Sigue la bulla de la inseguridad

César Graciano Calvario
cesargracianoc@yahoo.com.mx
Tabasco enfrenta una grave situación de inseguridad. Inédita. Con características y expresiones muy propias que no aceptan la comparación para minimizarla, o exaltarla. Ambas actitudes irresponsables rayanas en lo criminal. La inseguridad no se puede negar. Porque ahí están para reivindicarla las noticias que todos los días informan de asaltos violentos, secuestros, feminicidios, y ahora ejecuciones que llevan la ostentosa firma de la delincuencia organizada.

Pero ello no justifica que algunos sectores, como el de los empresarios, insista en una cómoda actitud de crítica inútil y reclamo aparatoso a las autoridades estatales, exigiéndole resultados inmediatos que desaparezcan –o cuando menos reduzcan al mínimum minimorum- de inmediato, y como por arte de magia, la inseguridad. Aducen que ello es lo que impide que lleguen las inversiones requeridas para generar el empleo tan deplorablemente abatido, y que se dé el enérgico impulso que requiere la postrada economía.

Y sí. Esto último es muy cierto. Pero los señores empresarios sacan de contexto tal afirmación. Especulan. Para evadir ante la sociedad la propia responsabilidad en la parálisis económica. Porque las inversiones de las que hablan, son TODAS, las referidas a las que supuestamente deberían acompañar a la hasta ahora fallida reforma energética. Y estas se encuentran paralizadas, sí, pero por los efectos de los escándalos de corrupción que cubren casi en su totalidad a la ex PEMEX, y, también ¡claro! por la descontrolada inseguridad que afecta al país en general.

Un ejemplo, que menciona el columnista José Cárdenas en su columna de ayer en El Universal, es el de las paralizadas inversiones que harían empresas como Texaco, Shell, Exxon, etc., mediante el mecanismo llamado de “Temporada abierta” para el almacenamiento y traslado de combustibles a través de la red de ductos que recorre el país y que incluye estados críticos como Tabasco, Veracruz, Puebla, Guanajuato y Tamaulipas. Precisamente el actual centro de la actividad de los “Huachicoleros” Chupaductos y de las principales bandas de la delincuencia organizada.

Eso es lo que verdaderamente tiene paradas las inversiones con las que especuló el gobierno de Peña para desatar su reforma energética. Las causas de la inseguridad que tiene preocupados a los potenciales inversionistas extranjeros. Pero los empresarios tabasqueños -y algunos otros sectores que les hacen segunda- se tiran encima ese manto desgarrado y salen a espantar a los inocentes por las noches. Por lo que procede recomendar a quienes quieren atraer inversión extra estatal para detonar la actividad económica ¡que salgan a buscarla! Primero en el país, y después en el extranjero. Ofreciendo actividades económicas en las cuales el capital local pueda funcionar como capital semilla. Estamos ciertos y seguros que empresarios de zonas del país más castigadas por la delincuencia, podrían encontrar interés por concentrar aquí su actividad inversionista.

Y por lo que se refiere a los aspectos más dolorosos y lesivos de la inseguridad que nos ha invadido, los inconformes debieran ser los primeros en pedir a las autoridades los tomen en cuenta como factor de solución en sus correspondientes estrategias. Urgiéndole a corregir sus planes y programas de seguridad pública, sí, pero en aspectos específicos que permitan su participación efectiva. No solo dedicarse a gritar por todos los rincones. Como la llorona.

….a pie de carretera
Rafael Arrollo Yabur
Empieza a fluir información –alguna ya en manos de partidos de la oposición, a la oposición que es gobierno- que habla de las prácticas nada edificantes y honestas de las que supuestamente era incapaz Rafael Arroyo y que, antes bien, tenía como propósito combatir para erradicarlas, o impedir se introdujeran en la operación del sector salud. Será cosa de ver si surgen las denuncias correspondientes (ya que se tienen los pelos de la burra en la mano) sin tener que esperar a la revisión de la cuenta pública correspondiente. Pero el doctor Arrollo va a la Picota. Lamentable.

Andrés Manuel no está muy bien que digamos. Eso de ponerse a discutir de tú a tú con cualquier personaje menor, como que muestra falta de control e idea de estrategia de máximo nivel. En fin. Regresamos mañana SDQ. Adiu

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