Francisco José Rivero Cruz
Su nombre actual se debe a una laguna de más de 350 metros de diámetro que se localiza en dicho sitio, es un yacimiento arqueológico de la cultura maya que está localizada en el municipio de Tenosique, Tab; exactamente en la zona donde se unen la sierra del Peten guatemalteco y la llanura costera del Golfo de México.

Su vasta extensión de 70 hectáreas, con abundantes colinas, montañas, ríos y la misma laguna, hizo que los mayas aprovecharan a su totalidad estos inmensos recursos para procurar el sustento de la población.

La explotación de pedernal (piedra muy dura formada principalmente por sílice y que al romperse forma unos bordes muy cortantes), fue una de las actividades principales de este sitio, el pedernal es un material de fácil manipulación por lo cual se usaba para la elaboración de instrumentos cortantes como cuchillos, hachas, navajas y puntas para flechas, en el sitio se han encontrado gran cantidad de desechos de este mineral, lo que indica que sus habitantes fueron importantes constructores de armas de la zona.

Romero Rivera, arqueólogo del INAH, en 1986, cuando fue descubierta esta zona importante mencionó, “qué a partir de la explotación y comercialización del pedernal, los habitantes de San Claudio crearon una industria que desplazó el uso de la obsidiana y los hizo independientes de las grandes redes de comercio.

Al momento de la excavación de la zona nos revela que los habitantes de esta región eran personas humildes, ya que se han descubierto 30 esqueletos que fueron enterrados con pequeñas ofrendas, esto en comparación con los que se han encontrado en las grandes urbes mayas”.

Romero Rivera asegura que los entierros más elaborados que se han hallado en San Claudio, consiste en una tumba construida con lajas de piedra caliza y en el interior ofrendas sencillas, la más “ostentosa” constaba de tres vasijas, en tanto que las demás pobres, es decir, la mayoría de estas, los esqueletos tenían sólo un plato o un cajete que tapaba el rostro de la persona enterrada.

Finaliza diciendo el investigador: “esto nos revela que no se trató de grupos de élite, lo que coincide con la ausencia de palacios o grandes ofrendas de jade como en Palenque, donde hubo entierros en sarcófagos y lápidas con inscripciones”.

En conclusión podemos decir que San Claudio (clásico tardío año 600 d.C.) fue una pequeña población que fue proveedora de armas a las grandes poblaciones mayas y no dudemos que ella fue pieza clave en la guerra contra los españoles en la conquista.