Prensa y calumnia
Calumniatoresconvincere oportet, interrogatoresdocere. San Juan  Crisóstomo Erwin Macario erwinmacario@hotmail.com Si bien la regla no debe aplicarse estrictamente, mucho menos en asuntos que a simple vista son sólo pretexto para la calumnia, el insulto y, muchas veces, una muestra de que “privatioest causa appetitus”, en algo tiene que entenderse la reciente respuesta de la coordinadora de […]
6 de septiembre de 2013

Calumniatoresconvincere
oportet, interrogatoresdocere.
San Juan  Crisóstomo

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
Si bien la regla no debe aplicarse estrictamente, mucho menos en asuntos que a simple vista son sólo pretexto para la calumnia, el insulto y, muchas veces, una muestra de que “privatioest causa appetitus”, en algo tiene que entenderse la reciente respuesta de la coordinadora de Comunicación Social del Gobierno de Tabasco a los ataques por haber dado transparencia a la relación prensa-gobierno.

Ciertamente, Dolores Gutiérrez no intenta convencer a los calumniadores; muy poco puede lograrse en quienes mañana tendrán otro pretexto para la agresión al gobierno de Arturo Núñez, no por fallas (que las hay) sino por el atavismo político y hasta de prensa que se da cuando alguien se siente desplazado del sitio que ocupaba en el entorno gubernamental, a veces como cómplices de la corrupción.

Si bien tampoco la función de la responsable de la imagen pública del gobierno estatal  es “enseñar a los que preguntan”, como dijera el patrón de los predicadores, cuya fiesta se celebra el próximo viernes, bien vale la pena señalar que ciertamente el actua gobierno de la alternancia, al través de contratos y facturación ha dado claridad a los tratos de difusión y publicidad con los periodistas, lo que tiene como novedad que esté debidamente señalado, a la vista de todos, en el canal de transparencia oficial.

En reciente entrega a la revista La edición, que se imprime en Paraíso, dije que “en Tabasco, acusar a la prensa de servir nada más a los intereses oficiales, es lugar común. De las mismas filas periodísticas han surgido, en el pasado, listas en las que se pretende colocar el sambenito de `vendido´ al periodista que en determinado momento no conviene a los intereses de alguien, del que paga la aparición de esas listas.

“La izquierda —que hoy, en Tabasco, da transparencia a la relación del gobierno y la prensa— llegó a exhibir una lista de periodistas que acusó de estar al servicio del gobierno priísta en contra de los movimientos encabezados por Andrés Manuel López Obrador. Lista de las llamadas “Cajas de la ignominia”.

“Hoy, con Arturo Núñez Jiménez, es a un gobierno emanado de la izquierda al que se pretende involucrar en compra de conciencias en la prensa. Se utiliza un instrumento democrático como el manejo transparente de los recursos para usarlo en su contra y, de refilón, contra la prensa.

“En la confusión política, la falta de costumbre a la libertad y la democracia, se pretende destruir lo único que garantiza a todos la verdadera libertad, la de expresión. Sin una prensa con credibilidad todo estará perdido. Por suerte el grito se estrella en el trabajo de cada verdadero periodista. Éste vale por lo que escribe, lo que opina, lo que sube a las redes. No por el juicio interesado de los que ven acotadas sus corrupciones”.

Y, con mayor claridad dije que en nuestra entidad no es la primera vez que se da transparencia a la relación prensa-gobierno. En los antiguos presupuestos municipales y del Estado estaban claras las partidas para la difusión y la publicidad de obras y acciones de los gobiernos. Durante los mandatos de Manuel Gurría Ordóñez y Enrique Priego Oropeza, como ahora con Arturo Núñez, se clarificaron estos contratos con la prensa al través de una facturación clara.

La lista, pues, de los primeros medios y periodistas que han celebrado convenios de difusión y entregados proyectos de manejo de los programas y obras sociales que realiza el gobierno de Núñez, no es nada que deba asustar a nadie. Mucho menos si se tiene memoria y se indagan señalamientos de uso de mayores recursos públicos en estas tareas, algunos que rayan, eso sí, en sospechismos de corrupción.

Difundir lo que se hace desde el gobierno es una tarea necesaria. El pueblo necesita tener información. No toda ella es noticia. Las empresas periodísticas lo saben y parte de sus ingresos viene del pago publicitario oficial que revista como Proceso han defendido y ganado.

Y menciono a Proceso porque en esa columna ponía como ejemplo de los ataques a la prensa (como los que ahora se dieron con esa lista de difusión) que nada hacen los calumniadores contra los verdaderos periodistas.

Escribí que los gritos de “prensa vendida” proferidos en los movimientos estudiantiles  contra Excélsior, de Julio Scherer García, se estrellaron contra los ventanales del edificio de ese matutino y contra la fortaleza ética, la credibilidad y el respeto de ese periodista. No fue sino el poder político el que destruyó, poco después,  ese periódico pero no pudo con el impulsor de la revista Proceso…

Nunca el grito, la acusación manipulada y la intención malsana contra los verdaderos periodistas ha prosperado. Mayor daño ha sufrido la prensa desde adentro. Vale la pena reflexionarlo estos días que pareciera se ha encontrado al mejor culpable de los problemas, de todos, que sufre Tabasco. Su periodismo.

Lo dicho por Lolita Gutiérrez no es ninguna defensa al Gobierno que da claridad al trato con la prensa. Es, eso sí, un mentís a los calumniadores, que en Tabasco no se convencerán. Ya lo hemos vivido.

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