El 25 de noviembre murió Flor Silvestre a los 90 años en su casa de Zacatecas.
Apaciblemente y por causas naturales, Guillermina Jiménez Chabolla –nombre real de la cantante y actriz- falleció rodeada de su familia.
Tras el deceso, su nieta y también cantante Ángela Aguilar, de 17 años, le dedicó en sus redes sociales unas tiernas palabras para despedirse y dar a conocer lo mucho que la admiraba.
“Era ella, mi bella flor, que me inspiraba a ser cada día mejor. Siempre bella, hasta cuando dijo adiós. Una mujer digna del cielo, por eso Dios se la llevó. Te amo tanto que no te supe decir cuánto. Gracias por tanto, gracias por todo, gracias siempre.»
Flor Silvestre apoyó incondicionalmente a Ángela en su carrera como cantante e incluso apareció en uno de sus videos musicales.
Sus restos descansan en su rancho El Soyate, en Zacatecas, junto a su gran amor, Antonio Aguilar, a quien conoció en 1950 en un programa de la XEW y con quien se casó el 29 de octubre de 1959.