Adelantado corte de caja

César Graciano Calvario
cesargracianoc@yahoo.com.mx
El muy menguado estado de ánimo y la desazón que cunde entre la población -por variadas razones- nos habla de un ambiente ominoso, enrarecido, que está favoreciendo la aparición de actores sociales que han empezado a exigir un adelantado corte de caja al régimen del gobierno de la alternancia. A escasos 18 meses de su terminación.

Uno de ellos es el flamante presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gustavo Oropesa, quien para abrir boca, se lanzó contra David Gustavo Rodríguez, secretario del Desarrollo del gobierno estatal. Su crítica-queja declaró como insuficiente, improcedente, insatisfactoria e inútil, la política de desarrollo que se ha tratado de implementar a lo largo de casi cinco años de administración. E hizo evidente la frustración y el desánimo que campea en el sector empresarial a resultas de las “genialidades” de este funcionario. A los “defensores” del régimen solo se les ocurrió acusar a Oropesa de bocón y entrometido, por andar pidiendo la renuncia del secretario de marras. (De lo cual se desdijo). Como si no fuera del conocimiento público que David Rodríguez está ahí porque no le aceptan la renuncia. Él quiere ser Diputado federal, Senador, Diputado local. Bueno. ¡Hasta gobernador!

Y tras de Oropesa se dejó venir el dirigente de CANACINTRA, José Antonio Burelo, quien fue más específico al detallar en qué le ha fallado el régimen de alternancia a los agentes que pueden impulsar el desarrollo de la economía estatal. Según él a este gobierno le ha fallado TODO lo que se ha propuesto en esta actividad medular y estratégica. Fue más allá. Afirmando que a 4 años y medio de buscar gestionar el desarrollo económico de la entidad ¡estamos enteros!

Pero el caso que verdaderamente levantó ámpula (digo, si lo anterior no hizo llaga, cuando menos) fue el de Marcos Rosendo Medina, diputado local del PRD, a quien la jauría encabezada por los primos Pérez, dirigentes formal y virtual de su propio partido, se le fueron a la yugular acusándolo de ingrato, desagradecido, infame, falsario, y varias docenas de improperios más, según ellos porque se atrevió a criticar al gobierno, “su” gobierno (del PRD) por haber incumplido sus promesas de campaña y haberle fallado “gachamente” a los tabasqueños. Y que conste que uno de ellos, Fócil Pérez, hasta ayer era uno de los más reacios críticos y adversario declarado del gobernador Núñez.

¿Pero qué dijo en realidad Marcos Rosendo? Pues nada más que el gobierno de la alternancia no había podido saldar la deuda histórica que tiene la izquierda en Tabasco. Que habiendo generado grandes expectativas al principio del régimen, estas no habían sido satisfechas. Que a este gobierno le faltaron políticos. Y más específicamente que le faltaron políticos de izquierda. Con idea, con oficio, con visión, comprometidos con la gente. O sea. ¡Nada que ver! Los críticos de Marcos Rosendo aparecieron como esos amanuenses que se alquilan de traductores sin conocer bien a bien el idioma que se trata. Aunque hay justificación. Son “políticos” hechos al machete. Sin preparación formal. Y claro que no entienden ¡que no entienden!

Ojala que quien si puede, y debe entenderlo, lo haga. Es un razonamiento crítico justo. Válido. No puede ser desconsiderado.

….a pie de carretera
Lucina Tamayo
Muy apurada la contralora buscando bacín y agua. Para lavarse las manos. Aun antes de ensuciárselas con un guatao que huele muy mal. Se desliga de la responsabilidad de no tener maniao a Paco Rullán. Y de que esto le permita andar buscando camerino en donde solo las estrellas de la farándula política nacional lo tienen. Apunta con su regordete dedito hacia Carmito. El fiscal superior. Quien a su modo de ver, es quien anda haciéndose como el Tío Lolo. ¡Ah! Eso sí. Anuncia sorpresas en el caso de los demás roedores que se acabaron el queso en la administración del Químico Granier.

El corresponsal de la Jornada en Culiacán, Javier Valdéz, fue arteramente acribillado el día de ayer a mediodía. No bastan las leyes que afirman el “respeto” a la libre expresión. El ESTADO debe responsabilizarse de asegurar la integridad del periodista. ¡Ya basta!

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