Violencia y pobreza, binomio lacerante en tiempos críticos

Francisco Gómez Hernández
Ponderante ante la celebración del Día de las Madres, hablar de la violencia contra la mujer, no es razón para hacerlo, partiendo que conceptualmente, las diferencias entre los sexos no implica desigualdad legal entre hombres y mujeres. La violencia masculina contra las mujeres es un crimen, un delito histórico y universal. Que comienza en los albores de la civilización y subsiste hasta nuestros días.

Por ello son puntuales las palabras de la directora del Instituto Estatal de la Mujer, Nelly Vargas, quien explica que la violencia contra la mujer en México podría llegar hasta un posible aumento del 150 por ciento, propiciado por el confinamiento de las familias en su hogar para evitar mayores contagios de COVID-19. En Tabasco la ley seca fue una extraordinaria decisión. Recordemos que el alcohol y las drogas son elementos que ayudan a que el hombre se vuelva más violento, aseguró.

Datos de esa institución refieren que en periodos de descanso, la violencia hacia la mujer aumenta un 79 por ciento, en vacaciones un 25 por ciento y los fines de semana hasta 79 por ciento. Por la pandemia se han implementado programas como el de cuidado contra agresiones al personal en general que atiende a pacientes con COVID-19 y programas adicionales como atención jurídica, apoyos psicológicos y atención especial de tanatología.

Sobre el tema, la psicóloga Marina García Franco, con muchos años de experiencia profesional en el sector público y oficial (DIF estatal), en entrevista exclusiva para este servidor, detalla que el aislamiento por mucho tiempo, genera en las personas, ansiedad y depresión, las más comunes, que además desencadenan otras más graves, como la psoriasis, colitis nerviosa y los casos mayores, las personas que padecen de enclaustramiento, que son capaces de llegar al suicidio.

Existe algo de descontento entre los padres, por el exceso de tareas que le dejan a los niños, bueno porque los mantienen ocupados, malo porque los padres sufren también ese acopamiento que para ellos, lo sienten anormal pues la necesidad del trabajo de los dos padres, hace que esa obligación, sea requerida por los abuelos u otras personas.

Pero el tramo más difícil que están pasando las familias por los problemas del Coronavirus, además del aislamiento, es la falta de recursos para la alimentación, pues la clase media, desapareció, hoy solamente hay pobres muy pobres y ricos, los niños estando en casa, piden más de lo debido y no solo los niños, los adultos también, y si no tienen recursos como lo hacen, si no hay apoyo social del gobierno, la entrega de despensas es selectiva.

Hoy, soy maestra comenta la psicóloga Marina Gracia Franco y visito las casas de los alumnos, en verdad hay casas que solo son láminas por todos lados, como pueden vivir con este calor espacios muy chicos, que viven en hacinamiento, los abuelitos que que se encargan de cuidar a algunos niños, ya están muy grandes de edad, qué cuidado puede haber, pero la verdad que si sus papas no trabajan los dos no comen.

Finalmente la psicóloga expresa, es necesario y urgente un programa de apoyo a las familias pobres, “hay mucha pobreza en Tabasco”, esa gente se muere rápido por sus alimentos que son de muy baja calidad, comen para llenarse, no se alimentan, así sin palabras rebuscadas es la expresión muy clara de la joven profesionista.

Y nosotros desde aquí le enviamos muchas felicidades a todas las madrecitas del mundo, en especial aquellas que por esta pandemia hayan perdido algún ser querido.

SHISHERÍO.- Madre la gran dadora de vida, único ser que sin protocolo de canonización, alcanza el don de SANTA y su eterna existencia sólo la limita el cielo.

Madre es la que concilia y guarda el equilibrio entre el trabajo remunerativo, el doméstico y la responsabilidad familiar.

Sin embargo, muchos hijos en la mayoría los que dependen solo de ellas, la relegan a una simple persona que sufraga sus necesidades domésticas.

¿Cuántos hijos sabremos el misterio que guarda el corazón de una madre? pocos o nadie, porque no valoramos sus trabajos ni desvelos.

Por eso entre los sentimientos y los sacrificios de una madre, no hay medida, solo el amor y la comprensión que tengamos. Hagamos de este día el mejor comienzo, para que los próximo 364, nuestras madres tengan la mayor felicidad, de nosotros depende.