia que los ha hecho potencias económicas y políticas. Aquí mismo tenemos a un vecino, potencia económica, que nos hace ver cada día mas pequeños y pobres.

Todos queremos un México, poderoso, potencia económica. Chingón. Cuando los que lo dejaron en el atraso, se han ido, por mandato popular. Exigimos al nuevo régimen, que en dos años, este País, deje de ser de un solo hombre, sea potencia mundial, desaparezcan los millones de pobres creados y acumulados durante los últimos 50 años. Queremos una transformación ipso facto. Nos convertimos en los villanos, queriendo rescatar al País, del que acusamos está mal gobernando. Sus principales acusadores, son los que le gobernaron y dilapidaron sus riquezas.

Con qué autoridad moral, exigen. Cuando tuvieron su tiempo, para hacer un País de las maravillas, y no lo hicieron, lo dejaron en ruinas. México productor de petróleo, tuvo todo para ser potencia económica. Quienes le gobernaron no supieron estar a la altura histórica de sus tiempos.

Hoy México vive una transición en vías de consolidarse. Quienes le gobiernan, tienen un espejo ante ellos. Repetir la condenable historia, o sentar un precedente. Superar las ruinas en que recibieron y empoderar al País. Corre el tercer año del Gobierno de la Cuarta Transformación, y un sector, el energético, es la columna vertebral, ahí reside sus riquezas, fortalezas, o debilidades. Pemex, es la joya de la corona de México. Es vital su buen manejo. Su director Octavio Romero, sabe donde está sentado, en sus manos está los recursos de los mexicanos, para salir adelante. Las miradas están en él doblemente, por su responsabilidad y por ser tabasqueño. Tiene que rendir excelentes cuentas, y si no le están saliendo, debe actuar con honestidad. Son muchas las quejas, los señalamientos de pérdidas en esa empresa petrolera. La Secretaria de Energía Rocío Nahle, es otra pieza clave. No tienen derecho a fallarle, ni a los mexicanos, ni al Presidente Andrés Manuel López Obrador, que confió en ellos, y lo mismo va para todos los que gobiernan con él.

Si no pueden, mejor renuncien. No sigan dañando al País. Hagan las cosas bien. Contribuyan a hacer un País, próspero, fuerte, para vivir en concordia. Ese es el objetivo,están a tiempo.

Jaguaradas
En Tabasco no se pierde tiempo.
Hoy inicia la vacunación en Emiliano Zapata para los mayores de 60 años. Hay prisa por ganarle la batalla al COVID19.

Los empresarios tampoco quieren perder, piden abrir salones de fiestas, antros y demás actividades no esenciales. Eso sí, si aumentan los contagios, y fallecimientos, acusarán que las estrategias de salud fallaron. Cada quien a seguirse cuidando que la vida no retoña.

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