Jorge Núñez
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El apoyo que los legisladores federales del PRD dieron a las leyes secundarias de la Reforma Energética ha desatado un nuevo enfrentamiento en la izquierda tabasqueña. El presidente del Consejo Político de Morena, Octavio Romero Oropeza, llamó “traidores” a quienes emitieron su voto a favor de la reforma y entre quienes estuvieron el senador Fernando Mayans Canabal y los diputados federales Marco Medina Filigrana, Gerardo Gaudiano, Tomás Brito, Juan Manuel Fócil y Antonio Sansores.
El aspirante a la alcaldía de Centro se erigió en el portavoz de Andrés Manuel López Obrador al señalar que los diputados perredistas cayeron en un acto de “entreguismo”. También se llevó entre las patas a Juan Cáceres de la Fuente, del PAN, y a Nelly Vargas, del Movimiento Ciudadano, quienes también votaron a favor de la reforma propuesta por el Presidente Enrique Peña Nieto.
Aunque los legisladores federales sustentaron su apoyo a la reforma peñista al señalar que esta traerá beneficios presupuestarios a la entidad, que podrían ir de los tres mil a los cinco mil millones de pesos anuales, Romero Oropeza argumentó que la aprobación impactará negativamente al país porque se entregará a los extranjeros el 50 por ciento de los recursos petroleros. Según sus cuentas, “se abrirá un boquete en las finanzas en México del orden de 800 mil millones de pesos que deberán cubrirse a través de impuestos e incremento al gas, luz, gasolina, diésel”.
Más allá de las declaraciones públicas, el problema de fondo es que comienzan a abrirse nuevas heridas dentro de la tormentosa relación entre el Sol Azteca y el Movimiento de Regeneración Nacional. Hace apenas unas semanas, el encargado del despacho del PRD, Candelario Pérez Alvarado, había informado sobre acercamientos con Morena a fin de iniciar pláticas para ir juntos en una alianza de facto para los comicios de 2015. El propio Octavio Romero y Javier May le habían bajado los decibeles a las críticas contra el Partido de la Revolución Democrática, en lo que parecía una especie de reconciliación.
Pero la coyuntura del petróleo ha reavivado las diferencias en un tema tan sensible para los tabasqueños. Obrador no ha cejado en sus críticas contra la reformas peñistas, mientras que el gobernador Arturo Núñez ha asumido una postura institucional que favorezca la entrada de mayores recursos económicos a Tabasco.
El respaldo de los legisladores federales tabasqueños a la Reforma Energética fue, en estricto sentido político, una victoria política para Arturo Núñez y una derrota para Obrador. De ahí que Octavio Romero haya lanzado el calificativo de “traidores” a Fernando Mayans y compañía. Los legisladores, desde luego, han defendido su postura al señalar que su apoyo fue pensando en el beneficio de Tabasco, lo cual suena muy convincente ante los ojos de la opinión pública.
Hay qué ver hasta dónde siguen profundizándose los desacuerdos del PRD y Morena, porque de continuar así estarían haciéndole un gran favor al PRI. En algún momento Obrador y Núñez tendrán que ponerse de acuerdo si desean ir juntos en las elecciones del año entrante. Por lo pronto, Núñez sigue desempeñándose acorde a la responsabilidad de su cargo, velando por los intereses de la entidad, sin meterse en pleitos ajenos. Parece lo más acertado.
Confidencial
Suenan alarmantes las cifras de robos en la zona metropolitana de Villahermosa. El director de la Policía Federal, Baltasar Gutiérrez Yáñez, informó que esta corporación atiende 146 casos diarios de robos transeúntes y a casas- habitación. Aunque en coordinación con las autoridades del estado se han capturado a peligrosas bandas de asaltantes y de secuestradores, este problema sigue como un fuerte dolor de cabeza tanto para las autoridades como para la ciudadanía… El PRI estatal sigue languideciendo. No hay semana en la que no se hable de la inmediata remoción de Erubiel Alonso. El tricolor tabasqueño sigue como nave sin timón, sin oficio político y sin tareas partidistas. Parece que Camacho Quiroz sigue empecinado en que su partido pierda en 2015.
