El emblemático personaje manda un mensaje de amor y paz, en especial a los mexicanos; invita a «show» con Rubén Cerda

México, DF
Notimex
Aun cuando tiene demasiado trabajo en su villa con la creación de juguetes con los que cumplirá los sueños de millones de niños en el mundo, Santa Claus, el emblemático personaje de la Navidad concedió una entrevista a Notimex, principalmente para enviar un mensaje de amor y felicidad a todas las familias mexicanas.
Para comenzar, Santa, con su traje rojo, enormes barbas y sentado en un elegante sillón, aceptó que para estos días la carga de trabajo aumenta, pero no le preocupa pues tiene mucha gente que le ayuda.
«Afortunadamente tengo un gran equipo de colaboradores, además cuento con una gran mujer como la señora Claus que siempre ha llevado la batuta a ritmo de chocolate y galletitas», comentó soltando su estruendosa carcajada: «¡Jo jo jo!».
Santa Claus, quien fue entrevistado en casa de su amigo y representante en la Tierra, Rubén Cerda, comentó que durante todo el año él está bastante activo, con mucho trabajo y no sólo en épocas navideñas.
«¡Todo el año estamos pendientes de cómo se portan los niños! La fábrica de Santa es como el Teletón, ¡jo jo jo! Al día siguiente de Navidad ya estamos trabajando. Viendo los juguetes que más le gustan a los niños y a las niñas, pero sobre todo recopilando buenas acciones».
Agregó que mucha gente, en especial los niños, le preguntan que por qué se deben portar bien y él les responde que «las buenas acciones son la materia prima para seguir construyendo los juguetes.
«Cada vez que un niño hace una buena acción, en la fábrica del Polo Norte se enciende un foquito verde, pero cuando haces una mala acción se enciende un foquito rojo y entonces la luz verde se desaparece y nos impide seguir creando su juguete.
«Debemos de tener suficientes buenas acciones todo el año, para que alcance a construir los juguetes que me están pidiendo. Entre más focos verdes, es más fácil que podamos conceder sus deseos. Pero si hay muy pocas buenas acciones, no podré construir la bicicleta que me están pidiendo, por dar un ejemplo», dijo, mientras se alisaba su enorme barba que apenas dejaba ver sus brillantes ojos azules.