Rumbo Nuevo, 77 años. El mismo compromiso. ¡Lealtad a Tabasco!
*A lo largo de siete décadas, un lustro y dos años, Rumbo Nuevo conjunta una hemeroteca que lo hace el decano del periodismo en Tabasco una fuente fidedigna para los historiadores y demás científicos sociales. *Rumbo Nuevo registra la evolución demográfica, política, social, económica y cultural, después de varios intentos personales, logró lo que se […]
1 de noviembre de 2020

*A lo largo de siete décadas, un lustro y dos años, Rumbo Nuevo conjunta una hemeroteca que lo hace el decano del periodismo en Tabasco una fuente fidedigna para los historiadores y demás científicos sociales.
*Rumbo Nuevo registra la evolución demográfica, política, social, económica y cultural, después de varios intentos personales, logró lo que se creía imposible: arrullar, acunar, al actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Editorial
La edición 19 mil 370 es un memorial del 77 aniversario de Rumbo Nuevo. También es un número distante en el tiempo al dígito aparecido el lunes 1 de noviembre de 1943, pero con la premisa original de registrar ‘El Diario de la Vida Tabasqueña’, aderezado con el quehacer de la humanidad en México y en el planeta mundo. Convertido en decano del periodismo en Tabasco, Rumbo Nuevo pasó de la revista semanal que fundara Manuel Antonio Romero Zurita en plena segunda guerra mundial, al cotidiano que hoy en las versiones impresas y de las plataformas digitales registran, por ejemplo, el efecto de las intensas y densas lluvias que asolan a las zonas bajas del municipio de Centro, incluyendo la capital Villahermosa, y de otros municipios de la entidad. Así como registró la actividad de la humanidad —y también de la naturaleza que ya manifestaba deterioro por el florecimiento industrial— en los últimos 57 años del siglo 20 y del segundo milenio, así Rumbo Nuevo consignó la pluralidad política insertada por perseverancia del voto ciudadano en el poder federal y estatal desde el umbral del año 2000. El avance de la democracia en México y Tabasco, es parte de la hemeroteca de ‘El Diario de la Vida Tabasqueña’. Desde su origen, Rumbo Nuevo fue es una escuela de periodismo en el estado. En sus páginas está la huella indeleble de intelectuales, escritores, poetas, políticos, periodistas y reporteros como su fundador Manuel Antonio Romero Zurita; Luis C. Márquez, Andrés Iduarte, Pedro Ocampo Ramírez, Francisco J. Santamaría, Carlos Pellicer Cámara, Ramón Galguera Noverola, Belisario Colorado Jr., José Carlos Becerra, Manuel Rafael Mora Martínez, Florentino Hernández Bautista…; Isidoro Pedrero Totosaús, Bartolo Jiménez Méndez, Guillermo Hübner Díaz, Erwin Macario…una galería de personajes de ayer y de hoy cuyo pensamiento, creatividad, profesionalismo y responsabilidad ciudadana son la divisa del rotativo que actualmente dirige Jorge Alberto Javier Quero. La trascendencia no es por acumular años sino por la información apegada a hechos, sin sesgos ni bulos inducidos fuera de la línea editorial. Antes que nada el compromiso es con la historia, con las generaciones presentes y venideras ávidas por escudriñar en la idiosincracia, en la identidad tabasqueña. Y también del efecto y secuela de la pandemia por la cual se recordará al 2020: el Covid-19. La historia del periodismo en México data del imperio azteca. Así, la memoria de la comunicación escrita y cotidiana en Tabasco, sin lugar a dudas, no tiene más referente que Rumbo Nuevo. Entre sus páginas quedó, está acuñada como en mármol la carrera y actividad política del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y del gobernador Adán Augusto López Hernández. Nunca será presunción referir que si se es nativo o por adopción tabasqueño, la simbiosis con las páginas del periódico es natural. La comunicación como asienta el presidente López Obrador es circular, de ida y vuelta. Tal relación es la que está en el número del 77 aniversario de Rumbo Nuevo, inequívocamente, ‘El Diario de la Vida Tabasqueña’. LEM

Rumbo Nuevo, testigo de un mejor futuro para Tabasco
Se hace historia en Tabasco, Andrés Manuel López Obrador y Adán Augusto López Hernández, dos tabasqueños que hacen historia en la vida política del país y ahora Tabasco es, por así decirlo, la capital política, pues todos los ojos están puestos en la entidad. Rumbo Nuevo, El Diario de la Vida Tabasqueña, en 77 años, ha estado presente en los cambios políticos y sociales del país y del mundo, por ello la gran importancia que, por primera vez, un gobernador y un presidente coinciden por Tabasco y su pueblo.

Le han cumplido al pueblo tabasqueño, desde su caminar en busca del triunfo, uno de los compromisos fue el borrón y cuenta nueva en adeudos de luz, y se logró una tarifa preferencial la 1F, la más barata en el país; así como la refinería en Dos Bocas, en donde el presidente afirmó “a la vanguardia del crecimiento de México, en ese proceso de transformación va a estar Tabasco, nuestro querido estado”.

Ambos tabasqueños han coincidido en señalar reiteradamente que ha llegado la hora del Sureste, pero particularmente la hora de Tabasco, porque desde esta región se va a impulsar el desarrollo del país.

Tanto López Obrador como López Hernández tienen una visión de Estado, de la forma en que se va a sacar a México adelante, pese a las vicisitudes que han estado presentando, eso no va a detener la buena marcha que lleva el país. Este 1 de noviembre de 2020, Rumbo Nuevo está convertido en el decano del periodismo en Tabasco y, como tal, lectura obligada para la clase política toda vez que edición tras edición es un quehacer que no se dejará de hacer. Nuestros representantes se mantienen en la lucha por la democracia en México, son representativos de la pasión por el arte de la política en Tabasco además de testigos de primera línea del desarrollo de la conciencia ciudadana internacional que ha y sigue combatiendo dictaduras y regímenes totalitarios. Desde su llegada al gobierno, tras un triunfo avasallador, López Hernández recibió el respaldo del presidente, quien confió que el estado estaría en buenas manos bajo la responsabilidad de López Hernández.

Incluso que no hará falta vigilancia o supervisión por parte del gobierno federal “porque tenemos la seguridad de que gobernará bien”.

Para el presidente, Tabasco es su tierra, es su agua, está su gente y que a nuestro estado no lo dejaría solo y así lo ha cumplido. Tabasco es de las entidades que más ha visitado desde que llegó al gobierno. Pese a que la pandemia frenó las giras presidenciales, ha estado atento a la situación que vivimos.

Prueba de ello, la recién inundación en el mes de octubre, donde anunció que por el desfogue de la presa peñitas, la entidad no sufriría otra inundación. El manejo de presas cambiará por el bien de Tabasco, dijo en su última visita a la entidad.

Adán un buen gobernador: AMLO
En sus reiteradas visitas del presidente, no sólo ha dicho que Adán Augusto es su amigo, también es un buen gobernador y que sigue dando muy buenos resultados.

Adán Augusto ha sabido representar a nuestro estado y a como lo expresó en su toma de protesta «ser gobernador de Tabasco no significa únicamente cumplir una aspiración personal o ejercer un encargo político, es un medio para llevar más allá con repercusiones en el tiempo y en el espacio, el bien y lo justo. Estos son los principios fundamentales que darán sustento y filosofía a la reconciliación. Aquí en nuestro trópico, en nuestra agua y en nuestra selva será el principio que nos guiará en los próximos años”.

Fue ahí donde se pronunció por elevar el nivel de civilidad y de participación política, mediante un buen diálogo que acompañe a un buen argumento, todo ello, con el firme propósito de instaurar una nueva forma de practicar la política, no sólo para beneficio propio sino también para las futuras generaciones. “El rezago social y económico de Tabasco va a terminar en este sexenio con el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador y la eficacia de mi gobierno”, agregó la mañana de aquel 31 de diciembre de 2018. Al destacar que la representatividad política debe dar un giro de un orden dado a un orden de unidad entre gobierno y sociedad, López Hernández precisó que su gobierno se basará en una representatividad política activa, de escuchar, consultar e involucrar al pueblo, por lo que invitó a las y los tabasqueños a participar activamente en la Cuarta Transformación y en la reconciliación de Tabasco. Destacó que dicha reconciliación promoverá nuevas formas de pensar la vida, de pensar la actividad pública, a realizar grandes conquistas y grandes aportaciones para la población, y reiteró su compromiso de actuar con claridad en el rumbo, con inteligencia en la toma de decisiones y con firmeza en el mando. “Entiendo de manera sincera el agravio de la sociedad tabasqueña y quiero precisar que la reconciliación no significa impunidad para nadie; no nos equivoquemos, la ley no es negociable. En Tabasco habrá respeto total al estado de derecho”, recalcó el gobernador de Tabasco Adán Augusto López Hernández.

Tabasqueños unidos
Los tabasqueños hoy están más unidos que nunca, por lo que descarta que haya confrontación en la entidad, pues ha habido garantías para todos. “Si no nos dividió el asunto de enfrentar una pandemia, pues no nos van a dividir las cosas políticas”, por lo que puede estar en desacuerdo con todos, pero es respetuoso de las ideologías, ha insistido el gobernador. Miedo de regresar al confinamiento Por otro lado, debido a la pandemia, López Hernández dejó claro que todos tienen miedo de regresar al confinamiento y lo que se tiene que hacer ahora es seguir con la responsabilidad de acatar los protocolos sanitarios.

Cabe recordar que no es que el gobierno tenga más camas o más hospitales, médicos mejor preparados, sino es cuestión de que todos se cuiden, que usen el cubrebocas, cuidar la distancia social, uso de gel antibacterial. “Que evitemos las reuniones familiares, porque el primer foco de dispersión estatal ahora es las reuniones familiares”, pues se tiene que respetar ese regreso paulatino a la nueva normalidad, porque desde luego que hay miedo de todos de regresar al confinamiento. Adán López no es partidario de endurecer medidas, pues lo que sí es cierto es que confía en la conciencia de los tabasqueños y que van a seguir respetando los protocolos sanitarios y con eso se evite que haya un rebrote. Cabe mencionar que por un restaurantero que viola los acuerdos, hay 10 que cumplen, porque además no es culpa de él nada más, sino que se debe hacer conciencia ciudadana, “por lo que es un asunto de conciencia”.

Pandemia no ha paralizado a México y a Tabasco
A como el mundo y el país, Tabasco, no fue exento del golpe al sistema de salud y la economía del estado, pero eso no lo paralizó, por el contrario, se mantuvo dentro de los estados que no tuvo un decrecimiento y es el segundo estado en recuperar los empleos perdidos tras más de seis meses de haberse paralizado la entidad.

Sin embargo, el gobernador ha sido claro, que se sigue avanzando para evitar un golpe mayor a la economía y el sistema de salud, es por ello, que el manejo del semáforo epidemiológico ha sido paulatino y seguirá hasta el 15 de noviembre en semáforo naranja hasta en tanto no haya 40 días de estabilización de la curva porque está latente un rebrote debido a las aglomeraciones que se dieron por el cobro de las personas afectadas por las inundaciones, “por lo que vamos a esperar”.

Tabasco sigue avanzando, Tabasco no se detiene, Tabasco, saldrá adelante ha puntualizado reiteradamente el mandatario tabasqueño, quien esta última semana de actividades se avocó a recorrer la zona de los ríos, la chontalpa y la sierra, para reforzar en los municipios el sistema de seguridad.

Rumbo Nuevo
77 años escribiendo
la historia de Tabasco

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
Con la edición de este domingo 1 de noviembre de 2020, Rumbo Nuevo, “El Diario de la Vida Tabasqueña”, cumple 77 años de circular entre los lectores de Tabasco, ya sea impreso o en las plataformas digitales de la sociedad de la información. A la distancia, 1943, el año del nacimiento del periódico en plena segunda guerra mundial, parece lejano en tiempo pero no lo es porque el compromiso de su fundador Manuel Antonio Romero Zurita, está intacto: ¡Lealtad a Tabasco!

En la numerología (Práctica supuestamente adivinatoria de los números o estudio del significado de los números, según la Real Academia Española), 77 es más que una cifra, una cantidad. Aquí, en Rumbo Nuevo es una suma de días, semanas, meses, años con el propósito de llevar al lector lectora el registro diario de lo que ocurre en el mundo, particularmente en México y Tabasco. Para el nativo, es parte del alimento consuetudinario, una costumbre, un hábito que contagia al visitante, al residente; al que adopta al solar como patria chica.

A lo largo de siete décadas, un lustro y dos años, Rumbo Nuevo conjunta una hemeroteca que lo hace el decano del periodismo en Tabasco. Una fuente fidedigna para los historiadores y demás científicos sociales. En ese fructífero devenir, las páginas de “El Diario de la Vida Tabasqueña” se ha engalanado con la opinión de intelectuales, escritores, poetas, políticos, periodistas y reporteros de ayer y de hoy cuyo denominador común es contribuir a la educación cívica y moral de las nuevas generaciones tal como en su momento lo hicieron Luis C. Márquez y Romero Zurita cuando el 1 de noviembre de 1943 decidieron juntar sus plumas para iniciar la travesía de Rumbo Nuevo.

En esas primeras presentaciones de hará 77 años este domingo 1 de noviembre, Rumbo Nuevo fue revista semanal. Pero gracias a la acogida de la población pasó al diarismo con la misma línea editorial que lo distinguió en sus primeros pasos: libertad de expresión razonada, equilibrada, no absoluta. Respeto total al derecho fundamental de hombres y mujeres pero sin caer en la diatriba, la calumnia, bulos y posverdades ya sancionados por el sabio griego Solón: todo con medida, nada con exceso.

Tal es la filosofía vigente no obstante la aparición de las tecnologías y las plataformas digitales convertidas en su mayoría en foros desaforados. A lo largo de 77 años, las páginas de Rumbo Nuevo registran la evolución demográfica, política, social, económica y cultural del Tabasco que, después de varios intentos personales, logró lo que se creía imposible: arrullar, acunar, amamantar al actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Sobre las recurrentes crisis económica del siglo pasado y presente, la entereza y perseverancia de sus editores persiste en la construcción de una sociedad responsable y comprometida con la libertad ciudadana, incluso en tiempos de inundaciones o como en este fatal 2020 que tiene de cabeza a la humanidad con la inacabable pandemia del Covid19. Esta crisis sanitaria también ha y es superada por el septuagenario periódico con la voluntad del servicio informativo que nunca termina.

Siendo “El Diario de la Vida Tabasqueña”, desde su nacimiento Rumbo Nuevo fue instrumento difusor del pensamiento y obra de quienes le cantaron a la “tierra y agua” del presidente López Obrador: Carlos Pellicer, Cámara, José Carlos Becerra, Noé de la Flor Casanova, Manuel R. Mora Martínez, Francisco J. Santa María, Belizario Colorado Jr., Napoléon Pedrero Fócil, Ramón Galguera Noverola…; Isidoro Pedrero Totósaus, Bartolo Jiménez Méndez…, algunos inmortalizados en la Plaza de los escritores y periodistas ubicada en el parque La Pólvora. Y, por supuesto, la opinión de su fundador Manuel Antonio Romero Zurita.

A propósito, vale citar la opinión pública del prolífico periodista, intelectual, revolucionario y político que gobernó Tabasco en 1924. La fidelidad a la moral y la conciencia emerge en el mismo título del juicio publicado cuando la pasión política movía el tapete al mandatario Noé de la Flor Casanova: “Lo que no es posible en 1943”:

“Si revisamos la política de este año de 1943 –escribió—nos sentiremos fortalecidos en la confianza de que no ha sido estéril la Revolución.- En plena guerra mundial, de 1914 a 1918, nuestra patria estuvo ensangrentada y dividida. No hubo un jefe; hubo muchos jefes (sic). Hombres tan honorables y acertados, como don Venustiano Carranza, fueron tratados igual que caudilluelos sin historia, que pasaron por el escenario político dejando sólo vago recuerdo.

“Ahora hay un solo jefe: el general Manuel Ávila Camacho. Hay una sola ley fundamental: la Constitución de 1917; un solo ideal: el democrático, que admite la existencia de tres poderes.
“Nuestro estado de Tabasco ha adelantado en los últimos lustros. Ningún Poder es solo sombra del otro. El Poder Ejecutivo ha gozado en administraciones recientes de franco apoyo, a veces ilimitado y silencioso de parte de los diputados locales. Ahora en el comienzo del periodo del Lic. Noé de la Flor Casanova, éste procura transmitir a sus amigos, los señores diputados, su programa de Gobierno, inspirado en el programa presidencial, amparado en la experiencia de los demás estados en donde gobiernan amigos sinceros del señor presidente de la República.

“Y como si fuera parte de un sueño, el poder Judicial está integrado, por primera vez en muchos años, por abogados recibidos, honorables, experimentados y activos. Decrece la criminalidad al mismo tiempo que la despistolización devuelve la tranquilidad A LA OPINIÓN PÚBLICA ATEMORIZADA POR EL AUGE DE LA CRIMINALIDAD.

“En medio de esta situación, se preguntan los desconfiados: ¿hacia dónde va el Estado? ¿cuenta con enemigos el gobernador? ¿quiénes, en dónde están? ¿quién es el jefe, quiénes los jefes y auxiliares, quiénes las piezas anónimas de este juego de ajedrez político?

“El poder Ejecutivo respeta la opinión pública y a los que comparten con él la responsabilidad del Gobierno. Es posible discrepancias entre dos poderes en nuestro Estado, pero en cosas de detalle. En lo fundamental tienen que estar de acuerdo, porque en 1943, la anarquía, la debilidad gubernativa, no son posibles.

“Vivimos tiempos de guerra. La unidad debe ser forjada en bronce, en acero, en concreto. En torno al poder Ejecutivo tienen que agruparse los políticos responsables, los trabajadores, los capitalistas, las personas honradas, los viejos revolucionarios, los demócratas, los reservistas y los conscriptos, los hombres y las mujeres.

“Hemos de verlo antes de mucho: QUIEN NO ESTE CON EL EJECUTIVO ES DISOLVENTE. Los que se agrupan en torno al poder Ejecutivo anhelan, como nosotros, modestos servidores del Estado, la prosperidad.- Con De la Flor o contra él. Los que sean ciegos y duden no cuentan con el porvenir. Están saliendo ya, lentamente, de la escena histórica, como si fuesen cadáveres camino del panteón…”

Congruencia natural
En el Tomo VIII de Villahermosa Nuestra Ciudad, obra publicada por el ayuntamiento Constitucional del Municipio de Centro 1998-2000, el historiador Geney Torruco Saravia, registra el pensamiento y la actividad política del entorno que precedió a la fundación de Rumbo Nuevo el 1 de noviembre de 1943:
“En el tomo anterior nos quedamos en la recta final de la lucha política por la gubernatura del Estado 1943-46, último gobernador de 4 años. Los dispuestos a sacrificarse, a trabajar, por la reivindicación de las masas de las masas populares resultaron ser los licenciados Noé de la Flor Casanova y Aníbal Ocaña Payán y Manuel Jaidar.

“Don Noé resultó beneficiado por los grandes electores y para bien o mal los votantes, de una u otra forma, ratificaron la decisión.

“(…) Noé de la Flor Casanova toma posesión el 01 de enero de 1943 y enfrenta hostilidades de grupos trujillistas, especialmente diez diputados de la XXXVII Legislatura, a los que con apoyo del “centro” logra eliminar…”

Sin embargo, la enciclopedia libre Wikipedia dedica más espacio a la obra pública del fundador de Rumbo Nuevo:
Manuel Antonio Romero Zurita (n. San Juan Bautista, Tabasco, México, 11 de febrero de 1896 – Villahermosa, Tabasco, México, 1 de noviembre de 1958) Fue un abogado, periodista y político mexicano que nació en el estado de Tabasco, de donde llegó a ser gobernador a través de un movimiento armado conocido como la Rebelión delahuertista. De ideas revolucionarias, fue encarcelado en la Ciudad de México y dejado en libertad meses más tarde. Fue el fundador del periódico Rumbo Nuevo en la ciudad de Villahermosa, Tabasco.

Desde joven, Manuel Antonio Romero fue de ideas revolucionarias, tanto que a la edad de 18 años, fue sujeto a proceso en la Ciudad de México en 1914 debido sus críticas y a participar en movimientos en contra del Presidente Victoriano Huerta, sin embargo, en abril de ese mismo año, fue dejado en libertad. Posteriormente, colaboró en el periódico El Universal y más tarde en 1916, recibió una beca por parte del gobierno del General Francisco J. Mújica. Al finalizar la beca, regresó a la ciudad de Villahermosa, Tabasco en donde concluyó la carrera de abogado en el Instituto Juárez.

Durante el la rebelión delahuertista, levantamiento armado iniciado en México por Adolfo de la Huerta en contra del presidente Álvaro Obregón y de su candidato a la presidencia Plutarco Elías Calles en diciembre de 1923, Manuel Antonio Romero simpatizó con dicho movimiento nacional, y fue uno de los principales líderes durante el alzamiento armado ocurrido en el estado de Tabasco en ese mismo mes.

Los rebeldes delahuertistas tabasqueños, encabezados entre otros por el General Carlos Greene, se alzaron en armas desconociendo al presidente Álvaro Obregón y al gobernador del estado Tomás Garrido Canabal. Después de tomar varios de los municipios del estado, con 2500 hombres sitiaron y bombardearon la capital Villahermosa, que resistió el sitio durante 36 días, sin embargo, los rebeldes no pudieron ser contenidos por las fuerzas leales al Presidente Obregón,2 y Villahermosa cayó en poder de los delahuertístas el 10 de enero de 1924.

Los rebeldes buscaron al gobernador Tomás Garrido Canabal para fusilarlo, sin embargo, Garrido se escondió varios días en una casa, para después huir en un cayuco hacia Guatemala. Loa rebeldes delahuertistas nombraron como gobernador provisional del estado a Manuel Ferrer Vega, quien ocupó el cargo del 18 al 20 de enero.

Una vez reunidos en el Palacio de Gobierno de Tabasco, los delahuertistas nombraron como gobernador del estado a Manuel Antonio Romero, quien desempeñó el cargo del 21 de enero hasta el 7 de junio de ese año, cuando la capital del estado fue recuperada por las fuerzas federales y Romero tuvo que salir de la ciudad huyendo hacia Tenosique y después a Guatemala.

Ante el avance de las fuerzas gobiernistas en Veracruz, y considerando a Tabasco un territorio de difícil acceso para las fuerzas federales, y que sus seguidores conocían y dominaban, Adolfo de la Huerta dejó Veracruz el 5 de febrero para dirigirse a Villahermosa, llegando a Tabasco, y estableciendo «su gobierno» en el puerto de Frontera,3 en donde fue recibido con júbilo por sus simpatizantes entre los que se encontraban el gobernador Manuel Antonio Romero y el General Carlos Greene.

El 20 de febrero de 1924 a través de un manifiesto Adolfo de la Huerta declaró al puerto de Frontera «Capital Delahuertista de México» y desde ahí, trató de organizar su rebelión armada en todo México.3

Sin embargo, las tropas leales a Obregón fueron poco a poco doblegando a los delahuertistas quienes fueron perdiendo terreno. Posteriormente De la Huerta salió de Frontera el 11 de marzo rumbo a los Estados Unidos dejando a su suerte a sus seguidores.4 Ante la compleja situación, Manuel A. Romero, el licenciado Rodulfo Brito Foucher, los generales Salvador Alvarado, Carlos Greene, Fernando Segovia y el Teniente Coronel Epifanio Bravata, trataron de organizar la defensa del estado, sin embargo, ante la falta de apoyo y de municiones, poco a poco fueron perdiendo las plazas. Las fuerzas federales leales al Presidente Obregón, recuperaron Frontera donde instalaron a las autoridades constitucionales retomando el gobierno Tomás Garrido Canabal, y el 7 de junio Manuel Antonio Romero y el general Salvador Alvarado decidieron abandonar la ciudad de Villahermosa la cual fue tomada por los obregonístas 10 días después.4

De esta forma, Tomás Garrido Canabal recuperó la gubernatura del estado desde el 8 de junio de ese mismo año.

Años después, cuando ya Tomás Garrido no estaba gobernando en Tabasco, Manuel Antonio Romero, regresó a Villahermosa donde fundó el periódico Rumbo Nuevo el 1 de noviembre de 1945,1 dejándolo el 11 de julio de 1951 para retirarse a la vida privada. Falleció en su ciudad natal el 1 de noviembre de 1958.1 En su honor, una calle en la ciudad de Villahermosa, Tabasco, lleva su nombre.

77, la numerología
“El número 77 trata sobre la expresión de la libertad personal. La energía representada por la numerología del número 77 es, ante todo, una energía de expresión de la libertad personal. 77 es introspectivo, pero también aventurero, sensual y espiritual, siempre y cuando no se restrinja su expresión de libertad personal.

“Experimentar todo al menos una vez es una parte natural del enfoque aventurero de la vida de este 77. La esencia 77 es especialmente adepta a los procesos mentales. Tiene lamente de un investigador científico, pero tiende a dejar de lado las investigaciones actuales en nuevas áreas de interés a medida que ganan la atención de los 77.

“77 está interesado en casi todo. Aprecia especialmente las experiencias sensuales, incluyendo, por ejemplo, el gusto, el tacto, el sonido, el movimiento físico o la emoción. También le gusta interactuar con la gente, con muchos tipos diferentes de personas –diferentes grupos de edad, diferentes orígenes sociales y étnicos, diferentes niveles de educación—personas con diferentes puntos de vista que 77 pueden intentar entender.”

La anécdota de Sibilla Zurita
Para elaborar la Historia de la radio en Tabasco. Andamiajes entre la vocación y el oficio, Leticia del C. Romero Rodríguez –que fuera directora del Instituto Estatal de la Mujer en el régimen de Arturo Núñez Jiménez–, transcribe la anécdota narrada por el fundador de Telereportaje, Jesús Antonio Sibilla Zurita, en la edición número 6 mil, en torno al trágico deceso de Romero Zurita:
“(…) en un principio hubieron muchos reportajes telefónicos, muchas entrevistas, hasta que me llevé el gran susto de mi vida en la entrevista con el licenciado Manuel Antonio Romero (Zurita), que comenzó a morirse, allí, en una entrevista que yo le hacía en Telereportaje. Se suspendió y quedé…se puede decir traumatizado, al ver al hombre cuando le empezaba aquella cosa de infarto o derrame cerebral, algo así por el estilo, una mañana que llovía, rayos, oscura (…) Ese día no estaba más que el operador y yo pasando el programa, lo pasé sólo y lo estaba entrevistando a él y comenzó a morir ahí, a mi lado, ¿verdad? Me impresionó mucho…un hombre a quien quise mucho, un distinguido y brillante intelectual, el señor licenciado Manuel Antonio Romero…”

En la misma obra literaria la autora también catedrática de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, inserta un editorial firmado por Belisario Colorado Jr., publicado en Rumbo Nuevo, el 12 de noviembre de 1952. Esto es nueve años y días después del nacimiento de El Diario de la Vida Tabasqueña. En esa opinión el periodista da cuanta cómo era la vida en el estado a mediados del siglo pasado:
“Sabemos hasta la saciedad que Tabasco vive exclusivamente de la agricultura y de la ganadería, pues ni minería, ni industrias, ni turismo, ni otra alguna fuente de riqueza hay que merezca mayor importancia, todo lo demás, incluyendo comercio y banca, son reflejos superestructurales de nuestra vida agraria. Nuestros más poderosos hacendados pasan la mayor parte del tiempo en las ciudades o fuera del Estado; y poco, muy pocos, son los que se arraigan a la tierra que todo lo produce. Allá en el campo, la vida discurre, en eterno estancamiento, sin visos de redención, correspondiente al progreso urbano (…) salvadas las excepciones, consiguientes de toda regla, el hombre del campo vegeta en condiciones infrahumanas, lo mismo da que sea agrarista o jornalero o menos que ambas cosas; no hay como volar sobre los campos para comprobar cómo la choza primitiva alza por doquier su misérrimo como de palma o de caña brava, renegrido por el humo de leña que arde en el suelo húmedo o polvoriento, pero siempre inmundo y disparejo: sólo la constelación de blancas escuelas de mampostería pone un titular de esperanza en el paisaje selvático, irredento (…) desde la hospitalaria hamaca de hilo de henequén, remendada con mecates, apagando la sed con la jícara del infalible pozol blanco, he visto y comprendido mil veces las tristes condiciones de vida en nuestros campesinos, de los que todos esperamos, porque son los primeros en la producción, los primeros en las revoluciones, los primeros en las contiendas políticas, los primeros acreedores al ‘reino de los cielos’ (…) pero los últimos en el disfrute de los bienes terrenales…El campesino tabasqueño –en términos generales—habita en bohíos que no son cubiles sólo porque el clima no lo permite: cuatro o seis horcones sin labrar sostienen la “cobija” de guano, zacate u hoja de caña, que sobre el peligro de incendios esconde ratas, arañas, cucarachas, alacranes y hasta nauyacas; el tapanco es troje y aposento auxiliar, una escalera rolliza de corcho o de guarumo conduce a esta gatera; no hay más paredes que el seto perimetral de caña brava, jahuacte, taxiste o rajas de maderas corrientes, atado siempre con bejuco o mecate de majagua, jolocín o guapetate, y sólo por excepción por alambre, en que el viento, la lluvia y el sol se ciernen por igual; esa pieza elíptica y única sirve de sala, cocina, recámara, excusado de niños –los grandes van al patio—y hasta de perrera y porqueriza; el mobiliario no pasa de la hamaca indispensable, un tapesquillo a guisa de mesa, un yagual al humo, unos cilindros de madera para sentarse, unos ganchos para colgar el machete, morrales, mecapales y cactles y un tapesco grande que es cama comunal y promiscuante (sic) de padres e hijos; la no es más que los tres tenamastes en el suelo, donde arden eternamente tres haces de chiribitos; un comal, unas ollas y cajetes de barro –raras veces hay peltre o aluminio—y unas cuantas jícaras olorosas a humo, el agua viene del río o de un socavón contaminado de todas las impurezas (…) ¡Así nace, vive y muere, la mayoría del pueblo!”

Incertidumbre al nacer
Nació entre la execrable segunda guerra mundial y, 77 años después, Rumbo Nuevo utiliza la tecnología de punta que crea la evolución humana en aras de satisfacer sus apremiantes necesidades, inevitablemente también por el cambio climático. El camino no ha sido fácil pero como acuñó el poeta, solamente «se hace camino al andar».

Durante siete décadas, un lustro y dos años, El Diario de la Vida Tabasqueña alojó —y seguirá con ese compromiso social—el día a día del paso de la humanidad en el planeta tierra. En ese tiempo, es justo reconocer, imponderables restringieron de manera esporádica su circulación en una época donde la comunicación terrestre apenas empezaba a sustituir la navegación como vía de enlace entre los pueblos del trópico húmedo.

Aún el planeta mundo no se recupera de la sacudida fatal de Hiroshima y Nagasaki a pesar del arribo a la luna (1969) o los avances científicos y tecnológicos para enfrentar los retos de la humanidad en materia de salud y alimentación —y ahora por cuidar el medio ambiente y combatir al virus SARS-CoV19, origen de la pandemia del Covid19 que azota a la humanidad–, puesto que las recurrentes crisis provocadas por la economía neoliberal (1937) agobian a la mayoría de la población de la tierra. En ese contexto, ineludiblemente, la memoria de Tabasco sigue siendo el periódico que fundara el periodista y escritor Manuel Antonio Romero Zurita.

Hoy domingo 1 de noviembre de 2020, Rumbo Nuevo está convertido en el decano del periodismo en Tabasco y, como tal, lectura obligada para la clase política toda vez que edición tras edición ese quehacer aristotélico amparo los regímenes de 14 presidentes de México y 16 gobernadores de Tabasco, entre éstos interinos y sustitutos. La lista incluye a los actuales mandatarios federal y estatal Andrés Manuel López Obrador y Adán Augusto López Hernández.

Estos dos últimos políticos representan la lucha por la democracia en México. Asimismo, son representativos de la pasión por el arte de la política en Tabasco además de testigos de primera línea del desarrollo de la conciencia ciudadana internacional que ha y sigue combatiendo dictaduras y regímenes totalitarios como el que se recordará el próximo 9 de noviembre: la caída del muro de Berlín en 1989.

Así como la llamada guerra fría encontró espacio y hasta líneas editoriales (quedan como pruebas los primeros números donde la opinión de la dirección incluyó los primeros estragos de la segunda guerra mundial), también la diversidad de colaboradores y reporteros informaron sobre los avatares de la guerra sucia en México (todo producto de la matanza de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968), cuya ignominiosa acción también incluyó a Tabasco.

Una búsqueda en la hemeroteca revela la puntualidad de la información acerca de los sexenios compartidos entre militantes de un partido hegemónico y, también, sobre el nacimiento de una inconformidad ciudadana que a través de las urnas votó por el cambio en 2012 aunque, en realidad, la aparición de la democracia comenzó cuando en 1979 llegaron los primeros diputados opositores al Congreso estatal o cuando, en 1991, tres ayuntamientos municipales fueron obtenidas por ciudadanos desvinculados del Partido Revolucionario Institucional.

Tabasco fue «laboratorio de la revolución». Pero mientras el país empezó, con algunos asegunes, su institucionalización, los gobernantes locales nunca tuvieron la cabeza fría para invertir en lo social lo poco que la federación le otorgaba o cuando el boom petrolero llevó al presidente José López Portillo a conminar a los mexicanos a «administrar la riqueza». Una experiencia que debe refrescarse ahora con la construcción de la refinería de Dos Bocas, Paraíso; un sueño largamente esperado por la población económicamente activa de la entidad.

La naturaleza es la postal de Tabasco pero también la pesadilla. El Usumacinta o El Grijalva y sus afluentes, así como las lluvias son la imagen de zozobra e incertidumbre que – ¡oh, realismo mágico!— endurece el carácter de las nuevas generaciones. Una inundación como la de 2007 está presente siempre en la vida de las familias nacidas y asentadas a lo largo y ancho de la superficie territorial de 24 mil 747 kilómetros cuadrados del estado. Asimismo, las sequías como la de 2019 o la reciente inundación que, afortunadamente, encontró la respuesta presidencial para crear el Modelo de Caudal Ecológico para que la planicie tabasqueña vuelva a inundarse.

Vale decir que Rumbo Nuevo es testigo del casi imperceptible pero firme cambio de la idiosincrasia tabasqueña. Basta decir que esas modificaciones reflejadas en la pérdida de valores, costumbres y tradiciones, aparecen en los indicadores delictivos. En efecto, todo es producto del imparable avance de las manecillas del reloj que marcaron el final de un milenio —el tercero de la humanidad– y de la centuria 20.

No obstante el inevitable paso del tiempo, Rumbo Nuevo refrenda el compromiso original con la privilegiada generación que vio morir un milenio y nacer, otro; así también, iniciar un siglo y desaparecer uno, el que lo vio nacer el 1 de noviembre de 1943: continuar como El diario de la vida tabasqueña.

Vaivenes de la pasión política
Bajo la presidencia del general Lázaro Cárdenas del Río (1934—1940), Víctor Fernández Manero ejerció el gobierno constitucional sustituto del 1 de abril de 1936 al 31 de diciembre de 1938, para comenzar a poner los clavos al dominio político que por más de dos décadas tuvo Tomás Garrido Canabal. Esa tarea la complementó Francisco Trujillo Gurría de 1939 a 1942.

El llamado Sagitario Rojo murió el 8 de abril de 1943 en los Estados Unidos de América. En ese mismo año, Noé de la Flor Casanova asumió la titularidad del Poder Ejecutivo local (1943—1946) y fue uno de los primeros colaboradores de Rumbo Nuevo cuando su publicación era semanal.

Tras los tres trienios consecutivos que encabezaron Fernández Manero, Trujillo Gurría y De la Flor Casanova, llegó el primer período sexenal que, salvo las diferencias convertidas en leyenda urbana con el poeta Carlos Pellicer Cámara, cubrió sin contratiempos, Francisco J. Santamaría, que, para variar también fue de los primeros escritores que engalanaron las páginas de El diario de la vida tabasqueña.

Manuel Bartlett Bautista, aunque fue electo para el periodo constitucional 1953–1958, debió dejar el cargo en marzo de 1955 cuando todavía no concluía el tercer año de gobierno. Una protesta estudiantil por el alza de precios en el transporte colectivo, lo tumbó. A la licencia del progenitor del actual director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz, lo sustituyó Miguel Orrico de los Llanos. Durante su ejercicio administrativo se inauguró la carretera del Golfo que unió a Villahermosa con el resto de la república.

Lo hecho por el gobernador sustituto permitió a Carlos Alberto Madrazo Becerra asumir el poder de 1959 a 1964. Según algunas publicaciones e historiadores consultados, en ese sexenio empezó el despegue de Tabasco pues así lo anticipó el ya controvertido político cuando asumió el cargo: «La riqueza de Tabasco se halla al alcance de la mano del hombre».

Pero ese recuerdo o, mejor dicho, la sombra de Madrazo Becerra impidió que Manuel Rafael Mora Martínez concluyera el sexenio por el cual fue electo (1965–1970). Tras solicitar licencia el gobernante que el periodista tabasqueño José Pagés Llergo, director de la revista Siempre!, consideró «un hombre en toda la extensión de la palabra; valiente y resuelto cuando es necesario serlo», el Congreso estatal eligió como gobernador sustituto, primero, a Rubén Darío Vidal Ramos (1970) y a David Gustavo Gutiérrez Ruíz (1970—1971), después, según la colección de Leyes y Códigos, así como de las constituciones políticas de México y Tabasco, impresa por Anaya Editores, S. A., el 4 de junio de 2007.

Al término de esos interinatos que convulsionaron a la población, Tabasco entró en un período de estabilidad de casi 12 años. La bonanza permitió al gobernador Leandro Rovirosa Wade impulsar el desarrollo de la entidad durante seis años. Al concluir su sexenio entregó la estafeta a Enrique González Pedrero, quien pidió licencia a fines de 1987 para incorporarse a la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari. El último año del sexenio, 1988, lo concluyó José María Peralta López.

En ese año, según las páginas de Rumbo Nuevo, apareció la oposición partidista que combatió al candidato del PRI y, posterior gobernador, Salvador José Neme Castillo. La agitación política nacional y estatal dio al traste con el mandatario electo quien, en enero de 1992, solicitó licencia para asumir la Dirección General de Fomento Pecuario de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. En su lugar quedó como sustituto Manuel Gurría Ordoñez.

Roberto Madrazo Pintado fue noticia de ocho columnas en Rumbo Nuevo desde que entró de manera violenta al Palacio de Gobierno el 19 de enero de 1995. Más de cinco años después, por aspirar a la candidatura del PRI a la presidencia de la República, el Congreso local le concedió permiso para ausentarse y nombró a Víctor Manuel Barceló Rodríguez como gobernador interino. El hijo del llamado Ciclón del Sureste, regresó a concluir el sexenio 1995–2000.

Sin embargo, su retiro constitucional no estuvo exento de violencia política. La controvertida elección de 2000 fue anulada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la soberanía local debió elegir al abogado y notario público Enrique Priego Oropeza como gobernador interino para 2001. Tras convocar a elecciones extraordinarias, Manuel Andrade Díaz asumió el primer quinquenio del siglo.

Un lustro después, Andrés Rafael Granier Melo, tras el periodo sexenal 2007–2012, entregó la estafeta a un militante del Partido de la Revolución Democrática: Arturo Núñez Jiménez. Y, entonces, empezó el nadir del PRI pero también del PRD porque seis años después, el 31 de diciembre de 2018, tomó protesta como gobernador Adán Augusto López Hernández, un militante de un partido político como Morena, que se había constituido como tal, apenas en 2014.

En esta sucinta reseña histórica de las idas y vueltas de los gobernantes de Tabasco, Rumbo Nuevo participa comunicando a sus lectores. En un ejercicio diario profesional que utiliza las nuevas tecnologías de la información como herramientas digitales pero no para difundir bulos.

Rumbo Nuevo en el Tabasco del siglo 20
Al circular el primer número de Rumbo Nuevo, la población de Tabasco apenas superaba los 285 mil 630 habitantes que el censo de población registrara en 1940. Ahora, 76 años después, la densidad demográfica asciende a más de 2 millones 500 mil personas, aun así, la entidad es de las menos pobladas del país.

Las cinco décadas y siete años posteriores al nacimiento de El Diario de la Vida Tabasqueña en el siglo XX también registraron más convulsiones políticas sociales y económicas que buenas venturas que anidaran esperanzas de bienestar en la humanidad.

Como desde su creación como revista, Rumbo Nuevo informó con objetividad y profesionalismo tragedias y alegrías de los pueblos del planeta mundo. Por supuesto que la prioridad de la noticia era como ahora Tabasco, la provincia olvidada por el centralismo presidencial del PRI y PAN pero que desde el 1 de diciembre de 2018 está en la agenda del Gobierno Federal como parte del rescate sexenal al sureste de México.

Así, por ejemplo, en la década de los cuarenta cubrió la inauguración del Ferrocarril del Sureste por el gobernador J. Santamaría. La nueva vía de comunicación de Tabasco con la nación, partía —se lee en la hemeroteca de Rumbo Nuevo— de la estación Allende en Veracruz y, «luego de atravesar el territorio tabasqueño por su costado de tierra adentro, llegaba hasta Campeche».

Una década después de ese acontecimiento histórico, también, en 1956, hizo lo propio con la apertura de la carretera del Golfo que unió a Villahermosa con el resto de la república, «después de sortear ríos y pantanos con modernos puentes».

El ascenso de Madrazo Becerra al poder tras ganar la elección del 6 de julio de 1958, también fue cubierto por este periódico. En la edición alusiva a la protesta constitucional del político ante el Congreso estatal, destaca una parte de su discurso en el cual, según Enrique González Pedrero y Julieta Campos, esbozaría lo que sería el programa de gobierno 1959—1964:

«La riqueza de Tabasco se halla al alcance de la mano del hombre. Desde hace centurias el habitante de esta zona camina sobre ella sin que pueda disfrutarla. Y en pleno siglo XX la paradoja continúa en el destino de este pueblo. No es culpa de nadie en lo particular, sino de una mecánica histórica que ya principio a ser rectificada… «

A partir de ese sexenio, Tabasco cambió, según apreciación de diversas obras literarias consultadas para esta reseña. En este contexto, incluyen los regímenes encabezados por Rovirosa Wade y González Pedrero.

Para ayuda de memoria, una numeralia refiere de hechos históricos registrados durante la última parte del siglo pasado; en todos los casos, la población se informó a través de Rumbo Nuevo:
En 1951, por ejemplo, el gobierno federal puso en marcha el Plan de la Comisión Grijalva para el control de las inundaciones; a fines de esa década, en 1959, comenzó la construcción de la presa Nezahualcóyotl, también planeada para proteger a la población de Tabasco.

Con los presidentes López Mateos y Díaz Ordaz, inician los trabajos del Plan Chontalpa, en 1966, con una inversión de 60 millones dólares; desde 1949 ya venía la petrolización del estado que estalló en 1973 para subir las reservas del país a 60 millones de barriles diarios en 1980. El boom energético catapultó el crecimiento poblacional a un millón 62 mil 961 habitantes.

A la siguiente década, en los noventas, la población era ya de un millón 501 mil 183 habitantes. El crecimiento anual demográfico en las últimas décadas había sido de un 4.2 por ciento. Un porcentaje a la media nacional.

Ahora que se construye la refinería de Dos Bocas, vale un dato que aparece en las páginas del periódico: durante el año y medio en que Petróleos Mexicanos construyó el puerto de altura con ese nombre, ocupó 20 mil obreros. En la bonanza petrolera no todo fue miel sobre hojuelas: Rumbo Nuevo reportó la inconformidad de la mano de obra local porque la empresa en 1980, había contratado 19 mil trabajadores, pero el 59 por ciento de éstos procedían de otros estados.

La inconformidad social por la explotación petrolera se resumió en la organización del Pacto Ribereño en 1976. Las actividades de esa organización liderada por Eulogio Méndez Pérez, también aparecieron en las páginas de Rumbo Nuevo como igual las de las diversas religiones e iglesias que progresan y visitan la población creyente.

A partir de la contienda electoral de 1988, Tabasco comenzó la lucha por la democracia o, más claro, siguió la lección del gobernador González Pedrero para involucrarse en la cosa pública tal como lo plasmó en la obra de su autoría La democracia de carne y hueso.

El nacimiento del Partido de la Revolución Democrática el 5 de mayo de 1989, confirmó el hartazgo de la ciudadanía ante los desaforos de los gobiernos priistas. El desarrollo de esa organización política como el inesperado levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) el 1 de enero de 1994, también, fueron parte de la esencia informativa de Rumbo Nuevo.

Y, entonces, se acabó el siglo XX y con él, el tercer milenio.

20 años de la centuria 21
Con el fatal avionazo del 4 de junio de 1969, también quedó sepultada la aspiración del ex gobernador Madrazo Becerra de crear una nueva organización política nacional que enfrentara al PRI. Pero si él había desistido de presidir ese partido, su hijo Madrazo Pintado si logró tal hazaña y más: lo utilizó como plataforma electoral en la contienda presidencial de 2006.

México había iniciado el nuevo siglo con la alternancia política en la presidencia de México: Vicente Fox Quesada como candidato del Partido Acción Nacional fue el primer mandatario nacional no priista. Seis años después cedió la estafeta, en una controvertida elección hasta la fecha, a su correligionario Felipe Calderón Hinojosa.

Rumbo Nuevo registra los 12 años del PAN en la Presidencia de México, así como el regreso del PRI con Enrique Peña Nieto. Son 18 años inolvidables para la población vulnerable del país, pero no por la crisis económica sino por los efectos mortales de la «guerra» contra la delincuencia organizada.

López Obrador, de por mientras, se fue a la capital del país en 1997. Como presidente nacional del PRD, empezó a ganar gubernaturas y presidencias municipales. Su táctica y estrategia electoral partidista, lo catapultaron a la jefatura de gobierno del entonces Distrito Federal en el 2000. Y de ahí salió librado de un desafuero, en 2005, para convertirse en candidato presidencial al año siguiente. Pero en 2006, le robaron la elección de tal forma que el cinismo del beneficiario del delito no aguantó la presión ciudadana hasta inmortalizar la frase propia de los nativos de Michoacán. “Aiga sido como aiga sido…”, expresó sin rubor alguno, Felipe Calderón Hinojosa.

Esa contienda presidencial dejó un amargo sabor de boca entre la población ciudadana de la entidad: el tabasqueño que había estado más próximo a la presidencia de México había sido José María Pino Suárez…y 96 años después, dos de sus paisanos competían, entre otros, por la silla que despreció Emiliano Zapata y Francisco Villa.

Era una prueba más de la pasión política y también de la política del cangrejo que distingue a los tabasqueños. Tras el resultado de la contienda, Madrazo Pintado prácticamente se retiró de la escena pública no así López Obrador que volvió a contender en 2012 y en 2018. Y como dice el dicho, «el que persevera alcanza».

Durante los primeros 18 años del siglo XXI, Tabasco registró movimientos políticos sociales que no han escapado de la lupa informativa de Rumbo Nuevo: la derrota del PRI en 2012, el encarcelamiento del ex gobernador Granier Melo (‘la jaula aunque sea de oro, no deja de ser prisión…’) y el fracaso de la política pública del también ex mandatario Núñez Jiménez.

Con ese panorama desolador, apareció la propuesta de «reconciliación» del actual gobernador Adán Augusto López Hernández, quien, en el 2000, rechazó la invitación para cubrir el interinato tras la anulación de la contienda de ese año. Otro axioma popular, vale recordar aquí: «el que espera no desespera».

En esa línea histórica llega Rumbo Nuevo, el diario de la vida tabasqueña, al 77 aniversario de una fructífera vida periodística, ahora, bajo la guía del director Jorge Alberto Javier Quero.

¡Salud!

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