Enfatizó que participará en los próximos comicios, apoyando a la izquierda como siempre lo ha hecho

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
Para empezar, es puntual. A pesar de ello, Diana Calzada Sánchez se autodefine como “indisciplinada” al abuso de autoridad pero “congruente” consigo misma, además de comprometida con el proyecto político de Andrés Manuel López Obrador, “desde abajo” o en la trinchera que él disponga, ahora, o cuando gane la presidencia de la república en 2018.
La relación con el presidente nacional del Morena no es nueva. Data de cuando éste cortejaba a Rocío Beltrán Calzada allá en Teapa, de donde también es la ahora consejera estatal y nacional del partido que en Tabasco preside Adán Augusto López Hernández, con quien además la licenciada en derecho por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) tiene amistad desde que éste militaba en el PRD.
Joven, enviudó. Vinculada ya a la iniciativa privada, “por cosas de la vida”, cambió el giro comercial de venta de calzado por la ganadería. A los 28 años, dedicó tiempo a litigar casos particulares y defender, ella misma, una propiedad en San Manuel, Huimanguillo, contra “abusos” de la entonces paraestatal Pemex: “No les tengo miedo. Demándenme y si pierdo el juicio yo le entrego el rancho al licenciado López Obrador”, advirtió a los representantes de la empresa que habían amenazado hasta con expropiar sus tierras.
–¿Te atreverías a regalarlo?—le decían sus amistades a quien no oculta que por diez años estuvo casada con el ganadero y ex senador de la república por el PRI, Arcadio León Estrada.
–¡Claaaro que me atrevo!—, invariablemente, era la respuesta.
Esta supuesta muestra de “indisciplina” apareció el domingo 9 de julio, durante el Consejo Nacional del Partido Morena. Calzada Sánchez hizo fila entre los oradores espontáneos del evento en el cual Tabasco quedó entre los 15 estados cuya primera fórmula al senado de la república será para una mujer. Y ante las delegaciones estatales, habló como suele hacerlo con quien sabe escucharla:

Aquiles El Mico
A la cita en un restaurante aledaño a la Plaza de Toros Villahermosa, llega enfundada en un conjunto de blusa y pantalón azul. Con la mano izquierda mueve la cuchara de la primera de dos tazas de café que toma durante la conversación de más de tres horas en la cual narra vicisitudes personales, así como al seguimiento dado a la carrera política de López Obrador desde que éste empezó a abanderar la lucha de los damnificados por Pemex en Tabasco. Pero más cuando las ruedas de prensa como jefe de gobierno del Distrito Federal: “Me encantaba ver esa dinámica. Desde la mañanita él era la persona más importante no el presidente de la república…”
Además de las inconveniencias registradas y publicadas en la prensa local durante su iniciativa por democratizar la elección de dirigente de la Asociación Ganadera Local del municipio de Centro, frustración que le llevó a vaticinar el fracaso del Frigorífico y Empacadora de Tabasco, así como de la empresa Ultralácteos.

Subirse al caballo
No obstante esas experiencias, Calzada Sánchez se dice acostumbrada a la política de bajo perfil. Y cuando se le pregunta si la decisión de que una mujer encabezará la primera fórmula al senado podría tener como destinataria a ella como algunos especulan ya al interior del Morena, explica:
“A mí me pareció que el licenciado López Obrador destrabó lo de las senadurías con la equidad de género. Se rifó en ese momento y salió Tabasco. No hubo truco ni maña. Para nada tuvo destinataria”, afirma y reflexiona:
“Para nosotras las mujeres, la política es mucho más difícil. Es un reto, por ejemplo, la paridad de género para la política en el país. Ojalá y todas tengamos tiempo, la preparación para incursionar en ella. Las mujeres participamos, trabajando. Trabajamos igual que muchos hombres pero ya trabajar y participar en política ¡aaah, ya es otro paquete!
“No necesito ser diputada o senadora para ser Diana Calzada. Yo traigo como proyecto el 2018. Para mí es un parteaguas: si el licenciado Andrés Manuel llega, adelante con él. Pero si no llega, yo me retiro a mi casa…a menos de que él diga seguir en la lucha política.
–¿No le gustaría ser senadora?— se le insiste mientras con una servilleta limpia un lagrimeo en el ojo izquierdo.
–No es algo que me quite el sueño…
En ese tono cuenta algo que expresó López Obrador en el Congreso Nacional del Morena y que la mantiene preocupada: “Me lástima que todos me piden candidaturas pero no me piden la Secretaría de Agricultura para apoyar al campo que está abandonado…”, reclamó el dos veces candidato presidencial de la izquierda mexicana.
–Por eso mismo le debería interesar la senaduría…
–No es que no me interese. No lo he contemplado porque una candidatura a ese nivel es un compromiso grandísimo. Capacitada sí estoy pero eso lo va a decir el consejo a través de una encuesta. Y si nos tocara el compromiso, pues hay que subirse al caballo pero consciente de que el compromiso requiere capacidad y tiempo.