Mientras el alcalde Pedro Argüello Hernández se dedica a realizar sus “amarres” con políticos de Tenosique

Balancán
Francisco Díaz Ballina
Corresponsal
Aun y cuando el río Usumacinta ya descendió en su nivel habitantes de Villa el Triunfo se encuentran inundados de aguas negras y pestilentes mientras el alcalde Pedro Arguello Hernández se dedica a realizar sus “amarres” con políticos de Tenosique con miras a ser el próximo diputado local por estos municipios.
Durante meses los pobladores de esta villa han estado respirando la fetidez que emana de las aguas negras que corren por las calles de esta demarcación sin que esto le importe en lo más mínimo al presidente “chontaludo” Pedro Arguello Hernández quien se ha dedicado a contactar políticos del municipio de Tenosique para que le ayuden a llegar a ser diputado local.
Pese a que los lugareños han estado insistiendo en que la problemática sea remediada a este edil solamente le interesan sus asuntos personales mientras que los ciudadanos que le confiaron su voto están sumidos completamente en el olvido, el rezago y la marginación cosa que jamás imaginaron ya que les prometió la luna el sol y las estrellas cosa que jamás verán.
Pese a que niños, jóvenes y personas mayores caminan entre las aguas sucias y pestilentes los integrantes de la Unión de Propietarios de Camiones de Volteos transportadores de materiales para construcción no pueden entrar a sus oficinas debido a que el agua del drenaje cubre la calle de enfrente pero para el presidente de extracción priista esto le es indiferente.
Una vez más las mentiras y la demagogia del alcalde “Chontaludo”, Pedro Arguello siguen afectando a los habitantes que reclaman las obras, programas y beneficios que prometió en campaña y como de costumbre de todo esto ya se olvido y solo piensa en llegar más lato políticamente cuando no ha podio cumplir con la responsabilidad que hoy ostenta.
Finalmente y mientras el alcalde se pasa más tiempo en el vecino municipio de Tenosique haciendo “amarres” políticos la fetidez y las aguas negras siguen siendo el pan de cada día de los habitantes de Villa el Triunfo que no pueden hacer lo más mínimo para evitar despertarse, dormir, comer y caminar por las calles respirando los malos olores que despide el drenaje.