El máximo responsable de Naciones Unidas espera que el conflicto sirio centre la principal parte de la agenda diplomática alrededor de esos debates, que arrancarán el 25 de septiembre

Nueva York
El Universal
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aseguró hoy que el conflicto en Siria encabeza su lista de prioridades para los debates de la 67 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas y pidió «responsabilidad colectiva» a los líderes mundiales para acabar con una crisis «sin un fin inmediato».
«Voy a mantener reuniones bilaterales con más de 123 líderes y Siria estará en lo alto de mis prioridades, y creo que también centrará los pensamientos de todos y cada uno de los líderes mundiales», dijo Ban en una conferencia de prensa de cara al inicio de los debates públicos de la sesión actual de la Asamblea General.
El máximo responsable de Naciones Unidas aseguró que espera que Siria centre la principal parte de la agenda diplomática alrededor de esos debates, que arrancarán el próximo martes, 25 de septiembre, y en los que se espera a más de un centenar de jefes de Estado y Gobierno, así como de ministros de Exteriores.
A todos ellos pidió que muestren al mundo «responsabilidad global y colectiva» y que actúen «unidos» ante la tragedia siria, un conflicto para el que no ve «un fin inmediato» y cuya solución pasa «por esfuerzos diplomáticos continuos» que conduzcan al «cese inmediato y sin condiciones de la violencia por ambas partes».
Ban lamentó que tanto el Gobierno como la oposición de Siria «parecen decididos» a llegar al final «por medios militares» , mientras que «esta crisis solo se puede resolver por la vía diplomática y al mismo tiempo mediante diálogo político dentro y fuera» del país.
También reconoció que la continuación del conflicto, iniciado en marzo de 2011, y la parálisis que vive el Consejo de Seguridad al respecto, le impiden levantarse «con la conciencia tranquila» .
El secretario general exhortó a que «cualquier país con influencia sobre alguna de las partes» la use para detener la violencia, y pidió una vez más que se detenga el envío de armas al Ejército sirio pero también a la oposición armada.
Los debates de la Asamblea General llegan en un momento en que el trabajo del representante especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, el argelino Lajdar Brahimi, sigue en una fase preliminar tras el fracaso de Kofi Annan ante la falta de compromiso de las partes y el bloqueo que ejercieron Rusia y China en el Consejo de Seguridad ante iniciativas árabes y occidentales por condenar a Al Asad.
El máximo responsable de la ONU centró buena parte de su intervención a responder preguntas sobre la crisis siria, pero tuvo también palabras para el conflicto entre palestinos e israelíes y sobre la tensión con el programa nuclear iraní, temas que también prevé que centren parte de la agenda durante la Asamblea General.
Además, se mostró preocupado ante la ola de violencia y protestas causadas por el vídeo y las nuevas caricaturas que se mofan de Mahoma, y afirmó en ese sentido que la libertad de expresión es un derecho que no debería servir «para provocar y humillar los valores y las creencias» de otros pueblos.
Si hace un año el tema candente de la Asamblea fue la petición por parte de las autoridades palestinas para que sus territorios fueran reconocidos como Estado miembro de la ONU, en esta ocasión serán los contactos que los líderes palestinos lleven a cabo para que se los reconozca como Estado, aunque no miembro del organismo.