Plan “C” en marcha
César Graciano Calvario
csargraciano007878@yahoo.com
En el desenlace final y lógico del proceso electoral efectuado y con los resultados que este produjo, resulta obligado mencionar que la coalición gobernante ganadora podrá empezar a poner en marcha el Plan C anunciado por el presidente AMLO para llevar a cabo las reformas constitucionales que reiteradamente combatieron y rechazaron sus adversarios de la oposición coaligados con el poder judicial.
En su momento, pocos entendían bien a bien cuál era el contenido y estrategia de dicho plan. Empezando por la “C”. Era la letra que seguía en el abecedario a los rechazos aplicados por los opositores. Pero en realidad era la “C” de C…laudia. Nunca se extendió al terreno semántico el combate político. Y aun cuando AMLO anunciaba que ese Plan era el de “votar en la próxima elección por los candidatos de la coalición Morena. ¡Nada para la oposición!” todavía no se entendía la estrategia del tepetiteco. Solo hasta pasados algunas semanas, se tomó el tiempo para desmenuzar lo que era su apuesta. Se empezaron a trenzar los hilos del lienzo que fue extendido el domingo pasado.
Tomamos la referencia al Plan C, porque en la plaza pública ya se habla de ello -y de sus consecuencias- como el segundo paso que se dará en el camino de la 4T rumbo a su efectiva consolidación en el siguiente sexenio. Tal y como lo planteo AMLO. Pero también lo hacemos para llamar la atención sobre la recomendación hecha por este “Debemos reflexionar bien sobre lo sucedido”.
Antes de ponerse a ver lo qué se hará con el nuevo gobierno, se deberá entender qué fue lo que pasó, para poder plantear bien el cómo hacerlo SOSTENIBLE. Antes que SUSTENTABLE. Y para asegurar su sostenibilidad, se deberá poner atención en lo que hará la oposición para evitarlo. Sin dejarse influir por sus desesperados voceros que solo muestran que no entienden nada de lo que pasó. Tal y como lo hace Felipe Calderón, Ricardo Salinas hasta el perredista Jesús Zambrano, que bien pedo, (bolo pues) vocifera que AMLO es un delincuente electoral. Un hampón. Dan pena.
Pero si se observa bien, puede verse que la oposición va encontrando el perfil que la puede llevar a hacer los ajustes que recomienda la lectura atenta, y que, si no es acotada y reducida con inteligencia política, puede resurgir dentro de tres años. Ahí está la chamba.
…a pie de carretera
ELIZABETH NAVA GUTIÉRREZ
A punto de cerrar exitosamente el broche de la jornada electoral en Tabasco, ya pueden hacerse dos conclusiones: La obra realizada con todo profesionalismo y entrega por la consejera presidente del IEPCT, su grupo de colaboradores y en general el personal del instituto, rinde buenas cuentas. En efecto, han surgido observaciones sobre algunas deficiencias, desorganización, tropiezos que inquietaron a algunos votantes el mismo día de la votación. Fueron mínimos y debidamente atendidos. Seguramente la dirigencia del IEPCT atenderá la necesidad de seguir afinando las líneas de su organización y capacitación para afinar su operación y mejorar aún más sus resultados. En otra conclusión, sobre un reporte publicado por el instituto, se sabe ahora que la votación no alcanzó el porcentaje de participación esperado. Menos del 60%. Lo cual obliga a una revisión profunda del fenómeno. A todos los responsables del proceso. A los partidos. A la organización civil. A todos. Y también obliga a un diseño sensible de la gobernanza que deberemos tener. El reto es monumental. Pero a nuestro alcance.
El pasado lunes mismo corrió la noticia como reguero de pólvora. La virtual Senadora de la República por Tabasco se encontraba en muy difícil trance por su afectada salud. En la escandalera se llegó a decir que había fallecido. Otros afirmaban que había sido enviada en un avión especial proporcionada por la presidencia a una clínica en los USA, donde ya se encontraba siendo atendida de emergencia. Son otras las noticias aportadas por fuentes fidedignas allegadas a su familia. No son buenas. Pero Rosalinda está aquí en Villahermosa. Bien atendida, pero con un diagnostico preocupante. Hacemos votos por su recuperación pronta y total. Tabasco no está como para perder un valor político de la calidad del que ella representa.
