Presidente de Honduras pide ayuda al mundo por daños causados por Eta e Iota
El país fue azotado por Iota y Eta, además atraviesa una crisis por la pandemia de coronavirus. El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo este jueves que su país está en una “gran calamidad”, y pidió “auxilio al mundo” para atender a las víctimas de las tormentas tropicales Eta e Iota y reconstruir lo […]
20 de noviembre de 2020

El país fue azotado por Iota y Eta, además atraviesa una crisis por la pandemia de coronavirus.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo este jueves que su país está en una “gran calamidad”, y pidió “auxilio al mundo” para atender a las víctimas de las tormentas tropicales Eta e Iota y reconstruir lo destruido.
“Jamás el país había vivido este golpe tan fuerte de estos tres fenómenos, el de la pandemia y el de las dos tormentas”, en las últimas dos semanas, declaró Hernández a corresponsales de prensa extranjera en Tegucigalpa.
Agregó que “estamos en una situación de gran calamidad y necesitamos pedir el auxilio al mundo para nuestra gente que más lo necesita en este momento y también que nos ayuden a reconstruir el país”.
“Veníamos haciendo esfuerzos propios y veníamos avanzando muy bien, pero no es posible seguir construyendo y que destruyen las lluvias, y que no aparezcan los famosos fondos verdes, que es una deuda que tienen con Centroamérica y particularmente con Honduras” los países desarrollados, subrayó Hernández, acompañado por varios de sus ministros, entre ellos el canciller, Lisandro Rosales.
El mandatario y sus funcionarios expusieron los daños causados, primero por la pandemia de covid-19, que ha dejado cerca de 3.000 muertos y más 100 mil damnificados, y los severos daños a la infraestructura productiva del país por Iota y Eta, y las acciones emprendidas para la reconstrucción de la obra social y material.
El canciller Rosales explicó que Eta se caracterizó por traer “mucha lluvia”, mientras que Iota “muchos deslizamientos”, y que ambos fenómenos han dejado hasta ahora, globalmente, al menos 91 muertos, 15 de ellos soterrados entre el miércoles y hoy, nueve personas desaparecidas y 3.4 millones de afectadas en mayor o menor medida.
Añadió que se han hecho unas 276 mil evacuaciones de personas que están en albergues públicos, iglesias, en casas de familias u otras instancias.
Las personas incomunicadas suman unas 105 mil y las rescatadas 122 mil 784, mientras que 35 mil viviendas han sido dañadas, muchas de ellas destruidas. Además, se han registrado edificios públicos y escuelas dañados, 37 puentes “completamente destruidos y 53 con daños severos”, señaló Rosales.
Se suman 242 carreteras destruidas, con muchos puntos adicionales de derrumbes, indicó el alto funcionario, quien además explicó sobre los contactos que el presidente Hernández ha venido haciendo con los presidentes de Centroamérica, gobiernos de países de América, Europa y Asia, lo mismo que con organismos internacionales y otros de la comunidad internacional, para plantearles la situación que vive Honduras.
El mandatario hondureño comenzó diciendo que la pandemia de COVID-19 y las tormentas Iota y Eta “nos han dejado en una situación económica sumamente difícil”, pero que las cosas materiales destruidas “se pueden reponer con el esfuerzo de todos y el acompañamiento internacional”.
“Tristemente lo que no podemos recuperar es la vida”, enfatizó Hernández, quien lamentó que el 98 por ciento de las víctimas mortales haya sido por grandes deslizamientos de tierra en varias regiones del país.
Añadió que todavía hay gente damnificada en varias zonas del valle de Sula, en el norte del país, que ha sido de las más afectadas a nivel nacional por las descomunales inundaciones, “que no quiere salir”, aunque se les envíe helicópteros o lanchas, y que lo que piden es alimentos.
Dijo que el Gobierno insiste en la evacuación de los que todavía se resisten a ser evacuados, porque las lluvias en el occidente del país no han cesado y tardan en llegar al valle de Sula, donde todavía hay muchas partes inundadas.
Hernández resumió la velocidad con la que se inundó el valle de Sula, en un escueto relato que dijo le hizo una mujer de un grupo de damnificadas en el norte que recién habían sido rescatadas en el municipio de La Lima, uno de los más golpeados en esa región.
Cuando les preguntó cómo miraban lo que había sucedido, la respuesta de una de las mujeres fue: “A mí me llegó hasta las rodillas y nosotros sabemos adónde acudir, pero en 35 minutos más o menos, de la rodilla, el agua pasó al techo” de las casas, acotó el presidente.
Hasta ahora, el Gobierno no tiene una cifra sobre los daños que, en materia económica, han dejado las dos tormentas tropicales que han golpeado a su país, pero según dijo Hernández, desde antes de que entrara Eta, su Gobierno le pidió a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que le “ayudara a rastrear lo que ellos llaman la evaluación de pérdidas y daños”.
“Esperamos que en unas tres semanas por mucho ya tengamos esa evaluación”, agregó Hernández, quien reiteró la necesidad urgente que tiene Honduras del desembolso de los fondos verdes para mitigar los daños causados por el cambio climático a su país, aunque no sea el causante de ese fenómeno.
El presidente y sus ministros también expusieron sobre los planes para la reconstrucción de la obra social, material y ambiental que se ha propuesto el Gobierno, para lo que espera el apoyo de la comunidad internacional, en una iniciativa que será presentada ante las Naciones Unidas de manera conjunta, por los países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica).

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