Un exabrupto de Manuel Andrade Díaz a punto estuvo de armar un sainete en el pleno del Congreso estatal.

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
Con la ironía y el caló que lo caracteriza, el ex gobernador puso dudas al género de una funcionaria estatal, a su juicio, responsable intelectual de la manta que recién apareció sobre Ruiz Cortines, en la inmediaciones de avenida Mina, cuya leyenda invoca supuestas anomalías de su quinquenio al frente del Poder Ejecutivo local en materia de seguridad pública.
No terminaba de aclarar sus dudas al respecto cuando, desde su curul, Ana Luisa Castellanos Hernández hizo un airado reclamo al orador que enfrentaba cuestionamientos de Marco Rosendo Medina Filigrana.
A pesar de que el presidente de la mesa directiva Juan Pablo de la Fuente recordaba a los protagonistas de la riña verbal que el reglamento legislativo prohíbe los diálogos personales, la diputada del PRD insistía, a capela, en su reclamo, al coordinador de la bancada del PRI ante un pleno anonadado ante el inesperado y abrupto diálogo de sordos.
«¡Respete! ¡Pido respeto a la mujer!», interpelaba la legisladora, sin destornillarse de su curul.
La primera parte de la asamblea 16 de la Legislatura 62, había sido, como la mayoría, de trámite. Indistintamente, la mesa directiva turnó a comisiones el proyecto de decreto remitido por el gobernador Arturo Núñez Jiménez para «adicionar» un capítulo a la Ley de Coordinación Fiscal y Financiera de Tabasco, así como el presentado por Yolanda Isabel Bolón Herrada –legisladora del PRD que no interviene en los debates pero que en las últimas sesiones hace alarde de su dicción– para reformar la Ley de Salud estatal.
Y también, la mesa directiva había turnado a la Jucopo el punto de acuerdo de Andrade Díaz para citar a comparecer al secretario de Gobierno, Raúl Ojeda Zubieta, cuando ya en asuntos generales vinieron las intervenciones de relleno como son las efemérides y las espinosas como fueron las de Federico Madrazo Rojas, José Manuel Lizárraga Pérez y la del propio ex gobernador que subió a tribuna hasta en cuatro ocasiones.
En ese tránsito, por el pasillo del auditorio apareció la popular activista del PRI, Brígida Hernández Cruz, tras varias semanas de que le prohibieran el acceso a la Casa del Pueblo. Iba acompañada de la ex diputada Lorena Bourregard Santos y, al final de la reunión, José Antonio De la Vega Asmitia, se referiría a su caso: «Mientras no insulte, tendrá acceso», dijo.
En tal escenario, Medina Filigrana regresó a tribuna para hacer eco del reclamo de su correligionaria que, en seguida, también enfrentó al priista:
«Si ofende a una mujer, nos ofende a todas las mujeres», exclamó al tiempo de recordar que el próximo 8 de marzo se conmemorará el Día Internacional de la Mujer. «Con su risa burlona, nos ofende a todos…»
Andrade Díaz volvió al pódium para disculparse de la diputada pero no de todas las mujeres que, a juicio de su interlocutora, había ofendido.
Para ese momento, el tema de inseguridad había desaparecido del pleno por tercera semana consecutiva.