Que la diabetes no lo deprima
Al igual que la negación, la depresión puede introducir al enfermo en un círculo vicioso, ya que ésta puede mermar los cuidados personales que debe realizar el paciente Redacción Rumbo Nuevo La diabetes es un padecimiento que repercute tanto en términos físicos como psicológicos, ya que existe una relación bidireccional entre el sufrimiento mental, especialmente […]
21 de octubre de 2012

Al igual que la negación, la depresión puede introducir al enfermo en un círculo vicioso, ya que ésta puede mermar los cuidados personales que debe realizar el paciente

Redacción
Rumbo Nuevo
La diabetes es un padecimiento que repercute tanto en términos físicos como psicológicos, ya que existe una relación bidireccional entre el sufrimiento mental, especialmente depresión y esta enfermedad.
De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), México ocupa el noveno lugar a nivel mundial con 6.6 millones de personas que padecen diabetes, y se estima que para el 2025 estará dentro de las primeras cinco naciones con 15 millones. En tanto, se estima que el 10 por ciento de la población mexicana sufre de depresión y sólo el IMSS atiende a 10 mil 500 personas por año.
“La depresión en pacientes diabéticos puede traducirse como la no aceptación hacia este padecimiento. Éstos suelen mantener un estado depresivo debido a la ausencia de diversos componentes en su dieta o en su vida cotidiana, ya sea la falta de un alimento (principalmente azúcares) o la falta de afecto”, declaró el doctor José de Jesús González Núñez, presidente honorario del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social.

Riesgos y tratamientos de la depresión

Al igual que la negación, la depresión puede introducir al enfermo en un círculo vicioso, ya que ésta puede mermar los cuidados personales que debe realizar el paciente.
“El estrés que provoca manejar la diabetes a diario es un factor que influye en la depresión, ya que es posible que los enfermos experimenten soledad o se sientan marginados de sus amigos y familiares debido a los cuidados que implica tener esta enfermedad”, señaló el doctor González Núñez.
Si la persona afectada se encuentra deprimida, tareas como el control frecuente del nivel de azúcar en la sangre y la ingesta de alimentos recomendados pueden ser olvidadas. Estas ausencias llevarán al paciente a desarrollar complicaciones propias de la diabetes como cardiopatías (afecciones al corazón) y accidentes cerebrovasculares (complicaciones en la circulación sanguínea que irriga al cerebro),  lesiones nerviosas,  retinopatías (enfermedad ocular que causa ceguera) disfunción eréctil y problemas circulatorios acortando su tiempo de sobrevida.
En general existen dos tipos de tratamientos para ayudar a los pacientes diabéticos con depresión, uno es la psicoterapia y el otro son los antidepresivos.
La primera consiste en “conectarse con un ser humano y mediante la ayuda de un profesional guiar al paciente para que éste busque la mejora en sus condiciones de vida”, aclaró el doctor González Núñez.
El tratamiento para la depresión en el contexto de los antidepresivos se debe manejar por un psiquiatra, ya que un psicólogo no puede prescribir medicamentos. Esto es especialmente importante cuando la medicación es necesaria, para poder evitar interacciones potencialmente dañinas de la droga.
La gente con diabetes que desarrolla depresión debe cerciorarse de decir a cualquier psiquiatra que visite, la gama completa de medicaciones que está tomando, para así evitar una posible reacción no deseada.
“El tiempo en el que se puede rehabilitar o sacar de una fuerte depresión a un paciente diabético puede variar entre un año o dos, y esto debe ir ligado con la realización de una actividad física o recreativa, ya que éstas obligarán al individuo a socializar y así lograremos que la ‘ausencia’ o ‘perdida’ no sea recordada con facilidad”, aclaró el doctor González Núñez
Es por esto que si llegase a presentar pérdida de energía e interés, debilitamiento, baja concentración o falta de apetito,  es necesario que acuda con su médico de cabecera para que éste pudiese descartar cualquier síntoma relacionado a la diabetes y así a la postre acudir con un especialista en salud mental para que trate su depresión.

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