La contaminación política avanza

César Graciano Calvario
cesargracianoc@yahoo.com.mx
El gobierno de la república avanza en sus propósitos. Junto con todos aquellos que en sus diferentes niveles de gobierno hacen lo propio colaborando en la difícil tarea de sacar adelante al país ante los riesgos de la pandemia COVID 19; y de la grave crisis económica que acecha. Pero quienes difunden el virus de la contaminación política, apostándole a la ganancia del abordaje y el saqueo, avanzan también en su empresa.

Hace diez días (16 de mayo) el periódico Reforma acusaba al presidente AMLO de sincronizar sus críticas a la prensa con el presidente de los USA, refiriéndose al New York Times, el Washington Post y El país. Bueno. Pues el mismo día, la mayoría de los principales diarios de la capital CDMX destacaban en sus primeras planas la nota: ¡Supera México en muertos a China! Cada uno con sus propios textos, pero como sacados de un boletín de prensa. Que alguien emitió. Eso sí es sincronización.

Los días siguientes el tema fue la intención del gobierno de la 4T de cancelar los pestilentes contratos que obligan a la CFE a seguir pagando por el negocio de las “energías renovables” de la mafia que, EFECTIVAMENTE, estaba en el ´poder. De nada valió que AMLO se arriesgara a declarar, en tono consecuente y obsequioso, “Solo queremos corregir los abusos de la corrupción. No queremos expropiar o nacionalizar” Tampoco valió la publicación en diversos diarios de varias notas que dieron cuenta de los pingues negocios que se armaron alrededor del tema de “salvar al mundo”, o “crear los empleos que tanto necesitamos” o algún otro de los que maneja el frente de los gobers que desafían al presidente en los tribunales para defender su tajada.

Una última brizna de virus. La virulenta difusión de los datos que reportó el INEGI para 2018-2019 en cuanto a la medición de los costos de la corrupción en la tramitología frente a la administración pública federal. ¡Fue un festín en los periódicos! Todos hicieron Karaoke. Baste la nota del Financiero (22 mayo) para que Usted se dé idea de la enjundia que pusieron: “La lucha contra la corrupción, solo es narrativa de AMLO (IP)” Ni siquiera la siguiente notita (Excélsior, mismo día) los hizo ser cautos, “Comando entra a casa en Temixco para matar a funcionario que, desde la SHCP, con Luis Videgaray, repartía dinero a los ESTADOS, VIA FIDEICOMISOS, para las campañas del PRI”. El gobierno de AMLO va directo hacia la raíz de la corrupción. Y ese árbol caerá por su propio peso. Aun y con las hojas verdes y los frutos que sigue dando. Sin duda.

La lucha contra esta contaminación sigue. Y se intensifican ambas (la lucha y la contaminación) en la medida que se acerquen las elecciones de 2021.

… a pie de carretera
Marcos Rosendo Medina
Pausado, con el bajo perfil y la discreción que caracteriza su desempeño, reunió los elementos necesarios, los puso a la vista del gobernador y tenemos la primera alcaldía defenestrada. La de Jalapa. Donde ayer mismo el Congreso local, de mayoría Morena, decretó la desaparición del Cabildo, la destitución de María Asunción Silván -la ahora ex Alcalde- y la creación de un Consejo Municipal. Debió ser un trabajo muy difícil, por lo complicado. Y rudo, porque tuvo que meter la nariz en donde había pestilencia y podredumbre. Ahora el diligente secretario de gobierno deberá buscar la manera que los “minion” del Congreso (pocos, pequeños, pero ruidosos) no hagan suyo ese trofeo; salgan a presumirlo -con la consecuente carga desorientadora de la opinión pública- y se diluya el efecto de la advertencia para los demás Alcaldes señalados por su manejo poco apegado a los lineamientos de la 4T. Es lo menos que se puede aprovechar de la corrección a las malas decisiones del partido.

¿Ya habrá pasado Soraya Pérez (si, la Diputada priista) a pagar su deuda con el acreedor desesperado que la andaba buscando? Digo. No se vale. A estas alturas, quien tiene un ingreso asegurado, como el de ella, debe hacer frente a sus deudas. Y más si son con gente que la puede estar pasando mal. Mejor regreso mañana.

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