Fox y Calderón, personajes no gratos a la sociedad mexicana

José Martínez
Todo ex Presidente, hablando de México, tuvo su oportunidad de hacer bien los proyectos y tareas plateadas, lo que le daría la oportunidad de estar en la historia del país.

Cada uno tiene sus propias características de gobernar, a tal grado que la gente es quien al final tiene el derecho de hacerle señalamientos, más cuando provocaron hechos que dejaron marcado a México.

Pero, existen algunos que de plano buscan sus reelecciones virtuales, quiero decir con esto que no tiene el deseo de irse nunca porque piensan en la inmortalidad política.

Probaron el poder, y sienten aún tal adrenalina. Son producto de una facilidad para seguir en el escenario con declaraciones, muchas veces, fuera de sentido.

Tenemos dos ejemplos, uno, Felipe Calderón Hinojosa; el otro, Vicente Fox Quesada, ambos de extracción panista, partido que en estos momentos sufre una terrible debacle. Como dato adicional, en Tabasco prácticamente desapareció.

El señor Fox Quesada, se la ha pasado criticando a la actual administración, y sus declaraciones son tan a bote pronto que se ha llevado consigo a la propia Xóchilt Gálvez, quien podría ser la representante, no sólo del PRI, PRD sino del PAN.

El guanajuatense, ahora que tiene horas de ocio, y que disfruta de su jubilación, se la pasa frente al monitor de su computadora monitoreando la Mañanera.

Luego retoma algunos temas y avienta su dizque opinión. Nadie le dice nada, nadie lo detiene, sin embargo, fue tanta la corrupción que se vivió en ese sexenio, que tanto su esposa como los hijos de doña Martha Sahagún vivieron como jeques.

Por su parte Felipe Calderón se hizo socio de los dueños de unas petroleras. No lo pensó mucho, y primero se enfrentó al narcotráfico, y luego a que México padeciera de su economía.

Y ahora, son quienes están más activos en las redes. Casi todos los días suben reclamos y desacuerdos, como si sus frases pudieran componer el mundo. Son volubles, diría un filósofo.

Pasaron sus momentos, ahora que gobierna Andrés Manuel López Obrador, quieren liderar, pero son personas no gratas.

López Obrador y el Trife, aclaraciones
El presidente Andrés Manuel López Obrador colocó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en un serio predicamento. Puso en duda su honorabilidad el emitir resoluciones sesgadas, motivadas más en apreciaciones políticas que jurídicas. El tema es de suma importancia y constituye un hecho grave la denuncia presidencial. Se trata de una acusación por violencia política en razón de género que el TEPJF le atribuye al mandatario en perjuicio de la senadora Xóchitl Gálvez.

López Obrador sostuvo que el TEPJF le atribuyó expresiones “que yo no expuse” en una de sus conferencias matutinas para referirse a la probable candidata presidencial de la derecha.

En la resolución del Tribunal Electoral se puede leer que el presidente dijo que la senadora panista “fue elegida por un grupo de hombres que la han impuesto”. La versión estenográfica dice otra cosa: “… esa fue una consulta que hicieron en lo oscurito a los de arriba, el gerente del bloque conservador, Claudio X. González y ya impusieron a la señora Xóchitl…”

No es lo mismo los de arriba que un grupo de hombres. El TEPJF está obligado a aclarar este asunto. Manipular las palabras presidenciales para validar la acusación es “realmente grave” y por lo cual se podría solicitar el desafuero de los magistrados electorales. Sin embargo, López Obrador no optará por esa vía, no quiere convertirlos en “mártires vivientes”.

Figuras políticas de oposición han utilizado expresiones misóginas, insultado e injuriado a mujeres y no han ameritado resolución alguna del TEPJF. La denuncia presidencial ha puesto en duda la credibilidad del organismo electoral, lo cual constituye un hecho preocupante por los comicios presidenciales de 2024.

Haberes
El director general de Fonatur, Javier May Rodríguez, salió al paso, y defendió la importancia de una de las catalogadas «obras prioritarias» del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. «El Tren Maya protege como nunca el medio ambiente y el patrimonio arqueológico. Felipe Calderón habla de destrucción porque sólo ha sabido destruir: se robó la elección del 2006, desató la violencia en el país y solapó un narcoestado», reviró el político tabasqueño. Lo anterior por los dichos del expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, quien criticó que el Tren Maya es la mayor obra de destrucción de la selva, «por el capricho de un gobernante».