UJAT. Buena medida cautelar
César Graciano Calvario
cesargracianoc@yahoo.com.mx
La nota informativa (Rumbo Nuevo 30 noviembre 2016) es: “La agencia calificadora internacional Fitch Ratings, entregó al rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, José Manuel Piña Gutiérrez, el reconocimiento con la calificación de A-Mex en Calidad Crediticia”. El suceso suena halagüeño. Esa organización privada, con reconocimiento internacional, da un espaldarazo a los buenos resultados administrativos, académicos y financieros logrados por la institución educativa más importante de Tabasco; reconoce la calidad de la rectoría que ha conducido con tino José Manuel Piña Gutiérrez; ataja cualquier insana intención de cuestionar su administración financiera al confirmar que no la ha endeudado; su pasivo circulante (proveedores, impuestos por pagar, y otros adeudos) está perfectamente ajustado al ritmo de su actividad, y; su pasivo contingente, principalmente el tema de su sistema pensionario, se encuentra sanamente cubierto.
Este último punto resulta de particular importancia, pues acalla los rumores sobre un supuesto despilfarro canalizado a dotar de pensiones de lujo a su personal jubilado, así como el apalancamiento de un sistema de recompensas, gratificaciones y servicios entregados al personal que –se decía- no tardaría en meter en dificultades financieras a la institución. Fitch Ratings avala que no hay tal.
Por lo que al buscar las razones para que Piña se haya decidido a sacar un cañón del calibre usado, solo queda concluir que se plantea conseguir recursos adicionales para la institución por medio del crédito. Bancario muy probablemente.
Esto así por una poderosa razón. Como resultado del drenaje al presupuesto federal 2017 realizado por la cuadrilla de matarifes financieros del régimen Peñista, el sector educación, y más específicamente las instituciones de educación superior están programadas para hacerles recortes a sus presupuestos. No únicamente los del último descuartizamiento. Sobre la marcha, habrá más
La actitud de Piña es responsable, en primera instancia. Se trata de proteger en la medida de lo posible a la institución de los sobresaltos y las carencias presupuestales en 2017. Protegerla para que no tenga que poner en riesgo programas que ya forman parte medular de su planeación estratégica de largo plazo. Programas que seguramente -y por medio de la Vinculación con los sectores productivos- pueden generarle recursos, que al mismo tiempo pueden ser una de sus principales garantías de pago.
Pero por sobre todas las cosas la actitud de Piña es inteligente y decidida. El endeudamiento es una poderosa herramienta para promover el desarrollo. Siempre que sea realizado bajo el diagnóstico y recomendaciones profesionales de la más alta calificación. Tomando en consideración las fortalezas financieras institucionales que determinan la capacidad de pago y nivel máximo de endeudamiento. Con lo cual puede lidiar perfectamente a los timoratos que proponen la parálisis antes de acudir a este expediente tan satanizado últimamente por la irresponsabilidad, y la avidez criminal de los políticos corruptos que han saqueado administraciones públicas estatales completas por este medio.
De nada sirve el esfuerzo por mantener sano y fuerte el esquema financiero de una institución, de una administración, si se le ha de obligar a la inanición antes de permitirle “salir a la calle” (metafóricamente hablando) por miedo a que le metan la manito debajo de la faldita. Bien por Piña.
….a pie de carretera
Luis Armando Priego Ramos
No sabemos quién, ni de donde, se sacaron a este pobre señor que está al frente de la SOTOP. El hecho de que no pueda con la construcción de un simple galerón para dar cabida temporal a los locatarios del mercado Pino Suárez en lo que se construye uno nuevo, viene siendo lo de menos. Imagínese entonces. Lo verdaderamente preocupante es que “lo pusieron” al frente de un asunto que requiere de cualidades y calificaciones más allá de las de un simple albañil. Y ahora el señor aparece como “Platanito”. Con pelambre, narizota, zapatotes y todo. Los locatarios tenían razón.
Ahora sí. Ya se cargó el payaso a este 2016. Usted sabe. Lo que resta es pura pachanga. Ganas de olvidar los malos ratos pasados. Si calentó el brazo, bien. Si no, de cualquier forma ¡a la lomita de los disparos! Regreso mañana corriendito.
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