La derecha conservadora, CINICA

César Graciano Calvario
cg536572@gmail.com
Cansado ya de los embates de los principales personajes de la oposición, el presidente se decidió a llamar por su nombre a esos lenguaraces. Tomando el motivo del último lance de Felipe Calderón, quien ahora encabeza abiertamente la oposición a la construcción del Tren Maya, con el pretexto de que esta “pone en riesgo los tesoros arqueológicos de la región”, en sustitución del último pretexto que ya está siendo trabajado frente al poder judicial para superarlo, con buenos indicios; ante este embate, el presidente ya califica a esa derecha conservadora “representada por el PAN y uno o dos partidos más, sus acompañantes” como CINICOS. Porque hacen del cinismo su forma de conducta política dijo.

Veamos la extensión y repercusiones sociales del significado de este concepto. Según el diccionario de la RAE, el CINICO es aquel que en su actuación cumple rigurosamente con el significado de todos los sinónimos del adjetivo. Son DESCARADOS, DESVERGONZADOS, IMPUDICOS Y PROCACES. Como dice el santo catecismo: en su pensamiento, palabra, obra y omisión. El presidente se ha referido así al ex presidente Calderón, que no tiene la mínima calidad moral, y si el suficiente cinismo, para insistir en su intención de montar un tribunal de Santa Inquisición para juzgar la actuación del gobierno de la 4T y llevarlo a la hoguera. Los resultados de esa oposición en las consecutivas elecciones recientes, dan cuenta del grado de credibilidad que le otorga la población. Y así se comportan, con similares resultados, los capitanes empresariales que no pueden esconder sus ansias políticas. Los otros dirigentes partidistas. Y los conocidos personajes que se cobijan con la prensa a su servicio.

Aquí en Tabasco también hay un poco de estos CINICOS. A ellos nos referimos en estos términos hace un buen rato en este espacio. Son aquellos que dan “ruedas de prensa” diarias, que nadie ve ni oye. Salvo algunos de nosotros reporteros, que debemos hacer la penosa tarea de revisarlas en nuestras redes, donde son depositadas amorosamente. O aquellos que eventualmente aparecen para “recomendar” acciones gubernamentales que en el momento que pudieron no movieron un dedo para atenderlas y si en cambio se llevaron la lana destinada a tal fin. O quienes, en el extremo de la desvergüenza y la impudicia, se tiran al suelo reclamando “autoritarismo gubernamental”. En fin, Pero ahora han sido identificados públicamente por la máxima autoridad de nuestro país.

…a pie de carretera
Pancho Herrera
Y luego dicen que aquí no hay racismo. Discriminación. Tendencia natural y exagerada al bulling. Pero tenemos al Dago Lara, sosteniente local del ex partidazo (ahora prácticamente en situación de calle) quien, con la urgente necesidad de practicar terapia de recuperación contra el estrés extremo, vio a lo lejos a Pancho, negrito, humilde, calladito, y le pareció un buen costal para descargar la furia contenida, azotándole patadas, madrazos, cabezazos y al final el escupitajo de rigor. Y ya de refilón se pitorreo albureándolo con su antigua inclinación al consumo de bebidas espirituosas en cantidades sin límite. La cual ha superado, nos consta. Siendo ahora un ciudadano responsable y respetable. ¿Qué le dijo? Nomás imagine. Se zurró en él. Con el pretexto de que por su culpa ahora no le alcanzan las exiguas prerrogativas que recibe como único ingreso su PRI estatal ¡ni para pagar la luz! Mucho menos para pagar los laudos que supuestamente SOLO Pancho le dejó. En fin. Que Dago se ve muy mal. Y a la orilla del hueco que ya le espera amoroso, no busca quien se la hizo. Solo quien se la pague. Y que no ponga resistencia. Claro.

El desastre económico es planetario. A nivel nacional, pero por supuesto. Y a nivel local, pues Ud. imaginará. El caso es que, para capotear los efectos desastrosos -en los productos básicos, cuando menos- debemos asegurarnos de actuar racionalmente como CONSUMIDORES. El aprovisionamiento comercial está muy enrarecido y ello se refleja en los precios de todos los productos. Seamos cuidadosos. Comparando precios. Buscando la mejor oferta. Planeando bien nuestro consumo doméstico. Evitando el desperdicio, o la compra imitativa. Se trata de cuidar bien nuestro gasto básico, evitando el superfluo. Regreso mañana SDQ.