Endeudamiento público justificable

César Graciano Calvario
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Una vez revisado y ajustado el equipo que considera le será de utilidad para operar las estrategias que ha elegido como básicas para enfocar su quehacer, el gobierno de la alternancia, ha decidido hacer uso de la fortaleza financiera que ha venido consolidando a lo largo del sexenio, para aplicarla en la sostenibilidad de la Seguridad Pública.

La Secretaría de Hacienda y la Cámara de Diputados, al momento de evaluar el alarmante endeudamiento de estados y municipios, reconocen que el de Tabasco es uno de los gobiernos menos endeudados y aplauden la sana administración financiera y el recatado manejo presupuestal de la entidad. Con este antecedente, el endeudamiento anunciado por el gobernador Núñez para apuntalar el esfuerzo presupuestal que requerirá el nuevo Programa Integral de Seguridad Pública, no debiera tener objeción razonable alguna al momento que inicie su trámite en el Congreso local. Sin embargo tales objeciones podrían presentarse si el gobierno de la alternancia no revisa críticamente el esquema que ha diseñado, a la luz de algunos eventos que son del dominio público.

Uno de los principales, es el criterio con el que privilegia la aplicación de los recursos de inversión. En el pasado inmediato ha optado por apoyar proyectos que benefician a los empresarios privados, en detrimento de los que benefician a la sociedad en general. Un ejemplo es la anunciada decisión de invertir los recursos necesarios para la construcción de un nuevo Centro de Convenciones beneficiando a los ganaderos con el aprovechamiento de los terrenos de su propiedad. Y cuando se trata de disponer de recursos para financiar el equipamiento que requiere el Programa de Seguridad Pública, acude al endeudamiento.

La gente no necesita sesudas explicaciones técnicas de los economistas sobre la evaluación económica Y SOCIAL de ambos proyectos mencionados para saber que si hay pocos recursos presupuestales disponibles, estos deberían ser canalizados al proyecto de beneficio social. En todo caso, si el proyecto público-privado reporta una conveniencia económica y el retorno de la inversión garantiza el pago de recursos obtenidos incluso con deuda pública, pues entonces ¡bienvenida la decisión gubernamental de apoyarlo!

Otro elemento a revisar, es el manejo de la liquidez (disponibilidad inmediata de recursos en caja) de la administración estatal. Este es un indicador financiero que el gobierno estatal se ha cuidado de manejar convenientemente para lograr la certificación de los especialistas encargados de otorgar las calificaciones que garantizan la capacidad de pago ante la banca proveedora de crédito. Pero ello no ha sido óbice para que los últimos días de diciembre se hayan presentado casos inéditos de falta de pagos oportunos a numerosas instituciones públicas dependientes del presupuesto estatal. La UJAT, COBATAB, el ISSET entre los casos más destacados.

Para todos ellos hubo justificaciones puntuales. Tanto por parte de las autoridades gubernamentales como las de esas instituciones. No necesariamente de común acuerdo. Pero, independientemente de que amerita la profundización de las aclaraciones correspondientes, parece conveniente recomendar la revisión crítica de los fundamentos para la administración financiero-presupuestal del gobierno de la alternancia. El gasto público debe fluir ordenada y sistemáticamente buscando generar RESULTADOS que beneficien a la sociedad. Y si los recursos son obtenidos mediante el endeudamiento público, solo hay que vigilar celosamente la capacidad de endeudamiento, sin rebasarla, pero sin desaprovecharla.

….a pie de carretera

Adrián Hernández Balboa
Los que vamos a ser consumidos por el incendio que provocó la impericia gubernamental en el manejo de la economía de este país, no dejamos de sorprendernos por la situación en la que se encuentran nuestros acompañantes priistas. Sobre todo los integrantes del buró dirigente. Como Adrián. Quienes además de tener que resignarse a marchar dócilmente al Holocausto, como todos nosotros, lo tienen que hacer cantando loas y ditirambos a nuestros victimarios. Sin embargo, hay que decirlo, Adrián se ha rebelado y señala con dedo flamígero la pendejez inocultable de sus jefes. No hay duda. Nobleza obliga.

¡Somos otro pedo! Acá la protesta social no prende como en el resto del país. Lo cual no quiere decir que no se hace. Hasta mañana SDQ. Adiu