El Presidente Enrique Peña Nieto con Juan Manuel Santos Calderón, Presidente de la República de Colombia y el José Graziano Da Silva, Director General de la FAO.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, afirmó ayer en Roma que para reducir el hambre y la pobreza extrema se necesita una “clara voluntad política”, al participar en la clausura de la 39 Conferencia de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Explicó como gracias a las iniciativas cómo la Cruzada Nacional Contra el Hambre y el Programa Prospera se han hecho avances importantes y se ha reducido a menos de la mitad las personas que están por debajo del umbral de la pobreza, así como se han atendido a 6,1 millones de familias para su integración social
Afirmó en Roma que para reducir el hambre y la pobreza extrema se necesita una “clara voluntad política”, al participar en la clausura de la 39 Conferencia de la FAO

Roma, Italia  
Agencias

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, afirmó ayer en Roma que para reducir el hambre y la pobreza extrema se necesita una “clara voluntad política”, al participar en la clausura de la 39 Conferencia de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Peña Nieto tomó hoy la palabra ante la FAO durante un acto de clausura en el que también participó el presidente colombiano, José Manuel Santos, y recordó en su discurso los logros que se han hecho en estos últimos años para reducir el hambre.
“Estoy convencido que es posible reducir la pobreza extrema de manera acelerada, sustancial y sostenible y para lograrlo es imprescindible que haya voluntad política”, aseveró.
El presidente mexicano explicó como gracias a las iniciativas cómo la Cruzada Nacional Contra el Hambre y el Programa Prospera se han hecho avances importantes y se ha reducido a menos de la mitad las personas que están por debajo del umbral de la pobreza, así como se han atendido a 6,1 millones de familias para su integración social.
Pero observó como la lucha contra la pobreza y el hambre comienza en reconocer que existe.
“Un reconocimiento que en nuestro país, pocos o casi nadie habían aceptado y sin embargo, había que más de 7 millones de personas que pasaban hambre”, agregó.
Y agregó que “el primer paso es reconocer que hay un problema y entonces adoptar un compromiso político y hacerle frente y eso es lo que hicimos en México”.
Peña Nieto compartió la opinión del director general de la FAO, Graziano da Silva, sobre que “está pueda ser la generación que acabe con el hambre en el mundo”.
Para el presidente mexicano, abordar el problema del hambre debe comenzar con “una clara identificación de la población objetivo y adoptar una estrategia integral que sume recursos y acciones en su favor”.
Peña Nieto enumeró los logros de las iniciativas bajo su presidencia al recordar “que 4,3 millones personas reciben ayuda de el programa Cruzada contra el Hambre, existen 4.300 comedores comunitarios que atienden a más de 430.000 personas y más de 730.000 familias cuentan con la tarjeta llamada sin hambre que les permite adquirir productos básicos a precios preferenciales.”
Recordó el proyecto de cooperación exterior “Mesoamérica sin hambre” que cuenta con un presupuesto inicial de 3 millones de dólares aportados por México y en el que participan El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá en una primera etapa y en el segundo semestre de 2015 se lanzará también en Belice, Costa Rica, Colombia y República Dominicana.
Hizo hincapié en la necesidad de fortalecer el sector agroalimentario, ya que en el país este sector tiene “una importante dimensión social” pues 6,5 millones de personas trabajan en él y uno de cada cinco vive en el campo.
“Para reducir la pobreza real hay que lograr que su actividad sea más rentable y que brinde mayores ingresos” dijo Peña Nieto.
Destacó como la FAO ha señalado que “el mayor crecimiento de la población agrícola se deberá realizar en países en desarrollo y con la participación de los pequeños productores”.
Explicó que en México se está produciendo una “transformación del campo centrada en pequeños productores y una agricultura familiar facilitando su entrada en los mercados estatales y regionales”.
También lamentó el desperdició de alimentos y aseguró que México está comprometido en su reducción pues es algo “dramático” que “mientras una parte de la población sufre hambre el 30 % de los alimentos se pierden o se desperdician”.
Al respecto, aseguró que México “está invirtiendo en un sistema de logística para que los productos puedan llegar de manera oportuna a los mercados y también apoya a los organismos de la sociedad civil que crean bancos de alimentos”.
El presidente dijo que también se es consciente de que “para combatir el hambre no sólo hay que dar alimentos sanos y nutritivos a la población sino también oportunidades de desarrollo y de vida digna”.