Con la finalidad de establecer lazos colaborativos entre instituciones para fortalecer e impulsar el desarrollo de la juventud del sureste, el pasado 2 y 3 de septiembre, se dieron cita en la localidad de Zoh-Laguna, Campeche, los equipos territoriales del Tren Maya correspondientes a los tramos Selva 1 (Palenque – Escárcega), Selva 2 (Escárcega – Chetumal) y Caribe 1 (Chetumal – Tulum), así como la representación del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), Reserva de la Biósfera de Calakmul (CONANP), Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Programa Jóvenes Construyendo el Futuro de la Secretaría del Trabajo y, del Programa Sembrando Vida de la Secretaría del Bienestar, para participar en una reunión de trabajo y visita de reconocimiento a proyectos juveniles del municipio de Calakmul.
En tal reunión, el Enlace Territorial del Tren Maya en este municipio, José Sánchez Castillo, presentó un Modelo de Ordenamiento Productivo, basado en los elementos del paisaje biocultural como son el bagaje tecnológico productivo y la capacidad y vocación del entorno socioambiental, identificando con este análisis los ejes productivos estratégicos identificados en el territorio, manifestó la importancia de la inclusión de la perspectiva intergeneracional en este modelo, para lo cual es sumamente importante la participación de las juventudes, y escuchar de viva voz sus intereses educativos y laborales en el territorio.
Al tomar la palabra, Fidel Kalax Ruiz, Director de Bienestar y Estímulos a la Juventud del IMJUVE, recalcó la importancia de la revaloración del papel de las y los jóvenes en la participación comunitaria y el desarrollo económico territorial, razón por la que buscarán incorporar programas de atención como las Fábricas de Economías Solidarias y, los Nodos Juveniles. Por su parte, las demás instancias participantes se unieron a la iniciativa para sumar voluntades en favor de los jóvenes del sureste mexicano.
De las obras presentadas
El grupo presentó una choza construida con técnicas de reciclaje (aprovechamiento de botellas de vidrio, llantas, pets, desperdicios de madera) y material de la zona, así como un captador de agua que funciona con la adaptación de una bicicleta como bomba de riego. La separación de los residuos, también es importante, ya que realizan compostas para el huerto orgánico que se encuentra en crecimiento. Keni Saenz, representante del grupo, platicó las experiencias de resistencia por parte de las autoridades ejidales, que al paso del tiempo y demostrando con trabajo, han tenido aceptación al grado de tener voz en las decisiones comunitarias, “todos somos parte de la solución, debemos cuidar el ambiente”, dijo.
Bertha Herrera
Rumbo Nuevo
