Proyecto “CCC”
¡Cada quien su Trump! César Graciano Calvario cesargracianoc@yahoo.com.mx Qué podrán decir ahora quienes vieron herida su tierna sensibilidad y se escandalizaron con el ¡Ya cállate chachalaca! o el más violento aun ¡al diablo con las instituciones! y que ahora se tienen que despachar un ¡No hay chile que les embone!, así nada más, sin anestesia. […]
20 de abril de 2017

¡Cada quien su Trump!

César Graciano Calvario
cesargracianoc@yahoo.com.mx
Qué podrán decir ahora quienes vieron herida su tierna sensibilidad y se escandalizaron con el ¡Ya cállate chachalaca! o el más violento aun ¡al diablo con las instituciones! y que ahora se tienen que despachar un ¡No hay chile que les embone!, así nada más, sin anestesia. O peor aún. Qué podrán decir quienes se pitorrean equiparando las inclinaciones POPULISTAS de Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador AMLO pero se topan de frente con que hay algo peor que la práctica política chabacana del presidente gringo –su vacuidad y peligrosa incontinencia verbal mezclada con su alta y peligrosa capacidad para hacer y decir pendejadas- y que en México su principal replicante es el mismísimo presidente Enrique Peña. Bueno. Solo queda declarar ¡Pues cada quien su Trump! O sea. ¡Sálvese quien y como pueda!

USA y México pasan por una dura prueba con sus respectivos gobiernos y en su de por sí compleja relación bilateral. En el campo de esta última México, empero, tiene un riesgo enorme de ser victimizado una vez más por los USA, con pérdidas severas de diversos tipos. Y nos parece que solo el éxito de un evento como el IMPEACHMEANT (proceso de destitución o juicio político) que diversas organizaciones civiles y políticas de los USA ya plantean contra Trump -antes de que el presidente Peña termine su ciclo sexenal- pondría a nuestro país a salvo de la amenaza gringa por otro buen rato. El desafío es a las vencidas. Cae primero Trump, o Peña puede acabar con su gobierno (literal).

Hay completa certeza de la fragilidad. El curso de la acción presidencial rumbo a la colisión y la desintegración es imparable y así lo acreditan cada uno de sus dichos y hechos. En el último de ellos, enfrascado Peña en la complicada urgencia de presentar resultados en el tema del combate a la corrupción e impunidad entre sus propios compañeros gobernantes priistas, desesperado por darse cuenta de que la opinión pública, incrédula y desconfiada, está atenta a su representación de la aplicación de justicia en el caso Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, sin darle crédito abierto e ilimitado, y más bien con las reservas del caso (que llevan visos de poder confirmarse) el presidente Peña estalla encolerizado y escupe “¡no hay chile que les embone!” (Francisco Garfias, Excélsior, 18 abril 2017).

No es necesario llamar a los psicólogos sociales, a los neurosiquiatras especializados en la sicopatía (orígenes, causas y expresiones) para dar una explicación debidamente pasteurizada, esterilizada, que no ofenda los castos oídos y que nos explique lo que quiso decir Peña. ¡A todos nosotros! A nivel de banqueta, en la calle, cualquier alburero de barrio bravo, sin temor a mala interpretación alguna, ni confusión de su sentido y alcances le pudiera contestar: ¡Agárrame tantito aquí, pero píntalo pa’que no desentone!

Con esto decimos que ha quedado perfectamente asentado el acuse de recibo entre la población del derrape presidencial. Ahora sabemos en lo que piensa y lo que quiere hacer realmente. En pocas palabras. Pretende insistir hasta el final de sus días gubernamentales en hacernos tragar sus infames y engañosas comedias, que nos traguemos las infames palomitas que nos prepara para el consumo y que aplaudamos con verdadero, convencido, entusiasmo.

Lo dicho. No tenemos nada que envidiar a los gringos ¡Cada quien su Trump!

….a pie de carretera
Liliana Madrigal
A decir verdad nos dejó extrañados que la flamante diputada federal no haya aparecido en la relampagueante liza que se organizó (¿o se fingió?) para elegir al nuevo dirigente estatal del PRI. Nos imaginamos que tal podría haber sido el siguiente paso en su incipiente carrera. Verla codo a codo con Gina Trujillo, desde el tiempo en que aceptó contender por la presidencia municipal de Centro, y ahora que esta insiste en su trabajo para la construcción de su candidatura al gobierno estatal, nos hizo pensar que colaboraría en el proyecto. ¿Qué pasó? ¿Llegó a algún acuerdo? ¿Cuál? Se sabrá

Que el mal tiempo no impida que hagamos cada quien lo nuestro. ¡A darle! Regreso mañana aquí mismo. Adiu

Facebook cesar.stone@yahoo.com.mx
Twitter @CsarGraciano

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