Los que dudan de Chicho Oropeza

César Graciano Calvario
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En tiempos recientes los círculos intelectuales de los principales centros culturales del mundo, con los más afamados filólogos y filósofos de la modernidad, han emprendido la tarea de la defensa de la lengua. Del lenguaje. Preocupados por el cariz que viene tomando el debate político y social. Señalan que, por ejemplo, los movimientos reivindicadores del feminismo, de la igualdad de género, se apoyan en la deformación del lenguaje, en el vaciado de su hasta hace poco reconocido significado semántico, para sustentar sus propuestas. Con el preocupante resultado de la desorientación, el extravío de la sociedad, que pierde poco a poco los puntos de referencia básicos para la comunicación social. Hay otros ejemplos, como aquellos que vienen generando el manejo de los nuevos conceptos filológicos como la POSVERDAD, o las FAKE NEWS. Pero dejémoslo aquí, por lo pronto.

¿Para qué le convidamos de este rollo? Bueno. Es que aquí en Tabasco ya tenemos ejemplos preocupantes de la manifestación de este fenómeno, que inducen confusión, promovida por actores y comunicadores que son responsables de orientar la opinión pública. Un caso es el de quienes promueven el uso muy activo de la expresión ¡VALE LA PENA! para recomendar el consumo, audición, admiración de objetos, supuestamente de gran valía y utilidad. Pero cuando esta expresión es usada de tal forma ¿Qué piensa Usted en realidad? Yo por mi parte lo primero en que pienso es que tengo que hacer un gran, penoso esfuerzo, para juntar los recursos que me permitirán consumir el producto que se trata. O que tendré que hacer un penoso esfuerzo disciplinario para soportar algo inaudible o áspero. O. Que tendré que hacer sacrificios especiales para acudir al espectáculo “recomendado”. En suma. me están invitando a prescindir del objeto “promovido”.

Pero hay un ejemplo especial que ilustra mejor aún lo peligroso que se ha vuelto el mal manejo del lenguaje y que desorienta a la opinión pública. Hace un par de días le preguntaron a Rafael Elías Cabrales, Diputado local de la mesa directiva del Congreso, que opinaba sobre las críticas que se hacen a Narciso Oropeza recién nombrado Secretario de Movilidad y Transporte en el gobierno del estado, de quien se dice que, como especialista en Transporte y Movilidad, es un espléndido notario.
Cabrales, respondió. “Bueno. Hay que darle el beneficio de la duda”. Siendo una frase MANIDA que busca evadir la adopción de posicionamientos serios por quien la expresa ¿Para Usted qué quiso decirnos Cabrales? Para mí, que el diputado comparte plenamente las dudas y desconfianza de la gente del común.

¿Ve Usted la importancia de cultivar el buen uso del lenguaje? ¿De preocuparse por la correcta expresión pública? Ni modos. Hay que ponerse a estudiar.

…..a pie de carretera
ARTURO ABREU AYALA
De unos días para acá es presa de feroz ataque mediático. Que en realidad es miserable e insustancial. Se le hacen cuentas de los chiles que ha entregado por los tres pesos que recibe de viáticos cuando sale a cumplir encomiendas fuera de la entidad. La verdad que da pena (¡esta si es pena vergonzosa!) que los medios manejen críticas de ese nivel. Que nunca hayan visto juntos los viáticos de que disfrutaban los funcionarios antes. Lo de AAA es una vacilada, en comparación. Pero esto no quiere decir que no vaya a ser alcanzado por la línea establecida por Santiago Nieto (de parte de AMLO) el superactivo Jefe de la Unidad Federal de Inteligencia Financiera quien ha RECOMENDADO a todos los gobernadores, dar resultados inmediatos en este campo. O sea que dentro de pronto el tigre tendrá que mostrarnos como destaza a sus presas. Y no solo mandar decir que todo está OK.

Una trivia que seguramente trascenderá en los próximos días. Los medios registraron el reciente cumpleaños de la reconocida dramaturga y escritora Caridad Bravo Adams, que alcanzó fama internacional, de la mano de Televisa, principalmente. Y nos recordaron que… ¡es tabasqueña! Y ahora probablemente se conocerán sus ligas familiares con AMLO, pues el primer nieto de este se llamará Salomón Andrés López… ¡Adams! Que cosas ¿verdad? Le dejo por hoy. Adiu