Secuestro político a Evo Morales
El viaje de regreso a Bolivia, desde Moscú, Rusia, se complicó la víspera cuando Francia, Italia, España y Portugal revocaron sus permisos para que el avión del Presidente de Bolivia, Evo Morales pudiera sobrevolar sus espacios aéreos, ante la sospecha de que en el aparato iba el ex contratista de la estadounidense Agencia de Seguridad […]
4 de julio de 2013

El viaje de regreso a Bolivia, desde Moscú, Rusia, se complicó la víspera cuando Francia, Italia, España y Portugal revocaron sus permisos para que el avión del Presidente de Bolivia, Evo Morales pudiera sobrevolar sus espacios aéreos, ante la sospecha de que en el aparato iba el ex contratista de la estadounidense Agencia de Seguridad Nacional, Edward Snowden. Siendo retenido por espacio de 13 horas en Viena. Antes de salir de Viena y al ofrecer una conferencia de prensa, el presidente de Bolivia destacó que “nunca había experimentado algo así» y reiteró “no soy un criminal”.

Redacción
Rumbo Nuevo
La foto de Evo Morales con el rostro marcado por la fatiga, manipulando ansiosamente su teléfono móvil como suele hacer un pasajero cuando su vuelo ha sido diferido, provocó una ola de indignación como pocas en los despachos de los presidentes sudamericanos. No se sabe quién tomó la imagen, pero su impacto fue mayor que las noticias que llegaban desde Moscú y luego desde Viena, las dos estaciones de lo que muchos califican como «el calvario de Evo».
En esos países existía la sospecha de que Edward Snowden, ex técnico informático de la CIA, requerido por Estados Unidos tras revelar programas de espionaje, iba a bordo del avión. En otras palabras, que Morales se había prestado para organizar la fuga. «Parece mentira que las autoridades en esos países no pensaran que con esa acción daban pie a una crisis de proyecciones insospechadas. Un pleito entre dos continentes», señaló Roberto Cartes, catedrático de la Universidad de Buenos Aires.
Los viejos resentimientos hacia el viejo continente no tardaron en aflorar. Y las primeras manifestaciones de repudio surgieron de la Casa Rosada (Buenos Aires), donde Cristina Kirchner consideró que la retención de Morales en suelo europeo constituye un acto de humillación. A través de su cuenta oficial en Twitter, la presidenta reprodujo un fragmento de la conversación que mantuvo con su homólogo boliviano. «Hola compañera, como está usted», dice Evo. A lo que Cristina responde: «¿Usted me pregunta a mí como estoy?».
Para Kirchner, la actuación de los países europeos es «una humillación a una nación hermana y al continente americano» y reclamó un «desagravio». «Creemos que esto constituye no sólo una humillación a una nación hermana sino a todo el continente sudamericano», denunció.
Rafael Correa comentó con sorna que «algunos europeos creen que todavía estamos en la época de la colonización y del avasallamiento de los pueblos americanos». A su vez, Humala consideó que el «bloqueo aéreo» realizado por Francia y Portugal, «no tiene justificación alguna», máxime cuando la medida fue tomada en base a un rumor.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha advertido que responderá a la «agresión peligrosa, desproporcionada e inaceptable» contra su par boliviano, informa Dpa.

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