Proyecto “CCC”
Con Petróleo hasta en las pestañas César Graciano Calvario cg536572@gmail.com Ayer le comentábamos la espléndida noticia de la explotación del campo petrolero Zama, el más rico recién descubierto y localizado frente a Paraíso, pero no todo es coser y cantar. El también más reciente desastre por derrame petrolero provocado en el oleoducto de PEMEX en […]
5 de agosto de 2022

Con Petróleo hasta en las pestañas

César Graciano Calvario
cg536572@gmail.com
Ayer le comentábamos la espléndida noticia de la explotación del campo petrolero Zama, el más rico recién descubierto y localizado frente a Paraíso, pero no todo es coser y cantar. El también más reciente desastre por derrame petrolero provocado en el oleoducto de PEMEX en el norte de Chiapas y que bañó las tierras tabasqueñas aguas abajo del rio Mezcalapa, nos vino a recordar el riesgo inminente en el que nos encontraremos los siguientes años debido a la explotación petrolera intensiva que tal hecho producirá y para lo cual debemos estar preparados.

Las noticias respecto al derrame han sido más bien parcas. Ya sabe Ud. como es el ORO. Está haciendo mutis. Todo está bajo control y “se toman medidas”. Mientras que el gobierno del estado divulga la noticia de estar haciendo todos los esfuerzos tendientes a identificar a los responsables de la contaminación de nuestras aguas, para preparar las demandas procedentes. Se dice. Y, claro, en el inter se han parado rápidamente las plantas potabilizadoras “para que los equipos no se dañen” lo que ha secado el surtimiento del vital líquido a la población.

Se habla de no menos de 600 mil personas dañadas, habitantes de las riveras de los ríos Samaria y Carrizal. El tiempo transcurrido antes de que sea recuperada la zona contaminada, es aprovechado alegremente por la oposición política al régimen para atizar el fuego de la inquietud, desasosiego y angustia entre la población, alentándola a la protesta y reclamo a un gobierno (federal-local) omiso e irresponsable.

Lo anterior debía preparar al gobierno estatal para reaccionar con mayor solvencia en favor del bienestar de la población que en adelante resulte afectada por otros accidentes de similar naturaleza. Pero hay que empezar por considerar que no se tienen los recursos suficientes para tal fin y que en lo que llega el auxilio, el apoyo federal, y/o se logra comprometer a los empresarios que hayan provocado daños ambientales, los sucesos pueden devenir en tragedias.

Resulta conveniente entonces recordar la recomendación con la que venimos insistiendo hace un buen tiempo: Promover la reforma legal que permita al estado el derecho a una RENTA PETROLERA. Un impuesto a la exploración-explotación, con cuyo fondo pueda constituirse un fideicomiso que garantice la disponibilidad de recursos suficientes para reparar y prevenir cualquier daño ambiental. Antes siquiera de que los responsables de los daños reciban los primeros citatorios de los juicios correspondientes. Ahí queda. Otra vez.

…a pie de carretera

Olga Limonchi
Claro que conocemos la genealogía de la señora Francisca. Si. Doña Francisca Limonchi. Pero a esta señora Olga, no. Ninguna noticia teníamos de ella. Por lo que no sabemos qué fue lo que tomaron en cuenta sus promotores para encargarla de la gerencia regional de DICONSA. ¡Que todavía existe! Aunque Usted no lo crea. El caso es que la hemos oído declarar en torno a un tema por demás preocupante -la especulación alrededor del comercio local de maíz- y tememos saber por qué la autoridad responsable no puede lograr que la carrera de los precios en este producto superbasico, no lastime a la gente más vulnerable. La señora Olga podrá ser muy buena para la relación pública, pero para eso de la administración pública hay que estar medianamente preparado. Y la señora Olga no lo está. Ahora Diconsa anda metido en el escándalo del trafique de maíz, que hace ricos a los mercaderes, y no parece que pronto se pueda corregir el dislate. Ojalá nos equivoquemos.

Si por alguna razón tiene que acudir al Hospital Juan Graham, tome TODAS las previsiones necesarias con el fin de no tener que acudir a las farmacias y locales comerciales que se encuentran frente a su entrada. Bueno. ¡Ni para comprar una botella de agua! Hacerlo puede resultarle una desagradable experiencia, es tierra ignota para la Procuraduría del Consumidor PROFECO. Y atracan a la gente más jodida ¡de lo lindo! Le pongo un ejemplo: Un CD que normalmente cuesta no más de 5 pesos, se lo empujan ¡en 30! Y si tiene urgencia, a ver dígales que no. Le dejamos con esta reflexión, hasta el martes proxy que regresaremos a buscarle. DM

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