Con bufandas, abrigos, paraguas e impermeables ante los efectos del Frente Frío número 36, adultos mayores de 60 años empezaron a llegar desde temprano, a las sedes de vacunación contra el COVID-19 instaladas en el municipio de Cunduacán en el penúltimo día de la aplicación del biológico.
Con la garantía de que estarán mejor protegidos contra el virus del SARS-CoV-2, doña Magnolia Méndez Arias y doña Aida Hernández de 77 y 69 años de edad, respectivamente, vecinas del ejido Casa Blanca primera sección, acudieron este sábado a la escuela primaria “Carlos Rovirosa Pérez” ubicada en el poblado del mismo nombre a aplicarse la primera dosis de la vacuna.
Ambas, fueron inoculadas a bordo de un pochimóvil en el que se trasladaban y donde eran acompañadas por un familiar. Entre lágrimas, a bordo de la unidad, doña Aída compartió la alegría que le causó el haberse aplicado el biológico, luego de varios meses de permanecer en confinamiento domiciliario.
En la misma sede, don Francisco Hernández de 73 años, oriundo del poblado “Carlos Rovirosa Pérez” y quién fue conductor de autobuses por mucho tiempo, también fue atendido por personal de la Secretaría de Salud y la Sedena a bordo de la unidad de taxi con número económico 78 del poblado Tulipán en el que viajaba.
“Me siento tranquilo a como llegue. Yo tuve que transportarme en este taxi porque ya no tengo movimiento en mi cuerpo, estoy malo de la columna; con la vacuna me siento más protegido y pido a quienes no se la quieren aplicar que vengan, esto es una protección que el gobierno está dando, que no esperen y sea demasiado tarde”, manifestó.