Más pretendientes de la gubernatura

César Graciano Calvario
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Lo dicho. Manejando, o caminando, abra bien los ojos para no atropellar a un aspirante a la gubernatura. Esta semana se abrieron de capa otros dos. Pedro Jiménez, “Pedro Pueblo” para sus amigos, y Fernando Mayans. Ambos habían declarado ya sobre esta aspiración. Pedro de una manera directa y contundente, tal y como acostumbra, y Mayans (Fernando) a su muy peculiar manera. Cantinfleando, soflameando. Pero ahora los dos han emprendido la abierta promoción de su ansiada candidatura.

Primero Pedro Jiménez. Es uno de los políticos más bien pulidos que se han incorporado al multitudinario grupo. Lo que se dice, un cuadro político completo. Lo avala el cumplimiento de la responsabilidad que le fue conferida desde que inició el gobierno de la alternancia. Y su actitud mesurada ante el alud de acontecimientos propiciados, a cual más, por los nerviosos grumetes que aspiran a ser convertidos en Almirantes de los siete mares solo con el toque de un dedito mágico.

Pedro la tiene muy difícil. Está anclado al Movimiento Ciudadano de Dante Delgado y desde esa posición le entra al juego de espejos con el PRD estatal. Su avance en el propósito delineado y anunciado, depende de lo que su líder y su partido hagan. Consensos, acuerdos, estrategias. Todo medido con un cronógrafo de alta precisión. O sea, depende de los tiempos POLITICOS. Y lo muestra anunciando su intención justo después de las elecciones del 4 de junio. En consonancia con sus resultados.

Dante Delgado había insinuado la posibilidad de ir con la candidata de Morena en la elección del EdoMex y al final se deshizo la operación. Ahora prepara una nueva estrategia rumbo al 2018 y las elecciones estatales que serán despejadas entonces. Sabe que todavía pueden pasar muchas cosas con el PRD en Tabasco como actor principal y que la coalición con MC puede jugar un papel crítico y determinante. Llegado el caso. Pedro Jiménez se asoma a tal escenario y prepara su actuación.

De Fernando Mayans no podemos decir mucho. Tiene un buen rato caminando de la mano del PRD. Pero a la constitución de Morena, prefirió no renunciar a su zona de confort y desde ahí ha navegado cómodamente en el Senado de la República. Hasta que el conflicto del partido con el grupo que sigue a Miguel Barbosa, le presentó la oportunidad de aparecer frente a cámaras y micrófonos con la dirigente Alejandra Barrales, como su segundo de a bordo en el Senado.

Ahí despegó. Empezó a darse a notar como un “inquisitivo” gestor de las causas de su gobierno, de sus olvidados representados. Y poniendo en el banquillo de los acusados (¿?) a secretarios de estado como Enrique de la Madrid, Gerardo Ruíz Esparza y al mismo Director General de la CONAGUA le tomó cariño al ejercicio del poder de la representación popular.

Y empezó a dar nota a los medios todos los días, a todas horas, con asuntos que le parecen de interés público para dar a conocer a este su gran capacidad de gestión y su experiencia como político. Ahora es huésped asiduo de los diarios. Pero sigue siendo una gran interrogante saber qué es lo que él mismo considera que le da valor. Pero en serio. Sin soflamas ni verborrea populista con olor a naftalina.

….a pie de carretera
José Antonio de la Vega
La circunstancia que el mismo viene favoreciendo a su alrededor, lo hace ver fuera de tiempo. Como los autos. Trac, trac, trac. Y como Usted lo sabe bien, apreciable lector, en política todo es TIEMPO Y CIRCUNSTANCIA. Los inconvenientes que se vienen formando tras de su aspiración de ser candidato del PRD a la gubernatura, cada vez se magnifican más. Por la propia tendencia del ahora perredista a chocar con lo que se le ponga enfrente. No transige, no escucha, no tolera, no enfría la cabeza. El choque con los periodistas fue un exceso. No va bien

¡Cuídese bien! De las enfermedades, para empezar. Estos arrancones y frenones de la temporada de lluvia solo traen enfermedades. Le busco mañana SDQ. Adiu

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