Proyecto “CCC”
Ni hablar. Tenemos que crecer Cesar Graciano Calvario cg536572@gmail.com Finalmente fue emitido el Decreto oficial mediante el cual se libera a la población de la obligatoriedad para el uso del cubrebocas como medida práctica para defenderse de los contagios de Covid. Siguiendo la pauta establecida por el gobierno de la república y la adopción correspondiente […]
17 de mayo de 2022

Ni hablar. Tenemos que crecer

Cesar Graciano Calvario
cg536572@gmail.com
Finalmente fue emitido el Decreto oficial mediante el cual se libera a la población de la obligatoriedad para el uso del cubrebocas como medida práctica para defenderse de los contagios de Covid. Siguiendo la pauta establecida por el gobierno de la república y la adopción correspondiente por la mayor parte de los estados del país, el gobernador Merino firmó y emitió el citado Decreto. No hubo sorpresas. Como se esperaba, se declaró la total libertad para dejar de usar el adminículo. Aun dentro de establecimientos y unidades de transporte colectivo. Puntualizando sobre la RECOMENDACIÓN para usarlo en estos últimos. Pero sin obligatoriedad.

En su oportunidad manifestamos nuestro extrañamiento por no intentar siquiera salvar la mínima posibilidad de construir una nueva normalidad, a partir de la necesidad de proteger a la sociedad de sus miembros más irresponsables, e inconscientes. Dejar la obligatoriedad de ponerse la mascarilla para convivir en grupo, específicamente usando los servicios comerciales, educativos, y las concentraciones lúdicas, hubiera sido un buen avance. Pero se decidió que no. Congruente con la política del gobierno federal de dejar en libertad absoluta al ciudadano de adoptar o no las medidas personales convenientes para proteger su salud, así como de tomar o no la decisión de hacerse solidario con quienes luchan contra la pandemia, o ponerse del lado de aquellos a quienes les vale madres la salud pública, se viene adoptando el criterio libérrimo: “No hay cosa más buena y más sana, que cada quien haga lo que le dé su chingada gana”

Se entiende la filosofía política. Pero hay demasiados estudiosos, observadores, investigadores, analistas y desde luego filósofos de la sobrevivencia, que están de acuerdo en que el escenario no permite la adopción de la filosofía del caos, sin siquiera intentar la adopción de criterios pragmáticos mínimos. No somos Finlandia, Dinamarca, Suecia, etc. Pero hacia esos modelos de desarrollo social tendremos que salir en chinga, si queremos dar una oportunidad a nuestros descendientes aun bajo nuestra responsabilidad. Tendremos que crecer como personas. Lo cual nos lleva de inmediato a la primera posta: LA EDUCACIÓN.

Y aquí es donde empiezan los problemas que nutren el pesimismo. ¿Alguien conoce los datos duros sobre la evaluación del desempeño del modelo educativo de contingencia puesto en práctica en México los dos años recientes?, Hay algunos, que han empezado a surdir. Y no son halagüeños. Así es que…….
…a pie de carretera

Luis Manuel Hernández Govea
Viejo colaborador en la administración pública estatal. Ha tenido cargos menores, pero siempre siendo mencionado en las listas de candidatos a encabezar oficinas importantes. Sin embargo, hace tiempo está concentrado en su carrera académica. Así logró no hace mucho hacerse de la titularidad de la División de Ciencias Económico-Administrativas en la UJAT y ahora en un espectacular enroque, ha sido nombrado Secretario Académico de esta. Economista de profesión, es conocido por su seriedad y responsabilidad al frente de sus encomiendas. No tiene muertos en su closet. Su último encargo es un reto para su creatividad. El Rector Guillermo Narváez está empeñado en fortalecer las capacidades sustantivas de la Universidad, para poder hacerla crecer en el servicio a la sociedad a la que se debe. Hernández Govea puede ser el pivote que la UJAT requiere para emprender proyectos a la altura del reto, elevando la calidad académica de la institución educativa y acercándola a los actores y agentes responsabilizados de impulsar el desarrollo integral de la entidad.

No lo sé de cierto. Así es que no me lo pregunte. Todavía. Pero el caso es que, por alguna razón, aparentemente, la función de la Procuraduría del Consumidor, ha sido puesta bajo la supervisión del Secretario de Gobernación. Buena noticia. Si Ud. es de los que están dispuestos a defender el precio de su despensa básica. Cosa de echarle enjundia para denunciar cualquiera y todos los abusos de los mercaderes a los que se enfrente. La oficina local de esa dependencia tendrá que ponerse a trabajar ¡ahora sí! Porque si no lo hace, no faltará el paisano que le haga llegar a Adán pruebas fehacientes de los abusos. Y entonces…. Regreso mañana.

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