Sin Rodeos
La ‘noche de paz’ en la UJAT Fernando Hernández Gómez fdohernandezg@hotmail.com Por más de 34 años he realizado coberturas periodísticas del acontecer de la entidad y nos sorprendió ver a la máxima casa de estudios tabasqueña envuelta en un conflicto que salió del ámbito universitario, se politizó y se convirtió en un jueves negro para […]
28 de diciembre de 2016

La ‘noche de paz’ en la UJAT

Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Por más de 34 años he realizado coberturas periodísticas del acontecer de la entidad y nos sorprendió ver a la máxima casa de estudios tabasqueña envuelta en un conflicto que salió del ámbito universitario, se politizó y se convirtió en un jueves negro para la circulación vehicular de Villahermosa por los bloqueos a importantes vialidades realizados por agremiados al Sindicato de Profesores e Investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

No es que la UJAT no haya sido, en otros tiempos, escenario de situaciones conflictivas, sean paros laborales o marchas de protesta por parte del otro gremio: el Sindicato de Trabajadores Administrativos y de Intendencia –vinculado desde siempre a la izquierda–, o enfrentamientos entre alumnos con dotes porriles por el control del Consejo Estudiantil Universitario de Tabasco, pero esta fue la primera vez que los focos rojos los encendió el SPIUJAT.

De entrada debemos decir que a los maestros universitarios les asistió la razón al reclamar el pago de sus percepciones –quincenas y aguinaldos– que la Rectoría de la UJAT no cubrió en tiempo; de hecho, incurrió en una violación a la ley laboral y al acuerdo contractual al retrasar el desembolso de la prestación de fin de año más allá del 20 de diciembre.

A los maestros universitarios asistía el derecho a indignarse y a protestar públicamente; a realizar una manifestación callejera, como a la que convocaron para el 22 de diciembre, la cual se convirtió en bloqueo a la avenida Universidad, primero, y después, a la principal vía de la ciudad: el bulevar Adolfo Ruiz Cortines, lo que degeneró en un caos vehicular impresionante en todo Villahermosa por casi diez horas.

A lo que no tenían, ni tienen, ni tendrán derecho los miembros del SPIUJAT es a bloquear vías de comunicación, a afectar a terceros, a arruinarle el día al resto de los villahermosinos. Esa fue una violación monumental a la ley que, imagino, los catedráticos de la Escuela de Leyes no enseñan a sus alumnos.

Si por ningún motivo avalamos los bloqueos carreteros de miembros de la CNTE en Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán y aquí en Tabasco, no podríamos pensar distinto de la actuación de nuestros maestros de la UJAT. Eso por un lado.

Por otro, ¿era necesario recurrir a medidas extremas cuando lo difusores del conocimiento no habían siquiera agotado las instancias de diálogo? ¿Acaso ya se les habían cerrado todas las puertas?

¿Por qué el conflicto se le salió de las manos al dirigente del SPIUJAT, José Juan Sosa Ramos? ¿Por qué hubo tanto manoseo en la protesta? ¿Por qué tanto interés de personajes ajenos al sindicato y a la misma Universidad en radicalizar las protestas?

Vimos la víspera –miércoles 21– cómo el rector de la UJAT, José Manuel Piña Gutiérrez corrió desesperado a la Ciudad de México a entrevistarse con el titular de la SEP, Aurelio Nuño Mayer y el subsecretario de Educación Superior, Salvador Jara Guerrero, para solicitar se liberaran los recursos retenidos a la universidad tabasqueña.

No lo dijo, pero el rector regresó con las manos vacías. Piña Gutiérrez se vio obligado a ir al punto del bloqueo a dialogar con los inconformes. Pidió “tiempo” para encontrar los ‘esquemas’ que permitieran lograr que se diera el ‘flujo de efectivo’ para pagarles sus emolumentos, y acotó que no era un problema exclusivo de la UJAT sino de nueve universidades del país.

La Federación le había depositado sólo 50 millones de pesos, que apenas alcanzaron para pagarles a pensionados y jubilados y a los administrativos y de intendencia. Para los dos mil 900 maestros necesitaba 260 millones más.

La tarde del jueves habría de ser atendido por el gobernador Arturo Núñez Jiménez; el secretario de Gobierno, Gustavo Rosario Torres, y el secretario de Finanzas, Amet Ramos Troconis. En la administración estatal ya se buscaba la manera de aventarle un millonario salvavidas al rector.

El gobernador Núñez otorgó, vía Finanzas, un ‘apoyo extraordinario’ de 100 millones de pesos al rector Piña para salir del conflicto y pagarles a los maestros la segunda quincena de diciembre y una parte del aguinaldo –como establece el contrato colectivo–, a partir del lunes 26 por la tarde.

La oficina del secretario Gustavo Rosario emitió un comunicado en que se puntualizó que el gobierno estatal ha pagado en tiempo y forma a la UJAT el subsidio que por ley le corresponde y, por tanto, “no le debe absolutamente ni un peso”. Esto fue para aclarar versiones aviesas que querían achacar a la administración nuñista esta crisis de recursos en la Universidad.

¿Qué tan cierto será que no hay ‘flujo’ de recursos federales a la UJAT o, de plano, ya no salen bien las cuentas al rector Piña? ¿Qué andará mal como para no prever con tiempo este tipo de situaciones?… Cuidado, la UJAT tiene mucho rato que estaba en paz y no era foco de conflictos.

Al grano
DEJAREMOS PARA posterior entrega –en un día más serio, en que no se valgan tantas inocentadas como hoy– un análisis a la situación económica y financiera de la UJAT. ¿Será que algo anda mal?…

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