En la Galería de Arte Fondo Tabasco, recordó que Ocharán tuvo una labor plástica muy ardua

Vale la pena recordar lo que Leticia Ocharán hizo en vida y el aporte cultural que dejó al estado, ya que fue grabadora, pintora, poeta, docente, divulgadora de arte y realizó diversos performances, aseguró Fernando Sevilla Pitalúa en la plática que ofreció sobre la trayectoria de la artista tabasqueña al cumplirse 20 años de su fallecimiento.
En la Galería de Arte Fondo Tabasco, recordó que Ocharán tuvo una labor plástica muy ardua, siempre tomando la batuta cuando en aquellos años que le tocó vivir no era tan común el liderazgo en las mujeres, y prueba de ello es que obtuvo cargos como presidenta de la Asociación de Artistas Plásticos de México y del Comité Nacional Mexicano de la Asociación Internacional de Artes Plásticas de la UNESCO.
“En su papel de colaboradora de la UNESCO se reunió con artistas japoneses, franceses y de otros países, y participó con sociólogos y antropólogos, porque se involucraba con las instituciones y asociaciones”, destacó Sevilla Pitalúa.
Dijo que Leticia Ocharán también obtuvo varios premios como el primer lugar en Pintura por el INBA en el año 1978; el primer lugar de Pintura en Tabasco, en 1988; y la estatuilla Juchimán de Plata, en 1989.
En los años setenta, la artista hizo mucho grabado y se cree que en sus últimos años desarrolló trabajos de escultura. La técnica en la que más se proyectó fue la de acrílico. Fue una mujer dedicada por completo a la creación y a la difusión, y no logró mucha participación en Tabasco debido a que vivió y obtuvo la mayor parte de su formación artística en la Ciudad de México, explicó.
En su charla, Fernando Sevilla también evocó a Férido Castillo y Luis Arenal, quienes también forman parte del legado plástico tabasqueño.
Indicó que Férido Castillo fue un autodidacta que mostró un interés muy particular por el paisaje, las formas naturales de Tabasco: sus palmeras, sus ríos y lagunas, y realizó sus obras dentro del contraste de blanco y negro, siempre en la técnica de linóleo.
En tanto, Luis Arenal, comentó, fue pieza importante no sólo de la gráfica tabasqueña, sino también nacional. Trabajó con Siqueiros en múltiples murales y fue un importante muralista de factura increíble, y fundó el Taller de Gráfica Popular con otros creadores.
Señaló que el artista teapaneco formó parte de la liga de escritores y artistas revolucionarios en 1934, y tuvo una muy fuerte carga expresiva porque nació en el período posrevolucionario y se involucró en actividades artísticas en beneficio del pueblo, aportando apoyo a la clase obrera.
Como parte de la plática, se expusieron algunos trabajos de Leticia Ocharán, y la coordinadora de la galería, Julieta Trujillo Godínez, aprovechó la oportunidad para ofrecer el espacio cultural a los artistas que deseen efectuar sus actividades.