Román Mayo, líder obrero, aseguró que la reforma que se discute en el Congreso federal representa un retroceso para todos, pero sobre todo para los que están en la zona salarial C
Luis Ruiz Sandoval Frade
Rumbo Nuevo
“En lugar de estar peleándose por una reforma laboral que sólo beneficia a los patrones y que no viene nada positivo para los trabajadores, es necesario que desaparezcan las zonas salarias que datan desde 1980, ya que en la última década el poder adquisitivo se perdió en cerca de 146 por ciento”, señaló el dirigente de la Federación de Obreros Revolucionarios del Estado de Tabasco (Foret) Román Mayo León.
En entrevista, el dirigente gremial aseguro que “esta reforma que se discute, es un retroceso para todos, sobre todo para aquellos que siguen en la zona salarial C, la más baja del país, y por desgracia, ahí se encuentra Tabasco”.
Por lo cual, hasta que la Comisión Reguladora de los salarios mínimos sea un órgano autónomo y no una dependencia de la Secretaría de Hacienda y del Banco de México, realmente habrá salarios justos para los trabajadores, así lo externó el líder de la Foret.
Y agregó que no es posible que siga habiendo salarios de miseria de menos de 60 pesos.
Indicó además que también se debería acabar con las 3 zonas geográficas de los salarios mínimos que existen en el país.
Comento que esta petición la ha venido haciendo año con año y año con año les han ido negando, que solo exista un salario mínimo a nivel nacional.
Dijo que cada vez de compra de los trabajadores es mínima debido a que los salarios son miserables y no están para nada acorde a la realidad que estamos viviendo.
“En lo que nos concierne, es que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos opere como debe de ser, no que quede sujeta a los condicionamientos que nos da el Banco de México y que han ido en detrimento el poder adquisitivo de los trabajadores”.
Ponderó que en estos últimos seis años, “hemos perdido casi el 142% del poder adquisitivo, y vamos a seguir perdiendo ahorita precisamente porque se han ido quitando los subsidios a los combustibles y eso le ha ido pegando al bolsillo de los trabajadores”.
Agregó que “se está viendo que un producto básico como es el huevo esté prácticamente ya fuera del alcance de los trabajadores que tienen el salario mínimo, entonces, que va a pasar”.
