Las obras de Van Gogh fueron sustraídas de Ámsterdam en un planeado atraco que duró únicamente 3 minutos y 40 segundos.
El 7 de diciembre de 2002 se registró el robo más grande en el Museo Van Gogh. Bastaron únicamente 3 minutos para que un par de hombres lograran descargar y empacar dos obras de este pintor neerlandés.
El elaborado atraco se llevó al pie de la letra, los sujetos ingresaron el recinto tomaron las pinturas y les bastó tan sólo unos minutos para salir victoriosos. En tanto, el guardia de seguridad pudo observar el movimiento de cerca, pero debido a que las regulaciones del museo no le permitían enfrentarse a los ladrones nada pudo hacer para evitar el robo.