La batalla por la salud mental ante la pandemia
Delitos de impacto social en Tabasco, a la baja

Francisco Gómez Hernández
En la entrega del lunes 11 de mayo, el tema fue el confinamiento por la pandemia y sus consecuencias, derivado de la entrevista que en Telereportaje le hicieran a la directora del Instituto Estatal de la Mujer, Nelly Vargas, quien pronosticó que la violencia contra la mujer en México podría llegar hasta un posible aumento del 150 por ciento. Impactantes las declaraciones, que como referencia datan y reflejan los ejemplos de la Ciudad de México, Estado de México, Guerrero y Guanajuato, en donde los picos están más altos. Que no es el caso de Tabasco.

Si bien es preocupante lo que puede suceder en otros lados por el confinamiento, aunque no sea en nuestro estado, la violencia intrafamiliar, las violaciones y los feminicidios, son delitos de impacto social que sorpresivamente suceden en los hogares, que hoy cohabitan en ese aislamiento las familias por tiempo indefinido, y es donde se corre el riesgo de que algo pueda suceder. Afortunadamente en Tabasco, estos delitos disminuyeron en gran escala el 61.5 por ciento el feminicidio, 37.9 por ciento las violaciones, 12.1 por ciento el homicidio doloso y un 7 por ciento el secuestro, delitos cuya disminución es en comparación con el 2019.

Destaca el reporte de la Fiscalía General del Estado que pública en su Prontuario Estadístico mensualmente que la reducción de los delitos de impacto social, fueron de 2003 comparativamente al año 2019. Y en general de la incidencia delictiva también en comparación de 2019, la reducción fue de 3 mil 678 delitos, resultados de un trabajo coordinado y profesional de las autoridades que conforman la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz.

El tema del confinamiento por la pandemia, atrae por sus problemas multifactoriales que contraen quienes confinan en sus hogares por tiempo indefinido, toda la precariedad de espacio y movimiento, a donde el COVID-19 los ha llevado para salvaguardar sus vidas; con la posible manifestación de un estrés post traumático, cargado de insomnio, pesadilla, miedo, angustia y mayor consumo de alimentos, reacciones normales del organismo. Pero por otro lado en los aislamientos prolongados en espacios reducidos, surgen efectos emocionales entre las parejas, apareciendo la violencia intrafamiliar o las violaciones, delitos bastantes comunes hoy en los hogares entre las parejas.

Científicamente nuestro cerebro está diseñado para socializar y sufre deterioro cuando ve reducidas sus relaciones, por ello tener relaciones restringidas merma la salud. El aislamiento social, no es exclusivo de esta pandemia, es un fenómeno mundial que no solo por pandemia se padece. Somos una especie social que necesitamos interacción con nuestros congéneres. Aunque este confinamiento se trata de una medida imprescindible para afrontar la pandemia y está salvando miles de vidas, también resulta obvio que puede producir efectos negativos sobre la población. Especialmente si se alarga mucho en el tiempo y no ponemos en marcha medidas para reducir su impacto. Con esta entrega terminamos el tema del confinamiento por el COVID-19.