El camino a la Nueva Normalidad no será sencillo

Francisco Gómez Hernández
El virus SARS-CoV-2 y su consecuente enfermedad COVID-19, brotó en diciembre del año pasado en Wuhan, China, según algunas fuentes en su mercado mayorista de mariscos, pescados y animales exóticos para consumo humano, donde surgieron las versiones de sus habitantes que pudo ser propagado por el murciélago y el pangolín, dos animales que de acuerdo a estudios, poseen este mismo virus.

La pandemia que hoy azota a todo el mundo sin que a la fecha haya antídoto para frenarla, fue de alguna manera “profetizada” por la escritora Laura Garrett, que dijo que para la instalación de una nueva normalidad “nos esperan años oscuros y de rabia colectiva”. Casi las mismas palabras del presidente AMLO “nueva modalidad” la escritora “nueva normalidad”.

Muy acertado lo que dijo la escritora Garrett, partiendo de que ¿cuánto tiempo más después que -el pico se doble y la curva se aplane- para que empiece la “nueva modalidad, tendremos que vivir con un cubre boca, dentro y fuera de la casa, sin poder dar un beso o abrazo a la esposa, los hijos o la novia. Siendo el beso y el abrazo la mejor expresión de amor, cariño y afecto, actos que reaniman, despiertan y reactivan la buena convivencia en la familia.

Falta pues un largo trecho, que lo determinará el tiempo que lleve en doblarse el pico y en aplanarse la curva, para que inicie el calvario de la sobrevivencia, entre la familia y entre todas las personas con las que tengamos que convivir, y tener que seguir guardando la sana distancia. Y como dijo Garrett, vertiendo rabia colectiva por no poder hacer lo mismo de antes, a lo que hay que agregarle, la desesperación de los miles que la pandemia los dejó sin trabajo y por consecuencia sin dinero para comer, “los tiempos oscuros” que habló la escritora.

Mientras tanto el panorama mundial por la pandemia de COVID-19, a la fecha de ayer 24 de mayo era de 342 mil 393 muertos y contagiados 5 millones 327 mil 85 personas a nivel mundial. En México 7 mil 179 muertos y 65 mil 856 contagiados, en Tabasco, 387 muertos y 3 mil 44 contagiados.

Cabe destacar que Tabasco a pesar de la desobediencia de sus habitantes de retar a la muerte no quedándose en casa, el trabajo del gobierno del estado en la Secretaría de Salud, ha sido de lo mejor, reconociendo que la preocupación del gobernador Adán Augusto López, está a la vista de todos, sin recatar recursos para la ampliación de los servicios de salud, los más recientes, el hospital de Comalcalco y la habilitación del Centro de Salud “Dr. Maximiliano Dorantes” para la atención a pacientes COVID-19.

Que tan difícil será cumplir con la exhortación del “Quédate en casa”, para no exponernos al contagio de COVID-19. Pienso que es sólo un poco de entendimiento para cuidar nuestra salud. De lo contrario no sólo exponemos nuestras vidas, sino también la de la familia.

La parte más dolorosa de esta pandemia es el encierro familiar, que ha causado problemas intrafamiliares en los hogares. En el que los más afectados han sido las madres y los hijos. Al menos así se aprecia según denuncias de estás. Que en los casos graves la familia ha tenido que protegerse en albergues oficiales.

Por otra parte, “la nueva modalidad de vivir” a la que tenemos que acostumbrarnos, traerá un cambio radical en nuestra vida social, pues todos los protocolos de cuidados para evitar el contagio del virus, seguirán aplicándose por tiempo indefinido, quizá hasta que haya una vacuna. La salvación para que el mundo en general vuelva a su normalidad.