El presidente del gobierno español, destacó las acciones emprendidas en la región, para salir avante de la crisis económica que está afectando a toda Europa

Madrid, España
Agencia El Universal
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó que la experiencia de América Latina, para superar momentos difíciles y salir de la crisis, es un ejemplo para España y Europa.
Al participar en la inauguración de la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en este puerto del sur de España, el mandatario anfitrión reconoció los esfuerzos de América Latina para posicionarse como «el camino más estable de la globalización».
«América Latina ha sabido transformar la vieja década perdida en la actual década de prosperidad. Este éxito es resultado de la determinación, del esfuerzo y la paciencia, y de la combinación de la austeridad con políticas propias de crecimiento y de cohesión social», apuntó.
En su mensaje en el Teatro Falla de Cádiz, expuso que se trata de una región ya emergida, que se abre paso al mundo con decisión, y que España «siempre confió y seguirá confiando en el continente».
Sostuvo que a pesar de la crisis económica, Europa sigue siendo una oportunidad para América Latina, y que España «es la plataforma para acceder al que es aún la mayor área de prosperidad del mundo».
«Más América Latina en Europa y en España es una receta imbatible para afrontar los actuales desafíos», aseveró en la parte inicial de la cumbre de dos días en esta ciudad.
Rajoy reivindicó que América Latina es uno de los pilares del mundo occidental, y que «para España no ha sido una región periférica, sino central».
Sostuvo que «como europeo, iberoamericano y español» defiende «el valor de América Latina, su pasado, presente y futuro».
«Una América Latina pilar en el mundo occidental, con quien compartimos principios y valores», y de la que España tiene «afecto, orgullo y gratitud», manifestó.
Expuso que la centralidad de la región también se basa en ser plataforma hacia Asia, el puente entre el Atlántico y el Pacífico, «y el camino más estable de la globalización».
El presidente español puntualizó que España «no se entiende sin ese vínculo y el español no sería una lengua universal».