El Barcelona reafirmó ayer su liderato de la Liga española de fútbol al sumar una trabajada victoria por 2-0 en la pequeña cancha del Eibar
España
Agencias
El Barcelona reafirmó ayer su liderato de la Liga española de fútbol al sumar una trabajada victoria por 2-0 en la pequeña cancha del Eibar.
Justo antes de recibir al Manchester City en la Liga de Campeones y gracias al poder goleador del argentino Lionel Messi, el conjunto dirigido por el español Luis Enrique se aseguró llegar al clásico de la próxima fecha frente al Real Madrid como primer clasificado del torneo español.
De penal a la media hora de partido y con un perfecto cabezazo en el minuto 54, Messi firmó la victoria del Barcelona, que, a la espera de lo que el Real Madrid haga mañana frente al Levante, ahora aventaja a los blancos en cuatro puntos.
En un partido condicionado también por las bajas, las medidas del campo y la lluvia, los dirigidos por Luis Enrique se armaron de paciencia y confiaron en su estrella para mantener el liderato una semana después de haberlo conquistado.
Luis Enrique también tuvo su papel. Obligado por las ausencias -Dani Alves y Jordi Alba por sanción- y condicionado por los dos decisivos encuentros que el Barcelona disputará la próxima semana, el técnico español redibujó la zaga azulgrana y, sobre todo, el centro del campo de manera sorprendente.
El casi inédito Sergi Roberto, el croata Iván Rakitic y el joven Rafinha conformaron el inédito mediocampo azulgrana, mientras que Andrés Iniesta y Xavi esperaban su turno en el banco de suplentes. Junto a ellos, también ocuparon un lugar el argentino Javier Mascherano y el francés Jéremy Mathieu, ambos a una tarjeta amarilla de la sanción.
Luis Enrique los quiere disponibles para el clásico, así que optó por colocar a Martín Montoya y al brasileño Adriano en el lugar de sus laterales habituales, y a Marc Bartra como acompañante de Gerard Piqué en el centro de la defensa. Y aunque el Barcelona echó de menos la llegada de Alves y Alba, sus sustitutos cumplieron sin grandes problemas con su cometido en la retaguardia.
