Se imprimen 103 millones 961 mil 362 boletas electorales del Proceso Electoral Federal 2020-2021
El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, dijo coincidir en que el árbitro electoral debe ser discreto y neutral, sin embargo, precisó que eso no significa que sea omiso ante violaciones a la ley. A través de Twitter, Córdova Vianello dio respuesta a lo mencionado por la secretaria de Gobernación, Olga […]
7 de abril de 2021

El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, dijo coincidir en que el árbitro electoral debe ser discreto y neutral, sin embargo, precisó que eso no significa que sea omiso ante violaciones a la ley.
A través de Twitter, Córdova Vianello dio respuesta a lo mencionado por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, al dar inicio a la impresión de documentación electoral, en donde expresó que el árbitro electoral debe ser neutral o no es referi.
Ante ello, el presidente del INE señaló en su red social, sin mencionar el nombre de la titular de Gobernación, que aunque coincide en que debe ser discreto y neutral, el árbitro electoral a su vez debe ser estricto y puntual frente a violaciones a la ley.
Sánchez Cordero retomó palabras que dijera en su momento el consejero presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg, acerca de la discreción que debe tener el órgano electoral.
La secretaria de Gobernación expuso que: “Por definición, el árbitro es neutral o no es árbitro. Hago mío lo que dijo (…) el presidente del IFE en 1996 (José Woldenberg) y era que el árbitro electoral fuera eficiente y discreto”.
Por su parte Lorenzo Córdova puntualizó que el organismo a su cargo, como árbitro, aplicará la ley y hará valer la Constitución.

Certeza y legalidad en los comicios
Un total de 103 millones 961 mil 362 boletas electorales del Proceso Electoral Federal 2020-2021 comenzarán a producirse en Talleres Gráficos de México, como desde hace 30 años, para posteriormente ser distribuidas en los 32 estados del país, informó el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.
Al presenciar el arranque de la producción de estos documentos, señaló que estos papeles son fundamentales porque son en los que se depositará la soberanía popular expresada a través del voto de las y los mexicanos. Sostuvo que este es uno de los procedimientos que dotan de certeza y legalidad a los comicios del próximo 6 de junio.
“La boleta electoral en México es uno de los documentos oficiales más seguros del país, pues cuenta con una serie de candados y dispositivos que las vuelven infalsificables. La boleta es una evidencia física de la evolución de nuestra democracia y del perfeccionamiento de nuestro sistema electoral, tras una serie de reformas pactadas entre las muy diversas fuerzas políticas que dieron forma y cauce a nuestra transición, junto con muchos otros elementos técnicos y materiales de nuestros procesos electorales, como el Padrón Electoral y la Lista Nominal, las urnas transparentes, la Credencial Para Votar con Fotografía, el complejo sistema de capacitación electoral, los conteos rápidos, los Programas de Resultados Electorales Preliminares y, desde luego, la ciudadanización de los comicios”, refirió.
Hoy México cuenta con un sistema electoral que ha sido reconocido internacionalmente e incluso se ha vuelto un referente para naciones que aspiran a conformar un sistema democrático. Los especialistas suelen referirse al detalle y la transparencia de nuestros procedimientos señalando que el sistema electoral mexicano funciona con la precisión de una maquinaria de alta relojería”.
“El INE es un órgano constitucional autónomo muy celoso de su independencia y autonomía, pero también tenemos claro que autonomía no significa autarquía, y por eso mantenemos relaciones de colaboración con todas las instituciones del Estado mexicano”, refirió.
El consejero presidente del INE también apuntó el trabajo de colaboración con la Secretaría de Salud para afinar los procedimientos con el fin de que el proceso electoral no se convierta en un factor que altere las curvas epidemiológicas y que, al mismo tiempo, la democracia, en consecuencia, no se convierta en una víctima más de la pandemia.

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