El vocero de la Iglesia, afirmó que se debe buscar que lleguen personas que estén dispuestas a trabajar a favor de la sociedad

Luis Ruiz Sandoval Frade
Rumbo Nuevo
“Hay que purificar las intenciones de los políticos, aspirantes y partidos, y que no sea la búsqueda del poder como dominio sobre los demás, como una oportunidad para desviar recursos para ganancias de interés, sin comprometerse a nada”, dejó en claro el vocero de la Iglesia Católica en Tabasco, padre Dennis Ochoa Vidal, ello ante el inicio del proceso electoral.
En su tradicional rueda de prensa, señalo que en la lucha por el poder político se debe purificar las intenciones y que esta sea servir al pueblo no servirse del pueblo, ni aprovechar oportunidades para ganancias e intereses personales.
“De tal manera que se le cierre el paso a las ambiciones pecaminosas, cuando se tienen ambiciones no de servir si no de servirse, aprovechándose de la oportunidad entonces hacemos daño al pueblo”.
Ochoa Vidal refirió que con esto no somos agentes de unidad si no de división, por eso estas reflexiones las deben tener tantos los aspirantes como los partidos, la ciudadanía, ya que esto se trata de una lucha civilizada, pacífica y por el bien de Tabasco.
“Después de las contiendas no hemos de quedar divididos ya que esto indicaría que el proceso nos hizo daños, hemos de tener como resultado la unidad del pueblo, después de que se observen todas las leyes y haya justicia en los procesos, que los resultados nos dejen satisfechos, tanto a quienes adquieran el poder como a quienes nos”.
Comentó que lo que la Iglesia piensa en otro momento, “el señor Obispo lo ha dicho, ya que esto no se trata de una invitación en específico a un partido, ni aun aspirante en especial, puesto que tampoco están definidos oficialmente los candidatos”.
“La iglesia ésta siempre bajo esta tribuna, y está pidiendo eso por el bien de Tabasco”.
Ochoa Vidal comentó que las alianzas entre partidos pueden ser de doble filo, por que puede ser un instrumento muy favorable para lograr una unidad política y ayudar mejor al pueblo, pero puede convertirse en un arma para dividir.
Por ello reitero que hay que purificar las intenciones y que no sea la búsqueda del poder como dominio sobre los demás como oportunidad para desviar recursos para ganancias de interés personales o partidistas si no que sea una verdadera división al pueblo.
En el tema de inseguridad dijo que este es un tema que se ha hablado bastante por lo que la iglesia no puede ser juez y no puede decir si está o no funcionando.