Solidaridad con Tabasco
Se habían extendido vendedores de recuerdos varios con la imagen o el nombre del presidente de México Luis Enrique Martínez Rumbo Nuevo Es la décima visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Tabasco. Ahora está en los municipios de Teapa y Cárdenas. Y el viernes como el sábado recibió la solidaridad de sus paisanos, […]
15 de diciembre de 2019

Se habían extendido vendedores de recuerdos varios con la imagen o el nombre del presidente de México

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
Es la décima visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Tabasco. Ahora está en los municipios de Teapa y Cárdenas. Y el viernes como el sábado recibió la solidaridad de sus paisanos, pero también escuchó abucheos en contra de las alcaldesas Tey Mollinedo Cano y María Asunción Silván Méndez.
Durante los dos días de «supervisar si las instrucciones se cumplen» en Tabasco, el mandatario federal estuvo acompañado del gobernador Adán Augusto López Hernández, así como por la secretaria y el subsecretario de Bienestar, María Luisa Albores González y Javier May Rodríguez.
Entró a su «tierra y agua» por el noroeste, por la serranía de la Sultana de la Sierra. Venía de Amatán, Chiapas. Y los teapanecos lo esperaban con el sol otoñal afuera del Casino del Pueblo. En la explanada de acceso, se habían extendido vendedores de recuerdos varios con la imagen o el nombre del presidente de México. Entre ellos vendedores de libros de diferentes autores. Uno de ellos, el intitulado «Economía Moral» fue el más vendido.
Y cuando apareció su autor entre las vallas metálicas de acceso, tuvo que autografiar la obra literaria a los inminentes lectores que encontró a su paso como el vocero del Ejecutivo local, Fernando Morales Pérez; también firmó un retrato a una adolescente que aparece con él cuando ella quizás tenía 7 años. Y también muñecos de peluche de su imagen como también lo hizo en Jalapa.

Reencuentro con sus paisanos
Ni dudar: López Obrador se siente cómodo con el reencuentro con sus paisanos. Feliz. Despreocupado. Va saludando de manos y besos a las mujeres a las que, más adelante, tanto en Teapa como en Jalapa, considera «más honradas que los hombres»; recibe y atiende solicitudes, peticiones, entre ellas de la columnista Emery Hernández Marín; y va paso a paso, accediendo a selfies, a veces, levantando las manos, sonriente, siempre. Y cuando llega al estrado, la apoteosis.
El gobernador López Hernández da el mensaje de bienvenida. Una intervención breve como sería también al día siguiente en la ranchería San Miguel Adentro Primero Sección, Jalapa. Eso no lo saben los teapanecos. La realidad es que el tiempo apremia. La tarde cae. Hay asomos de cansancio a pesar de la música que anima el lugar: «Anoche de Palizada llegó Timbiche con su timbal…»

La emoción
Emociona pero no quita el hambre y la sed, ni el cansancio. Pero todo eso desaparece del ánimo de la gente cuando es presentado el presidente de México: de pie, coreando, «es un honor estar con López Obrador…» Y el aludido, muestra que, a pesar de la preocupación de sus adversarios —»los conservadores», identifica en Jalapa—, está «al cien, bateando por los cuatrocientos…»
La prueba aparece de inmediato: López Obrador recuerda a la «Teapa de sus amores» como dice al despedirse con una voz rayando en lo trémula:
«Me da mucho gusto estar en Teapa. Este lugar me trae un gran recuerdo porque de aquí era mi finada esposa Rocío (Beltrán Medina)…»
La voz está a punto de quebrarse. Y el auditorio es testigo mudo, recuerda. Sobre todo los entrados en años, aquellos que cuenta la leyenda del noviazgo no comprendido por los padres y hermanos y familiares de la joven novia…
«Me ayudó mucho de distintas maneras, en los momentos más difíciles estuvo conmigo pero sólo quiero destacar ahora que me ayudó en la formación de nuestros hijos cuando andaba en la lucha y quien se hizo cargo de formarlos fue ella. Y me los dejó bien formados.
«Por eso ahora no batallo porque no es fácil para ellos la situación. Están acechados, vigilados, tienen que actuar con rectitud, pero no les cuesta trabajo porque la mamá los formó de esa manera: y eso me ayuda mucho».
Al día siguiente, la ovación de los teapanecos todavía se escuchaba en Jalapa. Asi lo reciben cuando aparece en la ranchería San Miguel Adentro. Y como en Teapa —tal vez también en la reunión privada que, por la mañana de este sábado, tuviera con autoridades del municipio de Centro y empresarios—, vuelve a autografiar libros y otro muñeco de peluche que le presenta Adolfo Peláez Márquez, el niño procedente de la ranchería Puyacatengo Segunda Sección, que había librado la valla metálica entre barrotes.
López Obrador bromea con el público: «Saludo a los que vienen de las comunidades de Jalapa, Teapa, Tacotalpa y lugares cercanos…hasta de Tepetitán».
Risas. Aplausos. El presidente está en el atril. Con la mano izquierda golpea cuando expresa «me canso ganso», frase que sus seguidores festejan. Se refiere a la costumbre de recorrer el país por carretera y la gente vuelve aplaudir: «Estoy aflojado en terracería. Si no hago así cómo voy a saber cómo están los caminos».

Le piden que se reelija
Retoma el tema de la reelección que en Teapa no encontró ninguna reacción del auditorio pero en Jalapa, sí.
—Esos que dicen que me voy a reelegir…, les digo que no…
—¡Sííí…!— se escucha un coro inesperado. Inevitable. Voces que insisten hasta encontrar una respuesta contundente, coloquial, tabasqueña: «¡Ay mojo maistro!»
La imagen no es de película: todos celebran la inesperada respuesta pero a la vez callan. Escuchan al orador: «No (se reelegirá), pero vamos a sembrar las bases de la Transformación de México…»
Ahora ya no son los 29 minutos de discurso en Teapa. Son diez más que revisan lo que el gobierno federal a cargo de un tabasqueño ha hecho en un año y el refrendo del compromiso con Tabasco: «Lo dije en Villahermosa: no va a faltar el apoyo…»
Mollinedo Cano y Silván Méndez ya no estaban con sus gobernados. Y el gobernador López Hernández acompañaba al presidente López Obrador en su retorno a la capital de Tabasco, donde, poco después, prpseguiría su gira finsemanal a Minatitlán, Veracruz.

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